La reinserción social tras la agresión sexual es complicada
Centro Vida Digna: Un nuevo inicio para víctimas
Al llegar las fiestas de fin de año, Mujeres en Acción en alianza con otras instituciones lanzó su campaña navideña para la venta de escobas ecológicas y así poder generar ingresos para regalarle a las menores una sonrisa a fin de año



Ana (nombre ficticio) es con sus 12 años la menor de tres hermanas que se criaron en el Chaco con su mamá y su padrastro tras el deceso de su padre biológico, y también forma parte de una familia en la que las mujeres de al menos dos generaciones vieron la violencia en todas sus formas como algo normalizado.
Sin embargo, sí forma parte de la generación que sí optó por la denuncia de estas agresiones para evitar que la misma se perpetúe durante meses o incluso años, a merced de su padrastro, un hombre por el que siente algo que es una mezcla de miedo, odio, asco y otras cosas también, como el resentimiento por el hecho de haberse tenido que alejar de su familia.
Hace dos años Ana era aún una niña, en realidad a quien mejor trataba su padrastro entre ella y sus hermanas. Pero en cuestión de unos meses llegó a convertirse en una adolescente, presentó cambios en todo aspecto, los más visibles en su cuerpo.
Un fin de semana cuando su mamá salió con sus hermanas, ella se quedó durmiendo en su dormitorio, sin sospechar que mientras todavía dormía iba a entrar el hombre al que había llegado a considerar casi como un padre y que antes que pudiera reaccionar, escapar o defenderse, la violaría, en su cama, en su hogar, en el sitio donde más segura se sentía.
Luego incluso recibió la amenaza de que no le contara nada a nadie sobre lo ocurrido porque, caso contrario, él le haría daño a su mamá o sus hermanas. Pero no pudo contenerse y le dijo lo que había pasado a su hermana mayor y ella a su abuela, que inmediatamente sentó una denuncia en la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) para que se dé inicio a un proceso penal.
Contrario a lo que la menor hubiera esperado, su mamá no la respaldó por lo que las autoridades determinaron que ella ya no se encontraba segura en su domicilio. Es así que determinaron su internación en un centro de acogida mientras avanzaba la investigación y ella intentaba superar el trauma.
Pero al no haber un centro de estas características en los municipios del Chaco, tuvo que ser remitida hasta la ciudad capital de departamento al hogar Vida Digna, donde afortunadamente encontró una asistencia integral y además pudo encontrar a otras adolescentes y jóvenes que habían pasado por una situación similar, a quienes no necesitaba relatar a detalle lo sucedido, pero sabía que entendían y sentían lo mismo que ella.
Con el paso de los meses de a poco fue superando el trauma por las agresiones sufridas y de a poco volvieron a ser más frecuentes las risas y los días de alegría. Ahora Ana siente nuevamente esperanza para salir un día de este centro e iniciar una nueva vida, por lo que le pone todo el empeño posible a sus clases y los talleres técnicos para aprender algún talento del que pudiera valerse para poder generar sus ingresos.
Mujeres en Acción
La directora de Mujeres en Acción y representante de la Red Departamental contra la Violencia a la Mujer, Magalí Vargas, informó que en su institución se cuenta con un centro al que denominaron “Vida Digna” y que tiene la misión de dar una asistencia integral a las menores de edad que fueron víctimas de violencia sexual para lograr una reinserción a la sociedad con el desarrollo de sus capacidades y en el mejor de los casos que puedan generar algún emprendimiento.
Vargas detalló que al momento son más de 30 las adolescentes y jóvenes que viven en el centro, a tiempo de lamentar que la edad de las víctimas es cada vez menor mientras son más recurrentes los casos.
Campaña de Navidad
Si bien en el centro las menores de edad pueden sentirse seguras y saben que no pasarán hambre o malos tratos, el dinero no es algo que sobre, especialmente en esta época del año.
Sin embargo, Magalí Vargas dijo que también es importante hacer un esfuerzo para regalarles una sonrisa en Navidad. Es por eso que lanzaron la campaña de fin de año con el fin de recaudar recursos que sirvan para la compra de algún presente para todas ellas.
Esta campaña consiste en una alianza con algunos colectivos y grupos activistas, como la Fundación el Peregrino, que se dedica a la elaboración de escobas a base de material reciclado como botellas plásticas.
“Es importante poder ayudar a estas adolescentes para que puedan recibir una sonrisa. Sabemos que las familias, las instituciones son conscientes de que es una época donde lo más importante es el sentimiento de querer ayudar al prójimo, un tiempo de solidaridad. Por eso los invitamos a hacer la compra de estas escobas”, apuntó.
Entonces, quienes deseen aportar pueden comprar una escoba que tiene el valor de Bs. 25 o Bs. 30 y el 25% de cada una será destinado al hogar “Vida Digna”. El pedido se lo puede realizar al celular 71875750.
El representante de esta fundación, Jhonny Mamani, destacó que se trata de una campaña que está enfocada en tres pilares, el pilar social por la ayuda a las menores, el económico por la generación de recursos y también medioambiental, esto debido a que en esta alianza también participan los colectivos que promueven el uso de la bicicleta. Entonces quienes hagan el pedido de las escobas, podrán recibirlas en la puerta de su domicilio, donde se la entregará un ciclista.
Un Centro que va más allá lo institucional
Centro “Vida Digna”
Al momento son aproximadamente 38 las menores de edad que viven en el centro, donde se pretende garantizar su derecho a la salud, la educación, atención psicológica, capacitación, además de un acompañamiento legal a los procesos judiciales. La permanencia de cada una varía dependiendo de su situación, es más de un año para quienes son más vulnerables.
Capacitación
Magalí Vargas señaló que uno de los objetivos es que las adolescentes puedan aprender y desarrollar algunos talentos que les sirva en el futuro para la creación de algún emprendimiento, es decir que se llegue a generar condiciones de independencia económica para que no tengan que retornar a sus entornos de violencia.
Baja la edad de las víctimas
Magalí Vargas señaló que en el último tiempo llegaron más casos de adolescentes, incluso desde los 12 años que ya sufrieron algún tipo de agresión sexual, no solamente del departamento de Tarija, sino también de provincias del sur de Potosí y Chuquisaca.