Bandas típicas ganan espacio en las actividades culturales de Tarija
Isidro Higuera: “Estoy luchando para que no se pierda la quenilla”
Aunque no existe un método específico para enseñar cómo se interpreta la quenilla, el profesor Higuera se da modos para incentivar a los niños y jóvenes por este instrumento típico de Tarija



Isidoro Higuera Rocha, profesor de Quenilla y Percusión de la Escuela Municipal de Música Regional Pastor Achá Martínez, da cuenta que los instrumentos típicos de Tarija requieren de un impulso para preservarlos, pues son parte fundamente de las costumbres e identidad de los tarijeños.
Comprometido con esa labor, desde hace 23 años, forjó su propia metodología de enseñanza, se reinventa cada año y motiva las nuevas generaciones a interesarse por la quenilla, uno de los instrumentos que se usa para interpretar desde villancicos, cuecas, bailecitos, cacharpayas, marchitas y es parte de las bandas típicas.
Si bien, los estudiantes responden de forma “positiva”, Higuera señala que “lucha mucho” para que no se pierda la quenilla, es por eso que el proceso de formación inicia desde la elaboración del instrumento, luego la interpretación y concluye con la creación de bandas típicas con presentaciones públicas en las diferentes festividades patronales. De esa forma, actualmente trabaja con 15 estudiantes para crear cuatro banditas típicas para Navidad, y al mismo tiempo desarrolla talleres en Yunchará sobre la elaboración e interpretación de la quenilla, y la segunda quincena de noviembre se impartirá otro taller sobre la quenilla navideña en la Casa de la Cultura, todo gratuito.
Sin embargo, Higuera, también alerta que la copla y las tonadas de Tarija están en extinción, no solo por falta de incentivo y promoción, pues la población tampoco las valora.
El País (EP): ¿Cuándo empezó a interesarse por los instrumentos típicos?
José Isidoro Higuera (JIH): Mi padre fue músico eso lo llevo en la sangre. A mis 6 años empecé a tocar la quenilla, el bombo y el tambor, un día mi padre hizo una quinilla de plástico, me mandaba a cuidar las vacas al cerro así he aprendido, y cuando él falleció, yo tenía 14 años. Toda mi adolescencia tenia los instrumentos a mi disposición, lo utilice para mi distracción, para no deprimirse mucho, para recordarlo a él y realmente paso tiempo, luego tome cursos de música y atendí a la comunidad tarijeña en la festividad de niñitos, fiesta religiosa como San Roque, Chaguaya, Corazón de María, Santiago, San Pedro, San Juan, San Isidro, todas las fiestas que se hacen en las comunidades incluso en los barrios voy hacer la atención con mi banda típica.
Conformé con mis hermanos mi banda típica cuando tenía 18 años, la mayoría de mis hermanos tocan instrumentos típicos, lo esencial de la banda típica tarijeña es tambor y bombo.
En esa trayectoria viaje al Festival Laureano de Cochabamba por el año 1996 -199, por primera vez, desde entonces empecé a hacerme conocer, justamente esa época me buscan para que entre a la Escuela de Música Pastor Achá Martínez. Entré a la Escuela el 1999 y a la fecha son 23 años que llevó dictando la clase de quenilla, más que todo la quenilla porque se estaba perdiendo y no se escuchaba mucho en Tarija, sobre todo en los chunchos.
EP: En su trayectoria como profesor, ¿los jóvenes y niños se interesan por los instrumentos típicos de Tarija?
JIH: Se interesan por el área de quenilla más que todo, hay mucha gente que le está dando mucha importancia, eso es lo bueno. Ahora las nuevas autoridades que han entrado realmente le están dando mucha fuerza, más que todo en el área de cultura y la Casa de la Cultura que está dando talleres de fabricación de la quenilla.
A parte de músico, soy un artesano más, hago toda clase de instrumentos típicos tarijeños, más que todo en los instrumentos de viento como la quenilla, el erque, la caña, al camacheña, hago tambores para los chunchos y bombos para la bandita típica.
EP: ¿Cuándo prendió usted a elaborar los instrumentos típicos de Tarija?
JIH: Eso es una historia muy larga. Realmente Dios me ha dado un don muy grande, cuando murió mi padre me hice una banda. Realmente, ¿sabe quién hace crecer a uno? La gente que nos tiene mucha envidia, me topé con mucha gente que me tenía envidia. Incluso mis propios hermanos me hacían pagar alquiler de los instrumentos de mi papá a mi mamá, y a mí no me alcanzaba para pagar el alquiler, porque yo cobraba poquito.
Yo trabajaba de albañil, en una obra hicieron una revuelo de chapa, y le dije arquitecto, me regala esa chapa para hacer un bombo, lo hice de lata todo, después me hice un tambor y después fui perfeccionando más y más, con otro instrumentos. Las quenillas también me las hago yo.
Así nadie me enseñó, yo hice según mi experiencia viendo cómo era la quenilla. Mi padre a mi dejó a los 14 años cuando estaba entrando a la adolescencia, en realidad eso me enseñó, para aprender mucho las cosas. Así fui haciendo más y más, ahora sigo creciendo y sigo atendiendo, aprendiendo muchas cosas hasta ahorita. Y hay mucha gente que no le gusta ver que uno crezca. Pero los dejo atrás, sigo adelante, sigo adelante y sigo adelante.
Incluso hago arreglos de bombos chaqueños y otras muchísimas cosas, bombos en general.
Ahora puedo decir que a San Roque he dado tres generaciones de quenilleros. Si ve, la mayoría de jóvenes y niños en San Roque, casi todos han pasado por la Escuela de Música, que escogen mi asignatura. Aquí les enseño a fabricar la quenilla, luego enseño a ejecutar la quenilla, incluso tuve que inventarme un método de quenilla para poder enseñar a los chicos porque no hay un método de quenilla chica tarijeña.
EP: Si bien en la Escuela de Música Pastor Achá se enseña sobre los instrumentos típicos de Tarija, y afirma que no hay un método para la quenilla ¿Qué técnicas se aplica para motivar a las nuevas generaciones por la música folclórica?
JIH: El incentivo de tratar a los chicos, darles todo el incentivo para que ellos sigan. Tengo que poner de mi bolsillo muchas veces el material para darles a ellos las quenillas, enseñarles. Lo primordial es que quieren aprender a hacer quenillas, eso es por el incentivo que yo les enseño cómo hacer una quenilla, luego les digo háganse ustedes. Esto porque hubo durante años otros profesores en la Escuela que nunca ha dado resultados e incluso algunos se han muerto y no han dejado nada.
Creo que un profesor o instructor, jamás debe ser egoísta, si usted quiere enseñar primero hay que dejar el egoísmo de lado. A veces por egoísmo quiere ser uno solo el que sabe, pero eso perjudica a nuestra tradición. Yo no soy así, les doy todas las comodidades a mis alumnos, desde material, traigo las herramientas les doy las condiciones, y ellos están felices contentos. Les digo aprovéchenme que estoy vivo, cuando me muera donde van a ir a aprender.
EP: ¿Qué aspectos considera que son los más difíciles cuando se trata de enseñar sobre los instrumentos típicos y en su caso la quenilla?
PE: Eso depende del instrumento, el adquirir el instrumento. Si bien en las artesanías hay, pero no las hacen con la gente que sabe, ellos lo hacen hacer en el norte, allá no saben cómo es nuestra tradición. Incluso esas artesanías están echando a perder nuestra tradición, nuestras costumbres, porque ellos vender por vender y no para preservar la tradición. Ellos a nosotros no nos quieren pagar una artesanía que hacernos, nos quiere pagar una miseria, y llevan un modelo tarijeño y lo hacen en el norte. Entonces no está bien, lo que quiero y por eso me impuse, enseñarles hacer las quenillas a los chicos y ahora hay chicos que se hacen sus propias quenilla, ya no le estiran la mano al profesor para pedir que haga una quenilla.
EP: ¿Qué insumos se necesitan para fabricar una quenilla?
JIH: Para hacer una quenilla rápido se necesita un tubo de PVC de agua, un tubo de luz de medio puedo ser, y con un cuchillo con mucho cuidado se puede hacer un instrumento, incluso me encuentro un tubo que desechan en la calle lo levanto y con ese pedacito hago música.
Otros usan caña bambú, es un proceso largo, para eso hay que secar unos cuatro meses antes la caña en la sombra, al igual que para hacer las cañas para tocar, hay que secar en sombra, si se seca al sol se parten, dura mucho y se hacen chueca.
EP: ¿Qué aspectos considera que ha cambiado en los últimos años en el tema de los instrumentos típicos y por ende la música tradicional de Tarija?
JIH: Lo que ha cambiado mucho es que se ha mesclado un poco ahora, antes era más natural, ahora la gente usa grabaciones, antes casete, discos, etc. Aunque ahora se ha puesto de moda la banda criolla, gracias a nosotros que estamos que estamos aquí durante todo el año incentivando que no se pierda. Los chicos están aprendiendo.
La diferencia de antes ha cómo es ahora, es que antes solo se tocaba en la época y ahora se toca todo el tiempo. Ahora se escucha la caña, erque cuando quiere, antes no era así. Solo se escuchaba en tiempo de carnaval o tiempo de lluvia, la caña se escuchaba en su época, el violín también, incluso se decía que si tocaba en mala época salía sarna, eso solo era una alusión no más.
EP: La preocupación de músicos y sobre todo de folkloristas es que, se corre el riesgo de que se pierda ese saber de interpretación de los instrumentos típicos y coplas ¿Qué acciones sugiere que se deben aplicar para mantenerlos?
JIH: Las coplas se están perdiendo porque ya no hacen actividades como eran antes. Recuerdo en aquellos tiempos cuando había concurso de copleros, el único que preserva la tradición en la ciudad es radio Fides, pero solo es una vez al año y en carnaval. Qué lindo seria que año vuelto tengamos esas actividades, porque Tarija tiene una infinidad de tonadas para cada mes o cada festividad. La copla del carnaval, Pascua, la Cruz, San Plácido, San Antonio, Santiago, Todos Santos, Rosario, son diferentes coplas.
Entonces se está perdiendo por qué, porque si va a un concurso de copla son más los conjuntos musicales que copleros. Se dice concurso de copla para Pascua, y son más conjuntos musicales, a la copla poca importancia le dan, le aburre la gente. La copla de carnaval son más picarescas tal vez por eso será, no sé, pero si las cantamos las otras coplas no hay incentivo también.
Hay un profesor de música en la Escuela, y considero que debe sobresalir más como profesor. Si yo soy profesor que quenilla tengo que salir a tocar quenilla, tengo que salir con mi banda.
Es verdad que la copla está en extinción, ya no se escucha copla como antes, todo mundo cantaba, pero ahora no es así. Cuando voy a ser jurado en el Festival de Canto al Árbol, vemos que ya no hay copleros, ni erqueros, no hay esos niños que tocaban erque, cañeros. Además los profesores que salen de La Normal, salen tocando zampoña y charango.
EP: Por otro lado, se impartirá un taller sobre la elaboración de la quenilla ¿qué se abordará en este taller?
JIH: El primer taller es en Yunchará de fabricación y ejecución del instrumento de la quenilla, con la Gobernación, se realiza del 8, 10 y 12 de noviembre. Empezamos en Yunchará, de ahí vuelvo y con la Casa de la Cultura será el taller de la fabricación de la quenilla navideña desde el 15 al 19 de noviembre, será un taller con enseñanza abierta. Las inscripciones son gratuita y aparte se les va a proporcionar un método más de quenilla, se proporcionará el material, se dará un certificado con valor curricular y aparte de hacerse la quenilla les voy a enseñar cómo se ejecuta la quenilla navideña, en que altura está la quenilla, porque la quenilla navideña no se toca en quena grande.
Las quenas tarijeñas son tres: la quenilla grande es para alabanza de los chunchos, la mediana es para la procesión de los chunchos y la chiquita es la navideña que está a la altura de la voz de los niños. Son instrumentos que realmente hay que dedicarles mucho y para que no se pierde tengo que ejecutar y mostrarlo más seguido al público y renovación para que le guste a la gente.
Con la quenilla no solo se toca villancicos, la quenilla con la banda típica se puede tocar cuecas, bailecitos, huaynos, cacharpayas, marchitas, lo que uno quiera. Tengo que libro que estoy a todo trabajar, cada que voy enseñando a los alumnos voy haciendo los temas y sumando al libro.
En realidad estoy luchando mucho para que no se pierda la quenilla y gracias a Dios, estoy contento porque los chicos están respondiendo. Era triste ver en San Roque lo de siempre, estoy por cumplir 27 años tocando quenilla para San Roque, solamente eran tres a cuatro quenilleros que se venían todos adelante del santo y atrás no se escuchaba. Pero me fui a tocar detrás del patrón San Roque, ahora donde yo toco estamos como 5 a 6 quenilleros y todos han sido mis alumnos.
EP: En su trayectoria recibió reconocimientos, coméntenos ¿cuál de esos galardones fue el que considera que marcó su carrera?
JIH: Tengo varios reconocimiento, pasé un curso de Pedagogía Artística, fui cinco días a La Paz por invitación del Gobierno mediante el Ministerio de Educación, fue un curso financiado. Nunca fui de mostrarte mucho, pero me buscan y llaman, como un agradecimiento a mi trabajo.
Fui reconocido por los 200 años el Bicentenario de la Batalla de la Tablada, fui declarado como una de las personalidades que preserva la tradición.
La Asamblea Departamental de Tarija, también me dio un reconocimiento por preservar la tradición y costumbres. Después fui reconocido por la Cámara de Diputados a nivel nacional, premio que llevaron a mi casa, una gran sorpresa que me dieron porque me encontraron trabajando así como si nada, fue en plena pandemia el año pasado, esto en el día del padre, un reconocimiento como padre impulsor a nuestras tradiciones y últimamente he tenido otro reconocimiento como el mejor lutier tarijeño por mantener la tradición fabricando instrumentos típicos tarijeños.
En realidad hay muchas cosas que sigo aprendiendo, hay muchas cosas que he aprendido de otras personas como don Nicolás Gareca, era un artesano que vivía en la zona de Lourdes, que gracias a él se algunas cositas, a veces las hacia mal, y él me corregía, le agradezco a Nicolás Gareca, aquellos tiempos.
Ahora sigo haciendo los instrumentos, todos bien calibrados, tengo muchos resultados, el método que he creado me dio resultados y gracias a eso estoy dando clases a mis alumnos y que están respondiendo, doy clases lunes, miércoles y viernes. Son como 15 alumnos, pero tenemos cruce de horarios de los profesores, pero lo importante es que practique no se olvide, porque tampoco se tiene que cerrarse si el chico quiere aprender nuevas cosas.
EP: Finalmente ¿Qué mensaje dejaría a los jóvenes y niños que quieren aprender sobre la música tarijeña?
JIH: Decirles que no tenga miedo, no es difícil, la insistencia hace aprender muchas cosas. En realidad hagamos fuerza, pensemos en nuestra tradición en primer lugar, porque eso es lo que nos identifica a todos los tarijeños. Eso es lo esencial para incentivar a los demás, al aprender él, puede aprender tu hermano, tu tío, primo, toda la familia. Tengo alumnos que han hecho gustar al hermano mayor, al tío, por ejemplo tuve el caso del coronel Víctor Velásquez, que venía aquí a pasar clases y aprendió, junto a dos sobrinos. Eso es muy lindo, porque por cada persona que aprende para mi es una alegría, es una satisfacción a lo que estoy haciendo porque me está dando resultados, sé que no se va a perder y no se va a quedar ahí. Siempre les doy ánimo a los chicos, les digo adelante.
Ahora tengo previsto hacer tres a cuatro bandas del grupo que tengo para ir a tocar por Navidad, si bien se cobra un mínimo por ese trabajo y es un ingreso para ellos, por tocada les toca 50 bolivianos cada uno, eso es un incentivo, ellos se sienten motivados. Yo les hago los bombitos para proporcionales y así puedan asistir a cubrir esos trabajos particulares y ahora los chicos están capacitando para Navidad.
Antes tenía solo inscritos para San Roque, luego desaparecían, ahora no y esto es por la motivación que les damos. La tradición aquí en Tarija se ha puesto fuerte y la bandita típica es muy requerida en Navidad porque no hay competencia. Es así que ayude a independizar cuatro bandas típicas, ahora voy a conformar otras cuatro, que este año tocarán y conmigo como una forma de encaminar el camino y vean como es la situación para que ellos no se vayan a quemarse solos. Desde San Roque se han quedado, ya fueron todos a tocar en San Roque y ahora estamos trabajando con villancicos navideños.
FRASES
FOTO 1
“A parte de músico, soy un artesano más, hago toda clase de instrumentos típicos tarijeños, más que todo en los instrumentos de viento como la quenilla, el erque, la caña, al camacheña, hago tambores para los chunchos y bombos para la bandita típica”
FOTO 2
“Las quenas tarijeñas son tres: la quenilla grande es para alabanza de los chunchos, la mediana es para la procesión de los chunchos y la chiquita es la navideña que está a la altura de la voz de los niños. Son instrumentos que realmente hay que dedicarles mucho y para que no se pierde tengo que ejecutar y mostrarlo más seguido al público”
EL PERFIL
José Isidoro Higuera Rocha
Nacimiento
Tabladita 1976
Actividad
Profesor de Quenilla y Percusión de la Escuela de Música Pastor Achá Martínez
Artesano de instrumentos típicos de Tarija
Músico e intérprete de instrumentos típicos de Tarija. Es hijo del músico tarijeño José Higuera Choque y Lidia Rocha. Nacido en el barrio Tabladita, zona San Antonio hace 45 años. Desde 1999 es profesor de la Escuela Municipal de Música Pastor Achá Martínez en la asignatura de Percusión y Quenilla. Su motivación es preservar la música y danza regional, por lo cual recibió varios reconocimientos a nivel departamental y nacional.