La pandemia puede acelerar la movilidad eléctrica en América Latina
Bolivia, sus primeros vehículos eléctricos y una gran oportunidad
Una de las empresas más sonadas en cuanto a la fabricación de vehículos eléctricos en Bolivia es Industrias Quantum Motors, que ha presentado una de las novedades más curiosas de la industria automotriz mundial: el Quantum E2



Los cambios en el uso del transporte por la pandemia de la covid-19 y los planes nacionales de recuperación son una oportunidad para que gobiernos y empresas de América Latina y el Caribe aceleren la transición hacia la movilidad eléctrica, de acuerdo a un reciente informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
El informe es la revisión anual que realiza el Pnuma del estado del sector, que, de acuerdo a sus autores, va ganando cada vez más fuerza en la medida en la que los usuarios optan por medios de transporte más limpios. A ello se le suma compromisos climáticos más ambiciosos de los gobiernos que incluyen específicamente al sector del transporte.
“2020 fue un año disruptivo para el transporte en la región. Si los países y las empresas saben aprovechar el contexto, las transformaciones que vemos hoy pueden abrir el camino a una movilidad totalmente sostenible con una matriz energética limpia”, dijo Gustavo Máñez, coordinador regional de Cambio Climático del Pnuma en América Latina.
El transporte es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía en América Latina, al representar un tercio de las emisiones totales. Cerca de 80 % de la población de la región ya está urbanizada y en 2050 esa cifra podría ascender a 90 %, de acuerdo a la ONU.
Aún así, la región tiene una ventana de oportunidad crítica para electrificar su sector de transporte. América Latina tiene una de las matrices eléctricas más limpias del mundo, con 60 % de capacidad instalada proveniente de energías renovables. A ello se le suma la flota de automóviles de más rápido crecimiento en el mundo.
Pero dentro de todo este panorama Bolivia tiene grandes ventajas. De acuerdo al especialista Justo Zapata (entrevistado por Los Tiempos) “hace muchos años Bolivia se debió plantear como objetivo ser el primer país en transformar su matriz energética a las energías renovables. Más aún, cuando según las Naciones Unidas, el potencial hidroeléctrico de Bolivia es el segundo en América”.
Brasil está primero con alrededor de 800 mil megavatios. “De 190 mil megavatios potenciales que Bolivia tiene, ¿cuánto aprovecha? Menos de 2 megawatt. (…) No hablamos de construir grandes represas que afectan el medioambiente, sino microrrepresas como la planta de Zongo en La Paz”, detalló el experto.
Destaca otras ventajas como la energía solar y subraya que el altiplano boliviano constituye el lugar que más energía solar recibe en el planeta: llega a recibir 10 kilowatt hora por metro cuadrado (kwh/m2).
Y aún hay más, Bolivia se ubica en el octavo lugar en potencial de energía eólica, entre 17 países de América Latina y El Caribe, de acuerdo al Group Clean Energy, que destaca la capacidad instalada de energía solar y eólica en la región.
De acuerdo a la capacidad eólica por país, el experto dimensionó que México encabeza la lista, seguido de Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Perú y Colombia. Bolivia se encuentra en octavo puesto delante de Ecuador, Panamá, Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Jamaica y República Dominicana.
Los avances en Bolivia
La energía eólica empezó con grandes augurios en el año 2014, pero ha presentado estancamientos y retrasos. Se estima que cuando se concluyan las tres plantas eólicas que ya llevan retraso, y que están en construcción en Santa Cruz habrá un salto de 108 MW.
La capacidad eólica instalada en Bolivia aumentaría este año en 108MW. La eléctrica estatal Ende informó que el parque eólico de 29,6MW San Julián en el departamento de Santa Cruz, está listo para conectarse a la red nacional.
En tanto, la instalación de los proyectos eólicos El Dorado (54MW) y Warnes (14,4MW), ambos en Santa Cruz, debiera estar terminada en los próximos meses.
Las autoridades han puesto sus esperanzas en que las energías eólicas y otras fuentes limpias reemplacen gradualmente la generación eléctrica a gas natural para que el gas sea utilizado más para cubrir el suministro residencial y cumplir con los compromisos de exportación.
Los primeros vehículos eléctricos en Bolivia
A este panorama se han sumado fabricantes de vehículos eléctricos bolivianos. Una de las empresas más sonadas es Industrias Quantum Motors que ha presentado una de las novedades más curiosas que la industria automotriz mundial ha dado en los últimos meses: el Quantum E2.
Se trata de un pequeño city car eléctrico desarrollado y producido en Bolivia, y que ya se comercializa abiertamente al público. La firma encargada de su fabricación es una compañía boliviana que proyecta producir unas 200 unidades mensuales de este auto, que ya se considera un éxito comercial. A pocos días de su estreno, había puesto 50 unidades en las calles, y ya tenía 120 más listas para entrega inmediata.
El Quantum E2 tiene una longitud de apenas 2,50 metros, por 1,20 metros de ancho y 1,48 metros de altura. En su interior puede alojar un máximo de tres pasajeros adultos. Aunque aún no se vende fuera de Bolivia, este vehículo es competidor a nivel internacional del popular Renault Twizy.
Pero también está la primera motocicleta eléctrica producida por manos bolivianas de la empresa MOBI. Se llama Ciber Bike One "CK1" y está siendo fabricada exclusivamente para el sector del micro transporte urbano. La "moped" (ciclomotor) está equipada con 1,5 KW en potencia de motor, cuenta con controladores inteligentes integrados a la batería de 25Ah 60v que permite conectar y controlar al vehículo desde las plataformas tecnológicas de la startup que la produce.
Motocicletas MOBI
La CK1 es el resultado del trabajo colaborativo de grandes compañías públicas y privadas industriales que apoyaron a MOBI en el desarrollo de este proyecto. Una de ellas es la empresa metal mecánica Wilda, que tiene 49 años de experiencia en el sector de fabricación de productos metálicos y también es accionista de la startup nacional. Junto al equipo de mecatrónicos de MOBI, Wilda participó en el diseño, desarrollo y definición de procesos industriales en tecnología 4.0.
Al proyecto también se sumó Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), la empresa estatal de industrialización de Litio que, con el equipo de ingenieros de la startup, está en plena fase de investigación y desarrollo para conectar las primeras baterías de litio bolivianas a las plataformas tecnológicas de MOBI. Si bien la apuesta es la fabricación y desarrollo de alta tecnología diseñada, trabajada y exportada desde Bolivia para el mundo, MOBI no solo producirá las unidades de transporte, sino que también desarrollará las primeras baterías inteligentes del país denominadas MO-BAT.
A estas iniciativas se suma Walawa, una empresa qhochala que puso a disposición de la población los scooters o patinetas eléctricas que sirven para movilizarse de un lugar a otro de forma práctica, rápida y sin generar emisión de gases contaminantes.
Los scooters funcionan de forma sencilla mediante una aplicación que se puede descargar de PlayStore, para Android, o AppStore, para iOS. Luego, se escanea el código QR que tiene cada patineta para desbloquer, a un costo de 2.50 bolivianos, y, posteriormente, el minuto tiene un valor de 55 centavos. La idea es que el usuario lo utilice entre 10 y 15 minutos. Aquellos que deseen usar el transporte más tiempo también pueden hacerlo, pero la aplicación notifica cada 15 minutos para que la persona calcule el costo.
El pago se realiza mediante un “crédito Walawa”, que consiste en recargar efectivo a una tarjeta que debita el costo de cada viaje. Se puede recargar desde 5 bolivianos. Otra de las formas para acceder al servicio es mediante una tarjeta de débito o crédito.
Walawa inició sus operaciones en una zona piloto, que recorre la avenida América desde la intersección de la calle Tarija, hasta la avenida Melchor Pérez, y termina en la plazuela Colón. Los 130 scooters están disponibles en 20 parqueos distribuidos en ese rango, desde las 07:00 hasta las 19:00.
Scooter Walawa
Por el momento están probando ese margen de calles, en caso de que la persona salga del perímetro la alarma del scooter comienza a sonar, avanza 20 metros más y luego se apaga hasta que vuelva a la zona de seguridad.
Esto es lo que está pasando en Bolivia respecto al avance en la creación de vehículos eléctricos, sin embargo existe un detalle más, pues el Gobierno promulgó el Decreto Supremo Nº 4539, de 7 de julio de 2021, por el cual se establece incentivos tributarios y financieros para la importación de vehículos eléctricos e híbridos y el ensamblaje de maquinaria agrícola eléctrica e hibrida con el fin de impulsar el ahorro y eficiencia energética.
El transporte eléctrico en América Latina
Pero ¿qué pasa en América Latina? Según el informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), 27 de los 33 países de América Latina y el Caribe han priorizado el transporte como un elemento central para alcanzar sus metas de reducción de emisiones suscritas en el Acuerdo de París. Sin embargo, los países de la región no tienen metas de corto o mediano plazo para poner fin a la venta de los vehículos de combustión.
En 2020, crecieron los esfuerzos nacionales para formular estrategias de movilidad eléctrica. Argentina, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Paraguay están en proceso de desarrollo de sus planes. Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá y República Dominicana ya han publicado políticas nacionales en años previos.
“Es una señal clara de que todos los gobiernos de la región están en este camino y tienen en cuenta la importancia de la descarbonización del sector”, dijo Jone Orbea, líder del programa de movilidad eléctrica del Pnuma. “Se han construido regulaciones y se han generado estructuras de gobernanza que facilitan la movilidad eléctrica.”
El transporte público urbano sigue siendo prioritario en los planes de movilidad de la región, que tiene el mayor uso de buses per cápita. Sin embargo, las restricciones a la movilidad impuestas por la pandemia del Covid-19 transformaron el uso de algunos de los sistemas de transporte público debido a la reducción en el número de pasajeros.
Las ciudades que destacan por su mayor avance en materia de electrificación de autobuses fueron Bogotá (Colombia), con la adquisición de 406 unidades, y Ciudad de México (México), que sumó 193 trolebuses. Si continúan las tendencias actuales, a partir de 2025 se estarán desplegando 5.000 autobuses eléctricos por año en la región.
El mercado de vehículos eléctricos particulares también creció en 2020. En Costa Rica, la inscripción de automóviles eléctricos creció 77 % en 2020 y el registro de motocicletas y similares aumentó 36 %. En Perú, la importación de motocicletas eléctricas aumentó 220 % interanual, de acuerdo con el informe.
Es una señal clara de que todos los gobiernos de la región están en este camino y tienen en cuenta la importancia de la descarbonización del sector.
El reporte destaca también que los países de la región han innovado en el desarrollo de modelos de negocio que permiten sortear los elevados costes iniciales de la electrificación y reducir los riesgos financieros asociados. Sin embargo, estos no son fácilmente replicables y es necesario integrar soluciones que disminuyan el riesgo financiero.
“Bogotá compró buses eléctricos a través de una licitación pública, lo que representa un cambio de tendencia. Mientras que Montevideo transfirió los subsidios destinados a los autobuses de combustión interna para la electrificación del transporte público urbano”, sostuvo Fabricio Pietrobelli, experto en movilidad eléctrica del Pnuma.
La recuperación verde de América Latina
La crisis económica causada por la covid-19 ha dejado a los países latinoamericanos en dificultades. El PIB de la región cayó 7,7 % en 2020 y no se espera que vuelva a los niveles anteriores a la pandemia hasta 2024, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas.
Ante ello, los autores del nuevo informe del PNUMA sostienen que es crucial que los gastos e inversión en transporte se orienten hacia soluciones más limpias a largo plazo como parte de los planes de recuperación económica post-Covid-19. Ello debe incluir el replanteo de los subsidios a los combustibles fósiles.
“La movilidad eléctrica puede ser el motor de la recuperación económica de América Latina luego de la pandemia. En México y Brasil existen millones de empleos relacionados a la fabricación y el ensamblaje de vehículos, por lo que hay un gran potencial para fabricar nuestros propios vehículos eléctricos e instalaciones de recarga”, afirmó Máñez.