Cuando dos mentes se encuentran en la distancia
Dicen que cuando piensas en alguien con intensidad, esa persona lo siente. Que el amor no conoce distancias porque la energía que lo sostiene es más veloz que la luz, más fuerte que la gravedad, más real que la materia misma.
¿Y si la ciencia ya nos estuviera dando pistas sobre esto?
En neuropsicología, sabemos que el cerebro es un campo de conexiones eléctricas y químicas, capaz de generar impulsos que moldean nuestra percepción de la realidad.
En la física cuántica, existe un fenómeno llamado entrelazamiento cuántico, donde dos partículas, sin importar la distancia que las separe, permanecen conectadas de tal forma que lo que le ocurre a una, inmediatamente lo siente la otra.
Tal vez, cuando amas profundamente a alguien, cuando compartes pensamientos, emociones y latidos, algo en tu cerebro sincroniza sus ondas con esa persona.
Quizá no es casualidad que justo cuando lo necesitas, te escriba. Que sienta tu angustia sin habérselo dicho. Que despierte a mitad de la noche justo en el momento en que tú también estabas pensando en él o ella.
El amor verdadero trasciende el cuerpo. Es un pulso invisible que une dos conciencias en un mismo latido. No es magia ni coincidencia: es conexión.
Cuando cierras los ojos y piensas en esa persona, cuando tu corazón se acelera sin razón aparente, cuando su nombre aparece de la nada en tu mente… quizás es porque, en algún rincón del universo, él o ella también está pensando en ti.