El cerdo, los corderos y el lobo
Existió una vez un cerdo muy soberbio. Se pasaba el día gruñendo y rascando el suelo con sus enormes colmillos para asustar a los demás cerdos de la piara. Pero los demás no se asustaban a pesar de todos los intentos del cerdo. Así que un día, decidió irse de allí, ya que pensaba que nadie le tenía el respeto que se merecía.
– Está claro que me merezco algo mejor- decía para sí mismo el cerdo soberbio- Aquí ni me obedecen ni me tienen miedo. Buscaré otro lugar mejor.
Al cabo de unos días, encontró un rebaño de corderos. Al ver gruñir y enseñar los colmillos al cerdo, salieron corriendo.
– Bueno, estos corderos se asustan por nada… No me conviene tampoco vivir entre los más temerosos, porque nunca me tendrán aprecio…
Y el cerdo siguió buscando otro lugar donde vivir.
Llegó entonces a un prado en donde vivía un lobo. Intentó asustarle de la misma forma, gruñendo y enseñando los colmillos, pero el lobo no solo no se asustaba, sino que además comenzó a perseguirlo con la intención de darle caza y comérselo.
El cerdo, comenzó a gritar y a pedir auxilio desesperado. Al oír sus antiguos compañeros de la piara sus gritos, corrieron en su ayuda, y entre todos consiguieron espantar al lobo. El cerdo, muy avergonzado, dijo:
– Ahora entiendo por qué es mejor vivir entre tus compañeros, aunque no te traten como a un rey.
Moraleja: «Quien rechaza a los suyos por buscar más alabanzas y honores, corre el riesgo de perderlo todo»