El robo de la campana

Cuentan que, cuando una familia muy popular en una zona de China, la familia Fan, cayó en decadencia, un hombre se enteró de que guardaban una enorme campana en el trastero. Decidió entonces robarla para sacar algo de dinero de ella. Sin embargo, al verla, se dio cuenta de que era demasiado grande para llevarla a hombros.

Vio un martillo y decidió partirla. Pero al golpear con fuerza la campana, ésta sonó tanto, que fue escuchada en todo el pueblo.

La gente salió de sus casas para ver qué sucedía, pues sabían que el sonido procedía de la casa de los Fan. Mientras se dirigían hacia allí, el ladrón, se tapó los oídos. Pensó que, si él no podía oír el sonido, el resto tampoco lo escucharía.

Moraleja: «Nunca podrás ocultar las consecuencias de tus actos»


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