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Derechos laborales y su efectiva aplicación desde un contexto latinoamericano

Los derechos laborales son fundamentales para garantizar condiciones justas y equitativas en la relación obrero patronal o relación laboral. Entre los derechos laborales más destacados se encuentran la remuneración justa y oportuna, jornada laboral limitada, descanso semanal y las prestaciones sociales, como vacaciones remuneradas y gratificaciones.

A continuación se realiza un analisis sobre la efectividad de la legislación laboral en los países de América Latina que de manera general presentan índices de desigualdad social.

La legislación laboral ha regulado tradicionalmente las relaciones entre empleadores y trabajadores dependientes. Sin embargo, esta noción ha sido puesta en jaque por la creciente informalización del trabajo asalariado, la expansión de la subcontratación entre empresas y otras formas “atípicas” de contratación, que hacen difícil determinar quién trabaja para quién.

Es preciso determinar en qué medida las normas laborales constituyen un instrumento útil para proteger a los trabajadores asalariados en relación de dependencia y a quienes trabajan bajo otras modalidades, muchas de las cuales pueden ser situadas en una posición intermedia entre la subordinación y la independencia.

Algunos de los factores que inciden sobre el grado de efectividad de la legislación laboral y la exponen a diferentes retos se relacionan con un contexto más amplio que la sola normativa como ser  las formas de inserción en la economía mundial, apertura comercial y presiones competitivas entre otros que son propios de las dinámicas nacionales.

Es decisiva la correlación de fuerzas entre los actores laborales y la fortaleza del estado de derecho: los empleadores se resisten a la regulación, como actores influyentes y sensibles a los costos; los trabajadores tienen problemas para defender sus derechos por sus menores niveles educativos y/o falta de organización; y los fiscalizadores del cumplimiento de las leyes carecen de operatividad necesaria, recursos insuficientes, bajas remuneraciones y sin garantías de estabilidad.

En ese contexto, un elevado número de trabajadores queda fuera de la aplicación de los derechos laborales, tanto por razones de iure o de facto. Los patrones cambiantes de la producción y el trabajo, el debilitamiento del papel regulador de los Estados nacionales en el ámbito socioeconómico y la menguada capacidad de los sindicatos para la representación colectiva han sido identificados como los principales retos de la legislación laboral en el presente.

A nivel Latino América se aprecia una doble transición económica y política por la que atravesó la región en las dos últimas décadas, concentrándose en la identificación de los problemas de diseño de los derechos individuales y colectivos que inciden en dicha efectividad, en su impacto sobre los trabajadores y en las deficiencias que presentan los mecanismos de vigilancia y aplicación.

 

Resalta la influencia de la globalización y el avance vertiginoso de la ciencia y la tecnología. La globalización ha traído como consecuencia la generación de un movimiento liberador que ha originado la masiva privatización de las empresas. Los efectos de esta mutación han puesto a nuestros países bajo un mismo paraguas, obligándonos a la búsqueda de soluciones mancomunadas capaces de extraernos de los predios del subdesarrollo, objetivo que no es posible sea considerado de manera separada con los derechos laborales. En la evolución de los cambios tecnológicos que inevitable y permanentemente se producen en el mundo laboral se llega a la automatización que consiste en usar la tecnología para realizar tareas con muy poca intervención humana. Los robots desplazan a los trabajadores no preparados, pero se gestan nuevos puestos de empleo, destinados a trabajadores más y mejor preparados y capacitados.

Concluyendo se identifica la necesidad de mejorar y ampliar la protección a los trabajadores en la región y fortalecer los aparatos de fiscalización, así como de realizar nuevas reformas a los diseños e instancias de aplicación de la legislación laboral; también que debe aumentar la acción de los Estados y se requieren más espacios de armonización institucional a nivel regional y global para incidir sobre la efectividad de las normas laborales.

La educación está estrechamente relacionada con la competitividad, un país depende de su producción y distribución de sus materias primas y también de la producción y distribución de sus conocimientos que se irradian al mundo, la formación profesional debe contribuir a la obtención de un empleo y a su mejoramiento paulatino. No existe país progresista con hambre y desprovisto de cultura, la educación es garantía básica del desarrollo de un país, sostén de la democracia y pilar invalorable de la libertad, puesto que es imposible construir un país de primera categoría con hombres y pueblos desposeídos, mal preparados.


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