Educar aprovechando las virtudes: del quantum de la sinergia y de las TIC

Miguel Ángel Cornejo en su CD “Educación Integral de Excelencia, Desarrollo Humano”, dice: “Si ponemos un árbol en un determinado suelo que cuente con los elementos necesarios como: clase de terreno, agua, sol y sumamos la información respecto a la consistencia del suelo, a sus nutrientes, a lo que la planta en especial requiere para su desarrollo; tendremos como resultado un árbol vigoroso y saludable y, si este es árbol frutal, tendremos un árbol con muchos y muy buenos frutos, lo que viene a ser el quantum”.

 Análogamente a  lo que sucede con este árbol, podemos imaginar lo que pasaría en el caso de un estudiante: si estamos suficientemente informados de lo que en particular es cada estudiante, si estamos bien informados respecto a la alimentación y cuidados que requiere/ tiene o debe tener,  si como facilitador sabemos conducir con todo profesionalismo el Proceso de Aprendizaje y  Enseñanza (PAE), este estudiante será exitoso, lo que nos demuestra que sumada la información con las actividades que se realicen (energía agregada), tendremos el quantum o salto educativo cualitativo.

Si quantum es la sumatoria de información (capacitación/formación profesional docente), más energía (acciones de padres, estudiantes, profesores); debemos admitir que para lograr el quantum pedagógico, es necesario estar conscientes de la tarea a realizar, para lograr una educación de significativa calidad.

Sinergia es, acción conjunta de varios órganos en la realización de una función y cuyo efecto es mayor a la simple suma de sus componentes. (1 + 2 = 5 por ejemplo) que en educación sería sumar a la activación de las inteligencias múltiples, activación de las esferas del ser humano y de metodologías activo participativas, aplicación de los conocimientos tecno pedagógicos; fortaleceremos, aún más, las posibilidades de un excelente rendimiento educativo.

Si a las virtudes que producirían, en educación, el quantum y la sinergia, sumamos la aplicación de la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC), o elementos tecnológicos (ordenadores, teléfonos, televisores, internet, etc.), ciertamente contamos con la gran posibilidad de abordar/aplicar ventajosamente el ejercicio de una educación de muy buena calidad para todos y para toda la vida.

A las anteriores acciones y uso de medios tecnológicos se adecuan las condiciones materiales/edificaciones en sujeción a la arquitectura pedagógica (áreas/sectores, tamaño, iluminación, ventilación, orientación, forma, calidad, etc.), mobiliario, medios tecnológicos, etc. con una ratio por clase dentro de la capacidad por docente; etc. estaríamos bien instalados y en condiciones de hacer gestión de calidad/éxito, en términos de rendimiento educativo. 

Si se prefiere aplicar el PEA, (Proceso de Enseñanza Aprendizaje) que es lo que siempre se hizo desde la creación de la escuela pública en el siglo XVIII, consistente en la artesanía de la enseñanza, donde el profesor memoriza temas, textos, enciclopedias y transfiere de su cabeza a la cabeza de los estudiantes, que deben memorizar y repetir en los llamados exámenes como saber propio, para que según sean sus respuestas, sabe, medio sabe o no sabe o en definitiva aprueba o reprueba.

Si por el contrario se prefiere el PAE (Proceso de Aprendizaje Enseñanza) o ejercicio de la ciencia de la construcción del conocimiento, una acción propia del estudiante, al ser él quien investiga, crea, modifica y concreta/concluye su saber/conocimiento de manera autónoma, al que el profesor motiva/provoca, dirige, apoya, valida y evalúa. En caso del PAE lo que el estudiante logra construir son conceptos propios, expresarlos en sus propias palabras y vale el resultado de su propio trabajo y no la memorización de hechos/estudios ajenos a memorizar y repetirlos por saber propio.

Tanto el PEA como el PAE requieren una diferente manera de evaluar, toda vez que, el primero debe recurrir a mecanismos que demuestren cuanto se memorizó de lo que enseñó o explicó el profesor, y el segundo debe demostrar lo que el estudiante descubrió/construyó utilizando diferentes técnicas de aprendizaje y por propio razonamiento. 

Creo que en Bolivia se está en condiciones de aplicar plenamente esta nueva forma de hacer educción (PAE) a la que anexaríamos la Neuropedagogía por su importancia de saber cómo aprende el cerebro, órgano, central del proceso educacional; toda vez que, como profesionales docentes estudiosos todos tienen la capacidad para poner en práctica sus conocimientos; quizás lo que falta es la disposición legal para aprovechar las virtudes del quantum, la sinergia y las TIC.


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