Coronavirus: Pruebas, resultados y otros asuntos del centralismo

La crisis del coronavirus ha dejado al descubierto las carencias estructurales del sistema de salud, también las debilidades de gestión de un Gobierno concentrado en otras cosas y que no vio venir el problema, pero sobre todo, está exponiendo los límites de un modelo autonómico que es...

La crisis del coronavirus ha dejado al descubierto las carencias estructurales del sistema de salud, también las debilidades de gestión de un Gobierno concentrado en otras cosas y que no vio venir el problema, pero sobre todo, está exponiendo los límites de un modelo autonómico que es pisoteado por aquel que gobierne de forma sistemática.
Tarija es el departamento al que menos pruebas se le han realizado, y cuyos resultados tardan al menos cuatro días
Tarija, aun hoy, con los precios del petróleo por los suelos, volverá a ser la región que más aporte en la producción de hidrocarburos - con más del 60 por ciento de la producción nacional -, algo que lleva haciendo dos décadas sin pausa. Con todo, es el último departamento en recibir la atención merecida.

Con los datos del domingo en la noche, a Tarija se le habían procesado apenas una treintena de muestras de pacientes sospechosos de portar el virus Sars Cov 2, de las que tres habían salido positivas. En Beni, por ejemplo, se habían realizado unas cincuenta a pesar de – supuestamente - no tener ningún caso positivo, mientras que en el eje central – Cochabamba, Santa Cruz y La Paz - se han realizado casi 3.200 de las 3.600 realizadas en el país.

No es solo el problema numérico, que no es menor, sino también de frecuencia. En promedio, un caso sospechoso en Tarija tarda entre 72 y 96 horas en ser confirmado por laboratorio, lo cual tiene sus evidentes complicaciones en el monitoreo de contactos y pacientes vinculados que deben ser aislados estrictamente y en cadena.

Por este motivo y no por otro es por el que se ha insistido tanto en la implementación de un laboratorio propio – para el que Tarija ya tenía máquinas propias, pero no reactivos – y que hasta la fecha no funciona. Fue el ministro de Hidrocarburos, delegado presidencial en la crisis, Víctor Hugo Zamora, el que prometió la implementación en “48 horas” y que después tuvo que matizar. Han pasado prácticamente cuatro semanas y las muestras de Tarija tienen que seguir volando hasta otros departamentos y guardar la fila, porque simplemente no se ha implementado por mucho que el Ministro insista en hacer “actitos” de entrega de insumos en los que falta lo esencial: los reactivos.

Por si no era bastante, el Gobierno Nacional ha tomado decisiones como la de decretar el feriado del 15 de abril cuando la Gobernación había visto por conveniente no alterar los planes nacionales sobre la cuarentena y dejarlo correr; o darse el “gusto” de confirmar un caso positivo de coronavirus sin siquiera hacer el llamado de cortesía al Sedes departamental para que tengan la constancia.

La situación generó un desgaste de la institución departamental intolerable, pues muchos le exigían saber sin tener en cuenta que las pruebas se están haciendo a centenares de kilómetros, y con cuentagotas.

Tarija está en la incertidumbre no por las decisiones propias, sino por las incoherencias del Gobierno nacional, que un día prohíbe que se desplacen estudiantes a sus provincias y otro repatría en avión a ciudadanos desde zonas críticas que se van directamente a sus casas; porque paraliza la circulación de la hoja de coca pero no puede controlar las fronteras, y sobre todo, porque toma decisiones resignado y pensando en el sistema y no es sus ciudadanos.

Médicos, personal de Salud, expertos internacionales y hasta la mismísima OMS, siempre tan a remolque, lo tienen claro: pruebas, pruebas, pruebas. Un mes y diez días después de que estallase la emergencia en Bolivia, el Gobierno sigue sin estrategia más allá de mantenernos meses en cuarentena con un bono de 500 bolivianos. Es tiempo de que Tarija ejerza su autonomía con valentía y responsabilidad. Es tiempo de acción para la Gobernación, cuyo titular, Adrián Oliva ha acumulado experiencia suficiente para tomar las decisiones que la urgencia obliga para el bienestar de todos los tarijeños.

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