11.000 científicos y Di Caprio
Presento una combinación de dos fuentes acerca de un futuro catastrófico ante los efectos del cambio climático. La primera es una publicación en sociedad entre el American Institute of Biological Sciences (AIBS) y la Universidad de Oxford que hacen un llamado a todos los responsables...
Presento una combinación de dos fuentes acerca de un futuro catastrófico ante los efectos del cambio climático. La primera es una publicación en sociedad entre el American Institute of Biological Sciences (AIBS) y la Universidad de Oxford que hacen un llamado a todos los responsables políticos y empresariales y a la población mundial sobre la inminencia de una catástrofe climática o, según sus palabras, una amenaza catastrófica. Son 11.000 científicos de todo el mundo que publicaron un informe devastador sobre el cambio climático y sus consecuencias para el medio ambiente y la sociedad, con gráficos ilustrativos y muy convincentes.
La segunda es un documental simple y directo, Ice on fire, que fue producido y relatado por el famoso actor Leonardo di Caprio en 2019, que da palestra a una decena de científicos de todo el mundo que tienen la oportunidad de ponernos a todos en ascuas. Ambos trabajos deberían ser difundidos a toda la sociedad, y principalmente a los establecimientos académicos. En un medio absorbido por dengues y merengues de los afanes políticos, y considerando que el anterior gobierno no aceptaba la palabra científica del imperio con argumentos retorcidos, se hace más que imprescindible difundir el ultimátum científico que nos plantean ambas fuentes: no queda mucho tiempo para revertir esta catástrofe, quizás unos cuantos años.
Cada fuente, y a su manera, establecen las acciones que sin más dilaciones se deben ejecutar. En primer lugar, se deben cambiar las matrices de todo el sistema de energía que sostienen el desarrollo material. No podemos seguir con el uso indiscriminado de combustibles fósiles y las emisiones de dióxido de carbono. Segundo, se debe reducir drásticamente los contaminantes de corta duración como el metano, lo cual fue últimamente analizado y puesto en el debate. Tercero, debemos proteger y restaurar los ecosistemas (ejemplo: un plan de recuperación de las pérdidas ocasionadas por los incendios en la Chiquitanía). Cuarto, debemos consumir menos carne y más vegetales. Quinto, debemos ser más austeros y evitar la sobreexplotación de los ecosistemas. Por último, debemos ser menos prolíficos y reducir el crecimiento poblacional.
El informe del AIBS es claro. La mayor culpa de esta catástrofe es de los países ricos y del consumo excesivo de su estilo de vida. Pero evitemos engaños politiqueros. Todos sin excepción debemos revertir esta situación. Según ese informe, solo queda una generación para evitar la irreversibilidad de esta debacle y la muerte de todos, humanos y animales, en un horno que lo llaman “Tierra de invernadero”.
* Arquitecto.
La segunda es un documental simple y directo, Ice on fire, que fue producido y relatado por el famoso actor Leonardo di Caprio en 2019, que da palestra a una decena de científicos de todo el mundo que tienen la oportunidad de ponernos a todos en ascuas. Ambos trabajos deberían ser difundidos a toda la sociedad, y principalmente a los establecimientos académicos. En un medio absorbido por dengues y merengues de los afanes políticos, y considerando que el anterior gobierno no aceptaba la palabra científica del imperio con argumentos retorcidos, se hace más que imprescindible difundir el ultimátum científico que nos plantean ambas fuentes: no queda mucho tiempo para revertir esta catástrofe, quizás unos cuantos años.
Cada fuente, y a su manera, establecen las acciones que sin más dilaciones se deben ejecutar. En primer lugar, se deben cambiar las matrices de todo el sistema de energía que sostienen el desarrollo material. No podemos seguir con el uso indiscriminado de combustibles fósiles y las emisiones de dióxido de carbono. Segundo, se debe reducir drásticamente los contaminantes de corta duración como el metano, lo cual fue últimamente analizado y puesto en el debate. Tercero, debemos proteger y restaurar los ecosistemas (ejemplo: un plan de recuperación de las pérdidas ocasionadas por los incendios en la Chiquitanía). Cuarto, debemos consumir menos carne y más vegetales. Quinto, debemos ser más austeros y evitar la sobreexplotación de los ecosistemas. Por último, debemos ser menos prolíficos y reducir el crecimiento poblacional.
El informe del AIBS es claro. La mayor culpa de esta catástrofe es de los países ricos y del consumo excesivo de su estilo de vida. Pero evitemos engaños politiqueros. Todos sin excepción debemos revertir esta situación. Según ese informe, solo queda una generación para evitar la irreversibilidad de esta debacle y la muerte de todos, humanos y animales, en un horno que lo llaman “Tierra de invernadero”.
* Arquitecto.