Tarija y la Sociedad del Conocimiento

Theodore Schultz, premio Nobel de economía en 1979, desarrolló la teoría del “capital humano”. El desarrollo de esta teoría se inicia reconociendo que para la explicación de ciertos fenómenos macroeconómicos (como por ejemplo el crecimiento del ingreso) es necesario incluir, además de...

Theodore Schultz, premio Nobel de economía en 1979, desarrolló la teoría del “capital humano”. El desarrollo de esta teoría se inicia reconociendo que para la explicación de ciertos fenómenos macroeconómicos (como por ejemplo el crecimiento del ingreso) es necesario incluir, además de los factores de capital y trabajo, un tercer factor, el “capital humano”, que considera el conjunto de habilidades y capacidades de los trabajadores. Estas “habilidades” no son otra cosa que la adquisición de conocimiento, del saber, que se obtiene por medio de la educación. Postula que a mayor educación, mayor crecimiento económico.

Hace 40 años los países desarrollados comenzaron grandes revoluciones, pero no como revoluciones de izquierdas o derechas, sino revoluciones del conocimiento. Singapur, Hong Kong, Taiwán , Estonia o Corea del Sur, hace algunas décadas eran países muy pobres, algunos hasta comunistas, sin embargo, ahora lideran los rankings de desarrollo, y las pruebas de conocimiento y educación como la “prueba PISA”, que mide el nivel de formación escolar.

Ni qué decir Estados Unidos, Europa o Asia, donde se encuentran las mejores universidades del mundo. Estados Unidos tiene 320 millones de habitantes y concentra el 25% del PIB mundial. Toda Latinoamérica tiene alrededor de 700 millones de habitantes y produce menos del 4% del PIB mundial. ¿A qué se debe esto? A la educación y a la innovación. La mayor cantidad de patentes del mundo se producen en Estados Unidos, Europa y China; donde está el conocimiento de élite. Este fenómeno está abriendo la discusión, para que el PIB “Producto Interno Bruto” sea acompañado por el CIB “Conocimiento Interno Bruto”, basado en producción cuantitativa y la circulación del conocimiento producido en todo lugar y por todos, y que circula también por todas partes y con todos: aumentando la producción de conocimiento aumentará el PIB de un país, maximizando el uso de materia prima y reduciendo desigualdades.

Por tanto, en el siglo 21, las sociedades enfrentan el reto de adaptarse a un rápido proceso de transformación hacia la construcción de Sociedades del Conocimiento.

¿Pero qué entendió América Latina, o Bolivia y Tarija de esto? Muy poco o nada. Chile, desde la década del 80, envió a sus jóvenes al exterior, muchos a la Universidad de Chicago, donde de la mano del mismísimo Milton Friedman entendieron hacia dónde va el mundo, y hoy Chile es el país más desarrollado y con menos desigualdades de América Latina. Colombia y Ecuador, crearon el Icetex y el Senescyt respectivamente, programas de formación de recursos humanos en las mejores universidades del mundo; ambas experiencias, están cambiando el paradigma de desarrollo de estos países.

En Bolivia, la mayoría de los gobiernos poco o nada hicieron por mejorar la educación. Lo más destacable fue la “Reforma educativa”. En lo que respecta a la importación de conocimiento, absolutamente nada.

En los últimos 15 años vivimos la época de las vacas gordas, tanto a nivel nacional como departamental. Por Tarija pasaron 5500 millones de dólares en este periodo, se gastó en todo, hasta en elefantes blancos, menos en lo importante.

Constituimos un modelo fallido, que tiene 4 fallas estructurales. Primera, la total dependencia del gas; segunda, la corrupción e impunidad; tercera, el modelo de Estado y la distribución del poder; y cuarta, la falta de capacidades, esta última vinculada a la educación y formación de calidad.

En contraste, el reto es superar este modelo, y humildemente planteamos una propuesta que tiene a las Alianzas Públicas Privadas + Economía Naranja + Exportación de Productos de Alto Valor * Educación de Calidad = Nuevo modelo de desarrollo.

A partir de esto, en agosto del 2014, en mi paso por el Comité Cívico, propusimos junto al Vicerrector Anselmo Rodríguez y el Presidente de la Federación de Empresarios Álvaro Baldivieso, una ley para que el 1% de las regalías de Tarija (en ese momento 40 millones de bolivianos) vaya destinado a un fondo de becas. La propuesta fue rechazada por la Asamblea de ese entonces y por Lino Condori.

En 2017, nuestra propuesta volvió a cobrar vigencia; pero esta vez encontramos la voluntad política y la visión del Gobernador Adrián Oliva y el apoyo de los rectorados de nuestras tres Universidades, Gonzalo Gandarillas, Virginia Ruiz y José Loayza, y la Federación de Empresarios, Durante 6 meses ajustamos la ley, y diseñamos el Programa “Líderes Innovadores del Bicentenario”, que rescata la idea de formar a los mejores alumnos en el exterior, en áreas específicas y potenciales del nuevo modelo económico, con la condición que retornen y puedan desarrollar sus capacidades en el sector privado y público, promuevan la competitividad y estimulen la innovación.

El 12 de Marzo del 2018 este proyecto fue presentado a la Asamblea Departamental, mediante el asambleísta Basilio Ramos. El 11 de diciembre de 2018 se aprobó la ley 352, y en marzo de 2019, el Ejecutivo, promulgó el reglamento.

Mañana, 22 de abril de 2019, se inicia en Tarija la Revolución del Conocimiento. Se lanza la primera convocatoria de Becas: 30 becas, en 6 grandes áreas, bajo la modalidad de “postulación directa”. En 30 días la segunda convocatoria de becas, destinada a la alta gerencia y luego la tercera, especialidades médicas en áreas urgentes. La meta es formar a 1000 profesionales hasta el 2030. El requisito fundamental, la excelencia académica, que será evaluada por las casas de estudio.

En algunos meses tendremos vallunos en España, mendeños en Francia, chaqueños en Estados Unidos, formándose, asimilando conocimiento y por sobre todo cambiando su forma de pensar y concebir el desarrollo. Entender te cambia la vida.

Vamos a dar el primer paso para construir la sociedad del conocimiento; estamos consolidando una política de Estado, que va más allá de los intereses y colores políticos, por lo que quiero resaltar la voluntad y apoyo de muchos actores, sin cuya participación esto no hubiese sido posible; quiero agradecer al Gobernador, a los rectores de las tres Universidades, a la de Asamblea Departamental a la cabeza de su presidente y a todas las bancadas; al equipo técnico del programa, a los tarijeños a lo largo y ancho del mundo que desde hace años vienen apoyando esta iniciativa. Esto me devuelve la esperanza; podemos pensar diferente, pero pensemos juntos para construir un futuro en común, y que por fin entendamos en Tarija y el País, que en el siglo del conocimiento, la educación lo es todo.

*Secretario De Coordinación Institucional de la Gobernación del Departamento de Tarija

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