Educar en libertad de expresión
La libertad de expresión es la señal más expresiva de la democracia, al ser un mecanismo que permite al ser humano exponer sus ideas de manera libre y espontánea. Este ejercicio de exponer libremente nuestras ideas permite construir consensos o identificar disensos que nos promueven...
La libertad de expresión es la señal más expresiva de la democracia, al ser un mecanismo que permite al ser humano exponer sus ideas de manera libre y espontánea. Este ejercicio de exponer libremente nuestras ideas permite construir consensos o identificar disensos que nos promueven avanzar en la construcción de derechos de bien común; derechos de todos.La libertad de expresión, al ser un acto de comunicación, puede ser oral, escrita o gestual con los que igual se ofende, se hiere, se lastima o se construyen propósitos y se llega a acuerdos entre personas o grupos de personas.Al fragor de este juego de exponer ideas de manera libre, se suele descubrir la verdad y se elaboran conceptos, conclusiones, reglas y normas; teniendo como únicos límites, no ofender ni hacer daño nadie. No se debe incitar al odio ni a la violencia. Recordemos que nuestro derecho termina donde comienza el del otro.Para ejercitar la libertad de expresión en el proceso de aprendizaje, se deben realizar trabajos de grupos de aprendizaje participativo - cooperativo, debates, juegos de papeles, sociodramas, teatro, mesas de arena, el cine escolar, trabajos en papel corrugado, las interpelaciones, réplicas, etc., de modo que, se practique la libertad de expresión tanto verbal como gestual y escrita, en sustitución de la simple aplicación de un consejo, norma o regla que el maestro la da a conocer de manera pasiva y, hasta intrascendente.Tengamos en cuenta que el amor y no el odio, la paz y no la violencia, son valores a desarrollar y que además se entrelazan con el respeto, el bien, la tolerancia, la empatía, la amistad, la igualdad, el trabajo, la participación, la solidaridad etc. en las diferentes estrategias de aprendizaje y que se los debe fortalecer en su formación durante los procesos de educación de los estudiantes en los diferentes niveles, de la estructura educativa. Educación para toda la vida.Sin duda que aprendiendo valores, ejercitando los mismos podremos aportar con mayor firmeza y efectividad a desarrollar personalidades con alta libertad de expresión de los seres humanos y de los ciudadanos en general, para actuar más apropiadamente en la construcción de la democracia, con la participación de todos con espíritu constructivo y pacífico.Quizás lo que sucede muy a menudo en nuestro contexto es que a veces hacemos uso y abuso de nuestra libertad de expresión, encolerizados y disgustados, lo que nos lleva a expresarnos mal y hasta a despotricar contra alguien, al que se lastima, hiere y ofende, al no ser una apropiada forma de hacerlo.Para crear un clima fraterno, amigable, empático en las relaciones humanas, en nuestras relaciones con otras personas, es necesario un mejor conocimiento y ejercicio de nuestra libertad de expresión, lo que redundaría en más comprensión, más unidad y consiguientemente en mejores resultados de lo que nos propongamos hacer por el bien común. Evitaríamos los enfrentamientos y confrontaciones ácidas entre grupos, entre personas, entre regiones y entre pueblos. Habría más amistad, más paz.Recordemos que libertad de expresión no es decir lo que me venga en gana, sino cuanto corresponda propositivamente, para construir consensos y bienestar para todos, no para destruir.Si aplicamos la libertad de expresión en buen sentido, podemos ser personas más activo participativas y construir una sociedad más integrada, más unida y más útil; una vida más agradable, donde se puede convivir respetando las diferencias de opinión.