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No descuidar la salud

Más adelante, el mandato es aún más perentorio, en el artículo #/: “El Estado tiene la obligación indeclinable de garantizar y sostener el derecho a la salud, que se constituye en una función suprema y primera responsabilidad financiera. Se priorizará la promoción de la salud y la...

Más adelante, el mandato es aún más perentorio, en el artículo #/: “El Estado tiene la obligación indeclinable de garantizar y sostener el derecho a la salud, que se constituye en una función suprema y primera responsabilidad financiera. Se priorizará la promoción de la salud y la prevención de ls enfermedades”.Como declaración, hermosa. Como realidad estamos muy lejos y, al contrario, en la medida en que muchos sectores pugnan por debilitar al Estado, por subalternizarlo en todos los frentes y por privatizar todo, dándole a todo valor comercial y “reglas” de mercado, la salud es siempre una de las más perjudicadas.La que ahora “en capilla” es la Caja Nacional de Salud, de la cual ya explícitamente, se ha dicho que es insostenible y a la cual hace tiempo que se la somete a recortes de todo tipo, reduciéndola en beneficio de cajas “sectoriales”, o condenándola a la anemia crónica por las deudas impagas que tiene, especialmente por parte de instituciones del Estado, precisamente.Muchos recordamos la original Caja Nacional de Seguridad Social, que en 1956 fue una vanguardia del modelo de Estado de Bienestar, que ahora se empañan en mencionar como algo arcaico, obsoleto, anacrónico. No es así. Solamente el Estado tiene la capacidad suficiente para impulsar a una sociedad en sus fases primarias de desarrollo. La historia lo demuestra con Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón, Alemania y últimamente China. Es una lección que debemos aprender y no dejar que nos la tergiversen. Donde está el quid de la cuestión es en “conducir bien” el Estado, es decir, gobernar bien. Y esa es otra historia.Pero vamos a redondear ideas sobre la Caja Nacional de Salud. Es un tema urgente, de interés nacional, y todos debemos interesarnos en que se maneje bien. Se ha dicho que en este momento la administración pública le está debiendo a la CNS más de 600 millones de pesos y que pese a que el Estado tiene la mayor cantidad de afiliados a la CNS, el gobierno no ha hecho el esfuerzo proporcional por saldar esa que mantiene a la Caja al borde de la quiebra.Debemos admitir que en Bolivia la salud es todavía un artículo de lujo para la gran mayoría de nuestros compatriotas, especialmente en el área rural.Y en cuanto a salud preventiva, o sea la que precisamente recomienda el artículo 37 de nuestra constitución, todas las semanas tenemos noticias irrefutables de que no se está cumpliendo. Algunos bolivianos, pocos, porque seguimos siendo un país “pobre”, buscan atención médica a través de seguros privados.Esa no es solución. Tenemos que, como sociedad, trabajar por la salud pública, universal, eficiente. No hay alternativas

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