Crónica política de la semana
Del “inusual” silencio de Evo al pulso por las primarias
El presidente Luis Arce ha movido fichas para asegurarse el fin de gestión entre leales y con consenso de las organizaciones sociales. Evo Morales parece definir un nuevo plan tras las “decepciones”
Semana de alta actividad política que incluyó un cambio de gobierno que pasó casi desapercibido; un inusitado silencio de Evo Morales; el recalentamiento de la campaña electoral en la oposición, incluyendo el enésimo debate sobre las Primarias y también una constatación: lo que cotó muelas sacar en Diputados puede quedar encallado para siempre en el Senado… Por partes.
Arce, con las botas puestas
Por lo general un cambio de gobierno es una noticia de alto impacto, pero esto no ha sucedido en esta ocasión. Arce eligió un anodino martes para mover cinco ministros de una tacada: Minería, Cultura, Educación, Desarrollo Rural y Medio Ambiente. Lo que parecía una revolución resultó un intercambio de fichas con marcialidad y sin florituras, pues se trataba de movimientos de consenso dentro de los Movimientos Sociales del Pacto de Unidad, seguramente calculados al milímetro, pues a nadie menos que al presidente y su círculo rojo le interesa abrir ahora cualquier cisma.
Algunos operadores insisten en que se proyectó el acto para sacrificar a alguno de los peces gordos de la gestión camuflado con el resto, pero no resultó. Arce mantiene a su columna vertebral: María Nela Prada en Presidencia, Iván Lima en Justicia y Eduardo del Castillo en Gobierno, y a todo su equipo de colaboradores en la gestión económica, que al fin y al cabo son la generación que lo viene acompañando desde siempre – Montenegro, Durán, Cusicanqui, etc. -. No hay cesión ni concesión por mucha crítica que se genere.
El mensaje fue aún más nítido entre las bases del partido azul: quien le apoye recibirá su parte a su debido momento, mucho más de lo que puede prometer el expresidente Evo Morales, quien además ha entrado en una especie de espiral destructiva cargando contra cualquier excolaborador que no se alinee herméticamente.
El silencio de Evo
Otra característica de la semana ha sido precisamente el inusual silencio de Evo Morales, que desde el ampliado del domingo, donde volvió a ser nominado presidente por el partido en un acto que el TSE no quiere reconocer, apenas se ha prodigado por sus redes sociales para hablar de asuntos internacionales y muy poco para presionar al gobierno, como venía siendo costumbre.
El silencio de Evo desata cuatro líneas de interpretación sobre las causas y consecuencias. La primera tiene que ver precisamente con una sensación de vacío que le ha quedado después de confrontar con el mismísimo Álvaro García Linera y acusarlo de todo y de nada, pero que le obliga a repensar su estrategia si de verdad quiere ganar ese pulso y volver a ser presidente, que no candidato, aunque también.
La segunda se interpreta en clave internacional. Luis Arce culminó la semana pasada una gira en Celac y en el Foro de País Exportadores de Gas donde se reunió, entre otros, con altos representantes de Brasil, de China, de Irán y de Cuba, algo así como el cinturón de seguridad de siempre de Morales, de quienes escuchó alguna vez consejos y aceptó ayudas, pero que ahora parecen decantarse por Luis Arce, al que le ven mayor viabilidad electoral a poco que se logre controlar la confianza en la economía. Es posible que alguien le haya hecho llegar algún mensaje a Morales.
La tercera es táctica. El Alto celebraba aniversario y su popularidad en la ciudad emblemática para las revoluciones recientes no es buena. Esta vez ha preferido quedarse en un segundo plano por lo que pudiera pasar.
La cuarta tiene que ver con el muy incómodo caso de su hijo con Gabriela Zapata: nadie es capaz de hilar un relato medianamente coherente ni siquiera ante los tribunales. Gabriela Zapata, en su drama personal, es consciente de que el poder ha cambiado de manos y de momento parece dispuesta a jugar a un juego que Morales sabe que le daña profundamente en el plano moral y que ya le hizo perder una votación clave en 2016.
Eso sí, lo que desde luego no va a pasar, al menos por ahora o por estas causas, es que Morales vaya a renunciar a sus aspiraciones de ser candidato, aunque sea a costa de sus opciones de ser presidente. Hoy toca programa en Kawsachun Coca. Veremos.
Oposición: el debate de las Primarias
Como la carrera electoral viene recalentada y nadie tiene plan B, la oposición ha decidido abrir el melón de las Primarias, que tampoco el MAS – Gobierno ha acabado de analizar, mientras que el MAS de Evo tiene claro que quiere repetir la experiencia de 2018: padrón exclusivo de militantes con los binomios aprobados por la dirección de cada partido.
La propuesta de Mesa va por otro lado: primarias abiertas a toda la ciudadanía y con más de un candidato por frente. La propuesta por cierto está acordada con el evismo en el Senado dentro del documento que llevó a Andrónico Rodríguez a revalidar su cargo. La propuesta de Mesa también juega con el calendario llevando la cota clave hasta julio de 2025, para alargar aún más la campaña.
Mesa confía en sacar ventaja no solo de su perfil, sino también de la gestión de su partido en la oposición sobre todo estos últimos meses donde parece haber arrancado cosas, aún con la mancha de tener un 25% de tránsfugas. La propuesta ha sido secundada por algunos pesos pesados de la oposición como Manfred Reyes Villa o Samuel Doria Medina, aunque no acaba de dejar claro cual será el sistema para inscribir las alianzas que diriman el binomio en unas primarias, pues lo normal sería que cada cual compitiera con los de ideología similar, sea opositor liberal, socialdemócrata o de izquierda. Algunos constructivos han propuesto que solo se tomen en cuenta los binomios que superen el 10% de la votación.
Por otro lado, la oposición extraparlamentaria, que ha avanzado un acuerdo que suma a unos 40 políticos de diferente tendencia pero que por lo general, lidera Agustín Zambrana con El Búnker, ya han advertido que no quieren concurrir con el Padrón actual, lo que anticipa una batalla por la institucionalidad del proceso que puede tener resultados ciertamente decepcionantes.
La carrera se ha largado. A partir de aquí puede pasar cualquier cosa.