Morales inaugura Planta Industrial de Cloruro de Potasio
El presidente Evo Morales inauguró el domingo la Planta Industrial de Cloruro de Potasio, emplazada en Uyuni, departamento de Potosí, cuya capacidad de producción es de 350 mil toneladas al año, y es parte de la estrategia para la industrialización del litio en Bolivia. “Es un orgullo...



El presidente Evo Morales inauguró el domingo la Planta Industrial de Cloruro de Potasio, emplazada en Uyuni, departamento de Potosí, cuya capacidad de producción es de 350 mil toneladas al año, y es parte de la estrategia para la industrialización del litio en Bolivia.
“Es un orgullo para los bolivianos, esta planta cien por cien de los bolivianos y con plata de los bolivianos, eso nunca en la historia había antes (...) Día histórico, ahora tenemos industria”, indicó en el acto.
La Planta Industrial de Cloruro de Potasio demandó una inversión de 188,1 millones de dólares, recursos propios del Estado, monto que se recuperará en los próximos cinco años.
El cloruro de potasio que producirá la planta favorecerá la industria agrícola, pues aumentará el rendimiento de los cultivos, mejorará los frutos y generará resistencia a las enfermedades.
Morales manifestó que, con la actual planta, Bolivia se ubica en el noveno lugar de la industria de cloruro de potasio en el mundo y en el tercero de Sudamérica.
“Bolivia ya no es un país enano, mendigo, dimos pasos importantes con la industrialización”, mencionó.
Indicó que ya se superaron las plantas piloto y después de la actual vienen otras de hidróxido de litio, de cátodos y después la de baterías de litio, con lo se ingresará plenamente en la etapa de la industrialización.
Recordó también el intento de los gobiernos neoliberales de entregar el Salar de Uyuni, que tiene una gran reserva de litio, a empresas transnacionales, en este caso a la “Litco” de Estados Unidos; sin embargo, la defensa de los cívicos de entonces frenó ese proyecto que solo apuntaba a llevarse los recursos naturales del país.
Hoy los tiempos cambiaron, reflexionó, quien señaló que gracias a la estabilidad social y política y una boyante economía se pueden contar con industrias, que serán administradas por los futuros profesionales.
Recomendó a los trabajadores de la nueva planta hacer de esa un “modelo” para demostrar al mundo que los bolivianos sí pueden dirigir sus grandes emprendimientos, además recalcó que no se generen conflictos que vayan en desmedro de la producción.
Por su parte, el ministro de Energías, Rafael Alarcón, calificó la planta de una “megaobra” que se alza en medio del Salar de Uyuni, que costó mucho esfuerzo y que partió de la mirada visionaria del presidente.
“Una de las más importantes infraestructuras de Potosi, es un sueño cumplido, Potosí ha vivido tiempos difíciles cuando se entregaban los recursos naturales a transnacionales, ahora por cuenta propia se tiene esta planta”, señaló.
El viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Luis Alberto Echazú, coincidió con Alarcón al señalar que Morales fue un “visionario” pues hace 10 años nadie había visto el potencial que tiene el país e iniciar la construcción de grandes industrias.
“Es un orgullo para los bolivianos, esta planta cien por cien de los bolivianos y con plata de los bolivianos, eso nunca en la historia había antes (...) Día histórico, ahora tenemos industria”, indicó en el acto.
La Planta Industrial de Cloruro de Potasio demandó una inversión de 188,1 millones de dólares, recursos propios del Estado, monto que se recuperará en los próximos cinco años.
El cloruro de potasio que producirá la planta favorecerá la industria agrícola, pues aumentará el rendimiento de los cultivos, mejorará los frutos y generará resistencia a las enfermedades.
Morales manifestó que, con la actual planta, Bolivia se ubica en el noveno lugar de la industria de cloruro de potasio en el mundo y en el tercero de Sudamérica.
“Bolivia ya no es un país enano, mendigo, dimos pasos importantes con la industrialización”, mencionó.
Indicó que ya se superaron las plantas piloto y después de la actual vienen otras de hidróxido de litio, de cátodos y después la de baterías de litio, con lo se ingresará plenamente en la etapa de la industrialización.
Recordó también el intento de los gobiernos neoliberales de entregar el Salar de Uyuni, que tiene una gran reserva de litio, a empresas transnacionales, en este caso a la “Litco” de Estados Unidos; sin embargo, la defensa de los cívicos de entonces frenó ese proyecto que solo apuntaba a llevarse los recursos naturales del país.
Hoy los tiempos cambiaron, reflexionó, quien señaló que gracias a la estabilidad social y política y una boyante economía se pueden contar con industrias, que serán administradas por los futuros profesionales.
Recomendó a los trabajadores de la nueva planta hacer de esa un “modelo” para demostrar al mundo que los bolivianos sí pueden dirigir sus grandes emprendimientos, además recalcó que no se generen conflictos que vayan en desmedro de la producción.
Por su parte, el ministro de Energías, Rafael Alarcón, calificó la planta de una “megaobra” que se alza en medio del Salar de Uyuni, que costó mucho esfuerzo y que partió de la mirada visionaria del presidente.
“Una de las más importantes infraestructuras de Potosi, es un sueño cumplido, Potosí ha vivido tiempos difíciles cuando se entregaban los recursos naturales a transnacionales, ahora por cuenta propia se tiene esta planta”, señaló.
El viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Luis Alberto Echazú, coincidió con Alarcón al señalar que Morales fue un “visionario” pues hace 10 años nadie había visto el potencial que tiene el país e iniciar la construcción de grandes industrias.