La CIJ dio su fallo, Chile no está obligada a negociar con Bolivia
Contundente y claro, así fue el veredicto que dio la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la demanda que interpuso Bolivia contra Chile. Por 12 votos a tres, la CIJ declaró que Chile no tiene obligación de negociar una salida al mar soberana para Bolivia. Lo empezó como una fiesta...



Contundente y claro, así fue el veredicto que dio la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la demanda que interpuso Bolivia contra Chile. Por 12 votos a tres, la CIJ declaró que Chile no tiene obligación de negociar una salida al mar soberana para Bolivia.
Lo empezó como una fiesta en todo el país, terminó con un sabor a derrota y frustración para los bolivianos. Aunque para las autoridades del Gobierno nacional ésta lucha no acabó este 1 de octubre de 2019, pues se buscarán alternativas “porque la causa marítima es irrenunciable”.
Expectativa
La expectativa en los bolivianos estaba sembrada, sobre la posibilidad de que Bolivia tenga una salida soberana al mar. En todo el país hubo concentración de personas que esperaban atentamente a que la CIJ diera su veredicto sobre la demanda marítima.
Se tenía casi lista una fiesta, especialmente en la sede de Gobierno, donde previa a la lectura del fallo hubo una ceremonia ancestral.
Las redes informativas del eje central enviaron corresponsales para transmitir en exclusiva la sesión de la CIJ. En primera fila se observaba al presidente Evo Morales Ayma, quien asistió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya acompañado de algunas autoridades, como el Canciller, Diego Pary, la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, el presidente de la Cámara de Senadores, Milton Baron, y los expresidentes, Carlos Mesa, Jorge Quiroga y Eduardo Rodríguez Veltzé.
El resultado no fue el esperado. A las 09.00 de la mañana el presidente de la CIJ, el somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf, inició la lectura del fallo.
“La Corte por 12 votos contra tres concluye que la República de Chile no contrajo la obligación legal de negociar un acceso soberano al océano Pacífico para el Estado Plurinacional de Bolivia”, señala la parte dispositiva de la sentencia.
La CIJ descartó los ocho argumentos jurídicos que Bolivia planteó para sostener que Chile contrajo obligación de negociar una salida al mar.
Primero declaró que “los instrumentos bilaterales invocados por Bolivia no establecen la obligación por parte de Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico”.
Segundo, señaló que “la obligación acceso soberano al mar no puede fundarse en ninguno de los actos unilaterales de Chile a los que hace referencia Bolivia”.
También se descartaron las figuras legales de la aquiescencia, el estoppel o impedimento y la expectativa el acceso soberano.
La Corte también descartó que la obligación de negociar se fundamente en la Carta de las Naciones Unidas y el estatuto de la OEA, así como en las resoluciones de este segundo organismo.
La CIJ, por último, señaló que tampoco se puede argumentar que los actos sucesivos de Chile constituyan una acumulación exigible de forma jurídica, en una negociación.
La Corte reconoció que la historia, respecto al mar, ha sido dilatada entre Bolivia y Chile, por lo que aclaró que su fallo no implica que los países no puedan encontrar una solución, mediante el diálogo.
“Bolivia y Chile tienen una dilatada historia de dialogo intercambios y negociaciones destinadas a identificar una solución apropiada a la mediterraneidad de Bolivia, tras la guerra del Pacífico y e Tratado de Paz de 1904. La Corte no obstante no puede concluir, basándose en el material presentado a ella que, Chile tenga obligación de negociar con Bolivia”, dijo Yusuf.
Los jueces que votaron a favor de Chile fueron: Yusuf, Ronny Abraham (Egipto), Donald McRae, (Nueva Zelanda, ad hoc por Chile), Peter Tomka (Eslovaquia), Mohamed Bennouna (Marruecos), Antônio Augusto Cançado Trindade (Brasil), Julia Sebuntinde (Uganda), Xue Hanqin (China), Joan Donoghue (Estados Unidos), Giorgio Gaja (Italia), Dalveer Bhandari (India), Kirill Gevorgian (Rusia).
En contra de la sentencia, votaron Patrick Lipton Robinson (Jamaica), Nawaf Salam (Libia) e Yves Daudet (Francia, ad hoc por Bolivia).
Lo que empezó como una fiesta terminó en frustración. Tras escuchar el veredicto de la CIJ poco a poco las plazas de algunas ciudades del país se fueron vaciando. “Qué macana, yo pensé que nos iría mejor”, comentaba un transeúnte en La Paz, mientras volvía a su oficina.
“Algún día volveremos al mar, Dios es grande y nos hará justicia”, decía un taxista en Tarija mientras escuchaba por radio las repercusiones que dejó el veredicto de la CIJ.
Bolivia y Chile acatarán el fallo, mantendrán diálogo
Luego de que se conoció el fallo de la CIJ, el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, dijo que el país acatará el veredicto e hizo énfasis en que la Corte invocó a mantener el diálogo para resolver los temas pendientes que existen con Chile, entre ellos, el enclaustramiento marítimo.
“Si bien no hay una obligación de negociar, pero hay una invocación a seguir con el diálogo”, dijo en una conferencia de prensa. El jefe de Estado dio lectura al párrafo 176 del fallo de la CIJ que establece: “sin embargo, los hallazgos de la Corte no deben ser entendidos como si impidieran a las partes continuar su diálogo e intercambios en un espíritu de buena vecindad para atender los asuntos relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia, solución que ambas partes reconocieron como un asunto de interés mutuo, con la voluntad de ambas partes pueden llevarse a cabo negociaciones significativas, la justicia a continuar con el diálogo”.
Morales saludó el “acompañamiento” de los expresidentes, a los miembros del equipo jurídico, nacional e internacional, y al pueblo boliviano por la “gran unidad” y a las organizaciones sociales.
“No hay una obligación, si hay una necesidad, no sólo para estos dos países, sino para la región resolver temas pendientes que aún quedan entre Bolivia y Chile”, argumentó.
Similar mensaje daba el presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien dijo que hay interés por mantener una actitud de diálogo con Bolivia, pero sin tocar su soberanía territorial y en el marco del respeto a los tratados vigentes.
“Chile es un país que tiene un afán, una actitud y una disposición de dialogar y colaborar con todos los países del mundo y de forma muy especial con los países vecinos, pero siempre dentro del contexto del derecho internacional, del respeto a los tratados vigentes y por su puesto defendiendo y protegiendo con firmeza, con fuerza y con voluntad, nuestra soberanía”, aseveró.
Lo empezó como una fiesta en todo el país, terminó con un sabor a derrota y frustración para los bolivianos. Aunque para las autoridades del Gobierno nacional ésta lucha no acabó este 1 de octubre de 2019, pues se buscarán alternativas “porque la causa marítima es irrenunciable”.
Expectativa
La expectativa en los bolivianos estaba sembrada, sobre la posibilidad de que Bolivia tenga una salida soberana al mar. En todo el país hubo concentración de personas que esperaban atentamente a que la CIJ diera su veredicto sobre la demanda marítima.
Se tenía casi lista una fiesta, especialmente en la sede de Gobierno, donde previa a la lectura del fallo hubo una ceremonia ancestral.
Las redes informativas del eje central enviaron corresponsales para transmitir en exclusiva la sesión de la CIJ. En primera fila se observaba al presidente Evo Morales Ayma, quien asistió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya acompañado de algunas autoridades, como el Canciller, Diego Pary, la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, el presidente de la Cámara de Senadores, Milton Baron, y los expresidentes, Carlos Mesa, Jorge Quiroga y Eduardo Rodríguez Veltzé.
El resultado no fue el esperado. A las 09.00 de la mañana el presidente de la CIJ, el somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf, inició la lectura del fallo.
“La Corte por 12 votos contra tres concluye que la República de Chile no contrajo la obligación legal de negociar un acceso soberano al océano Pacífico para el Estado Plurinacional de Bolivia”, señala la parte dispositiva de la sentencia.
La CIJ descartó los ocho argumentos jurídicos que Bolivia planteó para sostener que Chile contrajo obligación de negociar una salida al mar.
Primero declaró que “los instrumentos bilaterales invocados por Bolivia no establecen la obligación por parte de Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico”.
Segundo, señaló que “la obligación acceso soberano al mar no puede fundarse en ninguno de los actos unilaterales de Chile a los que hace referencia Bolivia”.
También se descartaron las figuras legales de la aquiescencia, el estoppel o impedimento y la expectativa el acceso soberano.
La Corte también descartó que la obligación de negociar se fundamente en la Carta de las Naciones Unidas y el estatuto de la OEA, así como en las resoluciones de este segundo organismo.
La CIJ, por último, señaló que tampoco se puede argumentar que los actos sucesivos de Chile constituyan una acumulación exigible de forma jurídica, en una negociación.
La Corte reconoció que la historia, respecto al mar, ha sido dilatada entre Bolivia y Chile, por lo que aclaró que su fallo no implica que los países no puedan encontrar una solución, mediante el diálogo.
“Bolivia y Chile tienen una dilatada historia de dialogo intercambios y negociaciones destinadas a identificar una solución apropiada a la mediterraneidad de Bolivia, tras la guerra del Pacífico y e Tratado de Paz de 1904. La Corte no obstante no puede concluir, basándose en el material presentado a ella que, Chile tenga obligación de negociar con Bolivia”, dijo Yusuf.
Los jueces que votaron a favor de Chile fueron: Yusuf, Ronny Abraham (Egipto), Donald McRae, (Nueva Zelanda, ad hoc por Chile), Peter Tomka (Eslovaquia), Mohamed Bennouna (Marruecos), Antônio Augusto Cançado Trindade (Brasil), Julia Sebuntinde (Uganda), Xue Hanqin (China), Joan Donoghue (Estados Unidos), Giorgio Gaja (Italia), Dalveer Bhandari (India), Kirill Gevorgian (Rusia).
En contra de la sentencia, votaron Patrick Lipton Robinson (Jamaica), Nawaf Salam (Libia) e Yves Daudet (Francia, ad hoc por Bolivia).
Lo que empezó como una fiesta terminó en frustración. Tras escuchar el veredicto de la CIJ poco a poco las plazas de algunas ciudades del país se fueron vaciando. “Qué macana, yo pensé que nos iría mejor”, comentaba un transeúnte en La Paz, mientras volvía a su oficina.
“Algún día volveremos al mar, Dios es grande y nos hará justicia”, decía un taxista en Tarija mientras escuchaba por radio las repercusiones que dejó el veredicto de la CIJ.
Bolivia y Chile acatarán el fallo, mantendrán diálogo
Luego de que se conoció el fallo de la CIJ, el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, dijo que el país acatará el veredicto e hizo énfasis en que la Corte invocó a mantener el diálogo para resolver los temas pendientes que existen con Chile, entre ellos, el enclaustramiento marítimo.
“Si bien no hay una obligación de negociar, pero hay una invocación a seguir con el diálogo”, dijo en una conferencia de prensa. El jefe de Estado dio lectura al párrafo 176 del fallo de la CIJ que establece: “sin embargo, los hallazgos de la Corte no deben ser entendidos como si impidieran a las partes continuar su diálogo e intercambios en un espíritu de buena vecindad para atender los asuntos relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia, solución que ambas partes reconocieron como un asunto de interés mutuo, con la voluntad de ambas partes pueden llevarse a cabo negociaciones significativas, la justicia a continuar con el diálogo”.
Morales saludó el “acompañamiento” de los expresidentes, a los miembros del equipo jurídico, nacional e internacional, y al pueblo boliviano por la “gran unidad” y a las organizaciones sociales.
“No hay una obligación, si hay una necesidad, no sólo para estos dos países, sino para la región resolver temas pendientes que aún quedan entre Bolivia y Chile”, argumentó.
Similar mensaje daba el presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien dijo que hay interés por mantener una actitud de diálogo con Bolivia, pero sin tocar su soberanía territorial y en el marco del respeto a los tratados vigentes.
“Chile es un país que tiene un afán, una actitud y una disposición de dialogar y colaborar con todos los países del mundo y de forma muy especial con los países vecinos, pero siempre dentro del contexto del derecho internacional, del respeto a los tratados vigentes y por su puesto defendiendo y protegiendo con firmeza, con fuerza y con voluntad, nuestra soberanía”, aseveró.