Quién quiere ser gobernador de Tarija (y para qué)
Sin plata y sin ganas de pelear con el gobierno central, la Gobernación tiene pocos pretendientes opositores



Hubo un tiempo en el que la Gobernación de Tarija pugnaba con el mismísimo Ministerio de Obras Públicas para construir carreteras troncales en el departamento, tiempos en los que las convocatorias públicas colapsaban rotondas y plazas, tiempos en los que las exigencias se acompañaban con amenazas sobre las válvulas o los caminos de los campos petroleros, tiempos en los que se enarbolaban banderas de cambios alternativos y otras formas de hacer las cosas, aunque en el fondo no hubiera grandes diferencias. Eran tiempos de liderazgo nacional.
Este tiempo duró poco (2006 – 2010), pues básicamente se circunscriben a los primeros años de la lucha autonómica con Mario Cossío cuando ni siquiera había Gobernación, sino Prefectura. Los analistas comparten en general que la caída de Mario Cossío, buscada políticamente pero muy vinculada a los escándalos de corrupción, que le acabaron restando apoyo, provocó un cambio de sentido que se ha prolongado a lo largo de las siguientes legislaturas:
- Lino Condori, el interino elegido de entre los asambleístas del MAS tras la caída de Mario Cossío, se limitó a distribuir recursos sin un proyecto propio y ni siquiera intención de ser reelegido.
- Adrián Oliva, elegido como representante de la oposición tradicional en 2015, enfrentó la de recursos durante toda la legislatura que culminó en pandemia, y aunque logró vertebrar ciertos ejes de polarización con el gobierno, no logró que estos fueran de discusión nacional.
- Óscar Montes, que en 2021 asumió la misma representación que Oliva, quien quedó desplazado, asumió una Gobernación que definió en crisis y se ha limitado básicamente a administrarla sin estridencias (ni licitaciones) y mano tendida a las colaboraciones con el Gobierno Central que, por otro lado, nunca han llegado, colocándolo en una posición incómoda.
2026 está lejos, pero a estas alturas apenas hay perfiles que parezcan querer pelear la Gobernación desde el bando opositor y ciertamente, pocos de los que siguen la política local apuestan porque Óscar Montes vaya a buscar la reelección en una institución que no tiene recursos y sí problemas.
Así, analistas y periodistas definen tres perfiles que pudieran llegar a tener interés en pelear la gobernación al candidato del MAS en el supuesto de que el partido azul siguiera gobernando a nivel nacional:
1.- Alguien de la vieja guardia política departamental del lado autonomista que quiera gastar sus últimas balas desde una institución que es fundamentalmente palestra para la vocería y que no exige mucho en la gestión.
2.- Alguien con intereses sectoriales, propios o de familia, que quiera asumir el poder departamental para alinear los pocos recursos que quedan en función de esos intereses, normalmente productivos, aunque también pueden ser carreteros.
3.- Y finalmente, alguien que tenga pensado una carrera más larga en la política y que necesite un primer empujón, es decir, alguien que quiera ser presidente y pueda practicar sus habilidades de gestión y también discursivas desde una entidad poco exigente con una inmensa cantidad de temas suficiente como para ensayar diferentes enfoques.
No hay demasiados nombres. ¿Tiene usted alguno en mente? Cuéntanoslo