Rumbo al 7M
Cercado y la madre de todas las batallas
Los nichos clásicos de votos en Tarija han sufrido variaciones en las últimas citas electorales, y hay algunos asuntos clave, como el 45%, que puede acabar por inclinar la balanza en uno u otro sentido



La carrera electoral se acerca a su desenlace, y en pleno Carnaval frustrado, los partidos hacen cuentas para dar con la tecla de la victoria. El comportamiento electoral tarijeño dista bastante de ser lineal y ha tenido comportamientos diferentes en función de la cita electoral que se trate por encima de los candidatos que se presentaran. Los expertos estrategas reconocen algunas pautas, pero todavía no tienen claro cuál será la opción dominante en la cita del 7 de marzo, donde varios factores concurren en busca de una solución definitiva.
Por lo general se reconocen tres grandes nichos de votación, pero cada uno con sus peculiaridades: Provincias, Chaco y Cercado.
Según los datos del padrón actualizados por el Tribunal Electoral Departamental, Cercado suma 175.873 votantes, que representan el 46,15% de los votantes. Los tres municipios del Gran Chaco (Yacuiba, Villa Montes y Caraparí) suman 109.973 votos, que representan el 28,8% de la votación y el resto de municipios suman 95.179 votos, que son el 24,9% de la votación.
Las votaciones, sin embargo, no son tan compactas como aparenta. En Cercado, por ejemplo, la alta concentración de voto en la zona urbana popular – los barrios más allá de la Circunvalación – suman entre 60.000 y 80.000 votos que resultan decisivos por encima de los 15.000 que suman los asientos electorales rurales dentro de Cercado.
En el Chaco, por ejemplo, el voto urbano de Yacuiba es de 37.796 personas, mientras que las comunidades del municipio suman más de 30.000. En el Chaco, además, se han dado episodios puntuales de “rebelión” de un municipio frente a otros en función de los candidatos elegidos. Es el caso de Villa Montes, que en las últimas citas ha votado distinto a los demás.
Los estrategas dicen que en los últimos años ha perdido peso específico el discurso autonomista secesionista chaqueño para dar paso a una visión más pragmática que simbolizaba José Quecaña como Ejecutivo Regional, sin embargo, los resultados obtenidos dejan en entredicho esa aseveración.
Por otro lado, los municipios rurales han tenido un comportamiento electoral militante a favor del Movimiento Al Socialismo desde 2009, aunque con altibajos. El 30% de la votación de ese bloque corresponde a Bermejo, que tiene otros problemas relacionados al comercio y las relaciones internacionales distintos a los problemas productivos que se presentan en otras provincias y sobre las que el municipio y la Gobernación pueden tener una incidencia mayor.
El tradicional voto del MAS (Rural + Chaco + voto popular)
Guste más o menos, la elección en Tarija se sigue organizando en función del Movimiento Al Socialismo y sus opciones de victoria. Desde 2009 viene siendo así en todas las convocatorias salvo tal vez las municipales, donde se han dado otros factores.
El MAS no baja del 40% en el departamento desde 2009, ni siquiera en la elección fallida de 2019 y la de 2020, donde sumaron 40 y 42% respectivamente, siendo sus peores resultados, con excepción de la primera vuelta de la pugna por la Gobernación en 2015, donde Pablo Canedo apenas sumó el 35% de los votos.
El voto del MAS se fundamenta en su particular tríada: voto rural, voto Chaco y voto popular en Cercado. La selección de Álvaro Ruíz como candidato busca superar esos tres nichos de votos y llegar a una clase media más pragmática en Cercado.
La disputa por el voto rural viene esta vez marcada por el desplazamiento de Evo Morales, especialmente silenciado en las últimas semanas, y por la pugna del 45%, una promesa que caló en diferentes municipios y que acabó enojando a los chaqueños. Se equivocaron los que buscaron convertirlo en una pelea con Cercado, y las cicatrices están presentes, aunque es cierto que ningún otro candidato tiene una propuesta concreta sobre esto que no sea ponerse de perfil.
En el Chaco la batalla se ha vuelto a cerrar en Yacuiba entre los dos líderes ya tendiendo a “históricos”: Wilman Cardozo es la baza autonomista y Carlos Brú la masista centralista, una pugna que se vive en esos 37.000 votos urbanos de Yacuiba y poco más, pero que son decisivos para dar la victoria a un lado u otro, aunque sea por décimas.
Los barrios populares en Cercado forman también parte del núcleo duro del MAS y así lo han demostrado en las elecciones de 2009, 2014 y 2020, además de en las pugnas por las elecciones departamentales, pero no así en las elecciones municipales, donde mayoritariamente han respaldado al aparato de UNIR que lideraba Óscar Montes o Rodrigo Paz, y solía tener referenciado a un Francisco Rosas que hoy concurre con Todos como asambleísta.
De la suerte de estos barrios, o más bien, de cómo los candidatos reclamen el voto de estas zonas y qué garantías ofrezcan puede depender en gran medida el éxito en la Gobernación.