La llegada de Evo
El día que Álvaro Ruiz se hizo masista
El alcalde de Uriondo ha logrado una alta incidencia en el partido a nivel nacional, pero la dinámica no se ha traducido en logros concretos



En Uriondo de vez en cuando lo reclaman como alcalde, porque es verdad que hace unos cuantos años que lo de la gestión municipal ha quedado relegado. Al menos técnicamente. Cuando revalidó su mandato en 2015 se hizo presidente de la Asociación de Municipios de Tarija (AMT) y desde allí se catapultó a la Federación de Asociaciones Municipales (FAM), espacio que ha sabido aprovechar, pero tal vez no tanto.
Álvaro Ruiz candidateó a la alcaldía de Uriondo por Unidad Nacional y perdió, luego ganó con Camino al Cambio, pero acabó la gestión ya enfundado en la camisa azul. Revalidó el título en 2015 y se perdió en la política nacional más farandulera. Ruiz es tal vez uno de los mejores representantes de la nueva generación de políticos tarijeños, que comparte vicios y taras con los antiguos.
Ruiz era probablemente el tipo más feliz de Uriondo el pasado lunes, más que el propio Evo Morales, que regresaba al país después de un año de exilio. Ruiz había sido nombrado coordinador general de un acto que de por sí no requería mucha organización, pero le daba mucha visibilidad.
Ruiz, Rucho, es feliz en el sarao, en la patota, en el acto más allá de la foto. Gustaba de invitar a la Vendimia a Evo Morales, García Linera, o quien fuera hasta que probó su sangre azul conversa, y desde entonces no paró de crecer. Desde la FAM se acercó a todos los que tenían poder, y a los que lo habían aparcado, Luis Arce Catacora incluido.
Ser del MAS en Tarija nunca fue fácil, pero Ruiz se quedó en primera línea cuando todos huyeron, cuando Evo se fue a la Argentina y Murillo revisaba contratos y llamadas telefónicas. Ruiz pasó la Navidad en Buenos Aires y casi se quedó hasta Carnaval. Después, casi sin planificarlo, se convirtió en una de las voces fuertes de oposición a Áñez ejerciendo de vocero de los municipios al frente de la FAM, huyendo de los dogmatismos y el discurso victimista del golpe la puso contra las cuerdas exigiendo inversión en salud e incentivos ante la crisis. La campaña por el avifavir ruso fue la cereza de la torta.
Lo que no está tan claro es para qué quiere Ruiz tanta visibilidad ni qué beneficios le está reportando en la política. El domingo en la noche, mientras organizaba el retorno de Evo Morales, varios medios lo colocaban como futuro Ministro de Gobierno en lo que también pareció un plan para desestabilizar el acto de Morales, pues debía llegar a La Paz de alguna manera.
Ruiz tiene hoy línea abierta tanto con Arce como con Morales y eso parece bastarle para ser feliz. Otros dicen que busca la nominación a la Gobernación de Tarija, la plaza más dura y difícil del MAS en toda la geografía Patria, o de las más. ¿Tanto para eso? A veces el viaje es el destino.