Opinión: Murillo y su ortografía



No es seguro que el ministro de Gobierno Arturo Murillo escriba sus propios tuits, aunque lo parece. Lo que es seguro es que no despide a quien lo hace, si es que alguien lo hace, porque desde que asumió como Ministro ha repetido una y otra vez los mismos errores de decoro, y también de ortografía.
El último cruce con Carlos Mesa resultó ser un compendio de todos ellos.
Lo de las faltas de ortografía, ausencia de acentos, comas, etc., no es un asunto menor, pues tener que leer hasta tres veces los 240 caracteres para poder entender el sentido tiene sus problemas. El asunto es recurrente y reiterativo, por lo que parece seguro que Murillo no tiene la menor intención en estos momentos de cambiarlo.
De sus diferentes tuits se desprende siempre un tufillo a amenaza autoritaria que ya ha sido cuestionada en otras ocasiones. Mandar callar, advertir con consecuencias, pedir que no se quejen y demás, en este caso, puede ser producto de su personalidad, pero también de una meditada imitación de otras ex autoridades con las que a menudo se le compara.
En cualquier caso, el extracto que más ampollas ha levantado es el “es mujer si, pero (las faltas ortográficas son suyas)”. Una composición referida a la Presidenta muy recurrente en sus alocuciones, en las que devela su pensamiento profundo y que se resumiría en un: Áñez es una mujer extraordinaria y por eso puede gobernar a pesar de ser mujer, no como el común de las mujeres que son inferiores por naturaleza y apenas pueden abrir la boca y manifestar sus deseos.
Murillo es el vocero acreditado del Gobierno, al que le va mal cuando aparece y mejor cuando se guarda. El termómetro de las reacciones a sus tuits sirve para medir el humor general de sus seguidores: De los más de 700 comentarios, apenas 10% respaldaban sus planteamientos.