Israel se lanza a por Hezbolá. ¿Por qué ahora?
El Ejército israelí ha intensificado sus ataques contra la milicia chií, al tiempo que crece el riesgo de una invasión terrestre en el sur de Líbano.
¿Qué tienes que saber?
Israel y Hezbolá están al borde de la guerra. El Ejército israelí lanzó este lunes sus ataques más amplios en Líbano desde la guerra de 2006. Sus bombardeos, que asesinaron a casi 500 personas, se produjeron un día después de que Hezbolá disparara cohetes hacia la ciudad de Haifa.
Las tropas israelíes han intensificado su ofensiva contra Hezbolá en la última semana. La escalada se inició el martes 17 después de que estallaran cientos de buscas y walkie-talkies de los milicianos chiíes. Israel también mató a dos altos comandantes de Hezbolá el viernes e intentó eliminar este lunes a Alí Karaki, su jefe en el frente sur.
Hezbolá ha reaccionado a estos últimos ataques lanzando más cohetes contra Israel. Según el Ejército israelí, la milicia libanesa disparó 200 misiles el mismo lunes. Algunos llegaron hasta la Cisjordania ocupada. Entretanto, Estados Unidos anunció que enviará tropas adicionales a Oriente Próximo, aunque no ha dado más detalles.
Israel y Hezbolá han intercambiado ataques en la frontera de Líbano desde el inicio de la guerra en Gaza. Sin embargo, los bombardeos israelíes superan con creces los de la milicia chií. Descubre más sobre ello en este mapa:
¿Por qué es importante?
Israel lleva meses preparando una guerra con Hezbolá. Sin embargo, los ataques de la última semana son la mayor escalada desde el inicio de la guerra contra Hamás en Gaza. Además, el Ejército israelí ha aumentado el despliegue de tropas en la frontera con Líbano.
A Benjamín Netanyahu le conviene una confrontación con Hezbolá. El primer ministro israelí busca un nuevo frente para desviar el foco de Gaza, debilitar el apoyo a Hamás en la región, cerrar filas a nivel interno y permitir el retorno a sus casas de la población israelí del norte.
¿Por qué ahora?
Existen varias razones:
El Ejército israelí ha concluido sus principales operaciones en Gaza, donde planea mantener su presencia militar en el norte. Esto lo coloca en mejor situación para una ofensiva en Líbano.
Se acerca el invierno, lo que eleva la presión hacia el Gobierno para que los israelíes del norte vuelvan a sus hogares.
Irán y Hezbolá han mostrado su debilidad debido a la ausencia de una respuesta fuerte ante los ataques israelíes.
Hezbolá está en una encrucijada. La milicia chií ha quedado bastante dañada tras los últimos ataques israelíes. Si sigue conteniéndose, su capacidad de disuasión quedará muy cuestionada. Pero si responde con un gran ataque, daría a Israel el pretexto para ocupar el sur de Líbano.
¿Qué cabe esperar?
La guerra entre Israel y Hezbolá es casi inevitable. Sin embargo, no parece que Tel Aviv vaya a apresurarse a iniciar ya una invasión, pues todavía no ha habido una llamada masiva de reservistas. El Ejército sabe que Hezbolá no está en condiciones de iniciar una guerra. Así que, de momento, es probable que opte por seguir dañándolos poco a poco.
Pese a su superioridad, una guerra con Hezbolá entraña muchos riesgos para Israel. Obligará al Ejército a combatir en dos frentes y facilitará el rearme de Hamás, a la que no ha logrado erradicar en Gaza. Del mismo modo, tensará más las relaciones con Estados Unidos, que ya le ha advertido de que no inicie un nuevo conflicto.
Una guerra en el sur de Líbano elevará aún más la tensión en Oriente Próximo. Por un lado, hará casi imposible un alto al fuego en Gaza. Por otro, obligará a Irán a implicarse más ante el riesgo de que colapsen sus dos principales aliados regionales: Hamás y Hezbolá.