Mediterráneo: Las puertas del Infierno



En primer lugar, permítanme agradecerles su interés por este boletín informativo que hoy se estrena. Lo llamamos newsletter porque el inglés es el idioma de la aceleración del mundo. Boletín suena a antiguo, a muy antiguo. Es una palabra importada del italiano: bollettino, diminutivo de bolletta, póliza mediante la cual se declaraba la calidad de un producto o se acreditaba el pago de una mercancía. En Bolivia la usamos además como multa.
Esta póliza quincenal intentará transmitirles algunas ideas, referencias o claves interpretativas sobre la actualidad del mundo y su impacto en Bolivia. He sugerido el título Mediterráneo por mi afición a la geografía, porque admite contenidos muy diversos y porque nos sitúa en el medio de algo, sólido, conectado y tangible, que contrasta además con las aguas turbulentas donde transcurre la geopolítica actual. Bolivia también depende de esas aguas, aunque a menudo nos olvidemos de conectar la actualidad nacional y local con los sucesos del mundo. Con humildad, este boletín pretende llenar ese vacío.
Comenzamos precisamente esta semana en la que algunos de los grandes líderes del mundo han pasado por la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York en lo que viene siendo la conferencia anual unilateral más costosa del mundo, en la que no abundan los debates sino las declaraciones unilaterales y donde ha habido sensibles ausencias dejando en manos de los líderes latinoamericanos una suerte de contrapeso discursivo importante.
Estas son algunas de las claves:
- La multipolaridad es un hecho y la guerra en Ucrania la ha acelerado. Al principio de la contienda 30 países – entre ellos Bolivia – se negaron a condenar la invasión rusa; después muchos más evitaron sumarse a las sanciones: dos tercios de la población mundial habita en países que optaron por no sancionar a Moscú. En la Cumbre del G20 de hace dos semanas no hubo demasiados problemas para pactar un documento sobre el conflicto evitando las palabras “agresión” o “invasión”. En esas, tampoco ha sido el tema central de estos días: el mundo acepta que el conflicto se hará crónico y ya.
- Desde hace varios años el tema central que intenta imponer el secretario general Antonio Guterres es la emergencia climática, pero de tanto usarlo ha perdido efectividad y debe recurrir a metáforas más espectaculares que, por otro lado, se amortizan rápido. Este año fue: “La humanidad ha abierto las puertas del infierno”. La respuesta es más o menos la misma: el precio de la energía y de los alimentos anda por las nubes y nadie está para experimentos en estas incertidumbres planetarias.
- Brasil ha vuelto al escenario multipolar, y de qué forma. Lula da Silva ha sido uno de los protagonistas de los últimos meses, tanto en el G20 como en la ONU, donde combina una defensa férrea de las políticas climáticas de la ONU con un escepticismo total sobre la guerra en Ucrania, sin ocultar demasiado sus simpatías por Putin. Por cierto que lanzó una advertencia sobre las presiones de la oligarquía guatemalteca al ganador de las últimas elecciones, Bernardo Arévalo, para que no tome posesión que no puede ignorarse.
- Otro de los que ha llamado la atención ha sido el presidente colombiano Gustavo Petro, también enrocado en su nuevo rol de activista climático con verbo grandilocuente y que no ha logrado colocar como esperaba su propuesta de revisar la política global de la lucha contra las drogas.
- De esto hay una derivada que está afectando en general a toda América Latina y en particular a los países productores de hoja de coca: los cambios de consumo en Estados Unidos, donde los opioides como el fentanilo viven un nuevo auge está convulsionando los mercados. Cambios de rutas, nuevas alianzas, bajas demandas y violencia, mucha violencia.
- En general, la ONU, anclada en 1945, está dejando de ser el lugar donde se solucionan los conflictos. Incluso donde se los habla. Pero aún no emerge lo nuevo y en esa incertidumbre, aparecen los fantasmas.
Hablando en plata
La economía sigue marcada por dos asuntos clave y una preocupación:
- El Banco Central Europeo volvió a subir los tipos de interés alcanzando el 4,5%, cerca del 5,25% de la Reserva Federal. La consecuencia es la misma: menos crédito, menos dólar – también en Bolivia - y recesión inminente todo en nombre de la lucha contra la inflación para todos los países que siguen en la esfera occidental, como es el caso.
- El otro asunto es China, que sigue agazapado –(fueron notorias las ausencias de Xi Jinping en el G20 y en la ONU) abrumado por sus problemas de deuda interna, sobre todo hipotecaria, que ha limitado ya su influencia en el sur global construida con mucha paciencia y muchos créditos durante década y media. Los problemas del sur vienen también por ahí.
- La preocupación tiene que ver con el nuevo incremento del precio del petróleo, que ha alcanzado los 90 dólares estos días y que para Bolivia ya no es sinónimo de alegría por el incremento de la renta sino de desgracia, por el incremento del costo de la subvención a los combustibles. Para algunos, la señal de petróleo caro antecede el crack. Para otros es una vuelta a la normalidad.
Democracias
Aparentemente este último cuatrimestre no será especialmente relevante en lo que a elecciones se refiere para el contexto mundial salvo por algunas elecciones clave en Polonia y Holanda que pueden marcar el rumbo de la UE sí, como se prevé, las ultraderechas nacionalistas siguen creciendo. Las tensiones entre regímenes similares al de Kiev son sintomáticas.
Ahora, sí hay en el subcontinente dos elecciones importantes: Ecuador y Argentina, ambas con interés político para Bolivia.
- En Ecuador se disputan la segunda vuelta el 15 de octubre el correísmo con Luisa González y el hijo del banquero más reconocido de la época negra en Ecuador, Daniel Noboa, que como es ya tendencia está viviendo una suerte de reivindicación histórica.
- Es improbable que González, pese a ser la fuerza mayoritaria, logre superar el 50%, algo que ya pasó con Guillermo Lasso en 2020.
- El MAS debería tomar nota de lo sucedido con el correísmo, igualmente escindido tras la salida del líder y con tantas percepciones negativas que lo alejan de la posibilidad de gobernar.
- Noboa, como Lasso, tiene la agenda liberal entremezclada con los asuntos de seguridad ciudadana: el narco sí ha penetrado la sociedad ecuatoriana en los últimos años.
- En Argentina la primera vuelta será una semana después, el 22 de octubre, pero las PASO ya hicieron la criba: Javier Milei fue el candidato más votado por delante de lo que fue un empate técnico entre el peronismo muy moderado que presenta a Massa y la derecha tradicional que presenta a la exministra de seguridad y adalid de la mano dura, Patricia Bullrich, pero edulcorada para agradar a posiciones más centristas.
- En juego, una vez más, la lucha por el relato: nacionalismo peronista o extremo liberal convertido a libertario.
- La incógnita es comprobar si las PASO sirven para tomar el pulso o la gente, al no tener consecuencias, las toma a broma. Milei se juega su credibilidad mientras agota su repertorio de escándalos enlatados y declaraciones rimbombantes.
- Tanto Bullrich como Massa creen que podrán atraer al votante moderado que no comparte estridencias con Milei en una segunda vuelta, así que la batalla sigue siendo entre los de siempre.
- En Bolivia una corriente opositora que sueña con aplicar las teorías más liberales en este país siguen fascinados los avances y propuestas de Milei. El resultado final tendrá un impacto directo en nuestro país. Ya lo está teniendo.
Para otro día dejamos la interna de Morena en México para suceder a Andrés Manuel López Obrador, que está siendo por demás jugosa y violenta. Aunque aquí se puede leer algo de cómo está yendo.
Guerras y otras desgracias
Para ir cerrando, los tambores de guerra siguen sonando más allá de Ucrania, pero el mundo ha cambiado en la forma de enfocar estos conflictos y sirven estos dos ejemplos:
- La tensión sigue creciendo en el Sahel, donde Francia pierde influencia ante el empuje de Rusia y la paradójica función de los ejércitos mercenarios, que protegen intereses de unos y otros – lo recogimos hace muchos meses aquí -. Veremos si África es capaz de completar al fin su descolonización o simplemente cambia de manos.
- Por otro lado, la forma en la que se ha resuelto un conflicto de medio siglo en Nagorno-Karabaj deja claro que la atención internacional no está para bromas: 24 horas de bombardeos azerbaianos han servido para que Armenia capitule sin esperar nada de la comunidad internacional.
En este cambio de paradigma tiene seguramente que ver las muchas desgracias dejadas por el planeta con intervenciones de parte. Una de las últimas ha venido cruelmente a la memoria en los últimos días con más de 20.000 muertos en el norte de Libia, sepultados por la avalancha que provocó la ruptura de dos represas que nadie atendía desde la caída de Gadafi. Libia no era un Estado fallido.
Para pensar
La última tiene que ver con este caso de Almendralejo (España) donde unos adolescentes manipularon con Inteligencia Artificial las fotos de una veintena de sus compañeras para colocarlas sobre cuerpos desnudos. El realismo evidentemente es grande y más allá del debate sobre el delito, lo que está en juego es el riesgo real de la AI en el futuro ¿seguirán siendo las fotografías una prueba pericial suficiente?