Nagorno-Karabaj acepta las exigencias de Azerbaiyán y depone las armas
Las autoridades de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj, que los armenios llaman Artsaj, aceptaron este miércoles un alto el fuego propuesto por Rusia y las exigencias de Azerbaiyán: dejar de combatir y desarmarse. El acuerdo de cese de hostilidades, que entró en vigor este 20 de septiembre a las 13:00 (09:00 GMT), parece poner fin a la ofensiva que el martes lanzaron las fuerzas de Bakú y que amenazaba con una nueva guerra, la tercera, entre Azerbaiyán y Armenia, el protector de ese territorio.
El acuerdo se ha alcanzado con la mediación del mando del contingente ruso de mantenimiento de la paz, indicaron las autoridades de Nagorno-Karabaj. Han terminado así 24 horas de hostilidades después de que el Ejército azerbaiyano comenzara a bombardear Nagorno-Karabaj con el fin de restaurar el "orden constitucional" en el territorio separatista, poblado por unos 120.000 armenios.
Los enfrentamientos militares han dejado al menos 34 muertos en esa región del Cáucaso sur. Los separatistas karabajíes informaron de 32 fallecidos y más de 200 heridos, mientras que tuvieron que evacuar a unos 7.000 habitantes en 16 localidades. La parte azerbaiyana informó de dos civiles muertos en las zonas bajo su control.
El pacto de alto el fuego incluye la retirada de las restantes unidades y soldados de las Fuerzas Armadas de Armenia que queden en la zona de despliegue del contingente ruso de paz, la disolución y desarme completo del ejército de defensa de Nagorno-Karabaj y la retirada de armas y equipos pesadas del enclave "para su próxima eliminación".
Azerbaiyán confirmó la suspensión de su operación militar en el territorio separatista. Su Ministerio de Defensa informó que las fuerzas armenias en Karabaj habían acordado "deponer las armas, abandonar sus posiciones y puestos militares de combate, así como desarmarse completamente". Todas las armas y equipos pesados las están entregando al ejército azerbaiyano, añadió.
"La cuestión relativa a la reintegración de Nagorno Karabaj (en Azerbaiyán), la garantía de derechos y la seguridad de los armenios de Nagorno Karabaj en el marco de la Constitución de Azerbaiyán, según el acuerdo alcanzado, se discutirán en la reunión entre los representantes de la población armenia local y los representantes de las autoridades centrales de la República de Azerbaiyán, que se celebrará en la ciudad de Yevlax el 21 de septiembre de 2023 y durante posteriores reuniones", dice el comunicado emitido por las autoridades de Nagorno Karabaj.
La ciudad azerbaiyana de Yevlax tiene 71.000 habitantes y se encuentra a 265 kilómetros al oeste de Bakú y a 100 kiómetros al este de Stepanakert, la capital de Nagorno-Karabaj que en Azerbaiyán llaman Jankendi.
El Gobierno de Bakú confirmó que las negociaciones para la reintegración de la región comenzarán este mismo jueves.
Los separatistas karabajíes dijeron que en su ofensiva del martes las fuerzas de Azerbaiyán habían atravesado sus líneas y tomado varias alturas y cruces de carreteras estratégicos mientras el mundo se había quedado al margen, sin hacer nada.
En esas circunstancias, la República de Artsaj no tenía otra opción que cesar las hostilidades.
Pocas hora antes Bakú había reproducido una conversación del presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la que el primero dijo que la ofensiva continuaría mientras las fuerzas armenias de Nagorno-Karabaj no "depongan las armas".
"La población civil y las infraestructuras no son un objetivo. Solo se destruyen objetivos militares legítimos", aseguró.
Alíev afirmó que la presidencia de Azerbaiyán había propuesto "muchas veces" dialogar a los representantes de los armenios que viven en Nagorno-Karabaj para "hablar de la cuestión de su reintegración" en Azerbaiyán. "Pero se han negado", afirmó.
El líder azerbaiyano subrayó que el ejército había lanzado esta operación tras la muerte el martes de "civiles y policías" en esa región debido a la explosión de minas, de la que Bakú acusa a "saboteadores" armenios.
Nagorno-Karabaj es un territorio de mayoría armenia pero reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán.
En la guerra de 1992-1994 entre Azerbaiyán y Armenia salió vencedora esta última. Nagorno-Karabaj se proclamó país independiente y Armenia, como su protector, ocupó varias provincias azerbaiyanas alrededor como zona de seguridad.
En la guerra de 2020 el Ejército de Bakú dio la vuelta a la situación, recuperando las zonas propiamente azerbaiyanas que habían tomado los armenios tres décadas antes, así como parte de Nagorno-Karabaj. La mediación de Rusia logró parar una contienda que ganó claramente Azerbaiyán, llegando a un alto el fuego y un acuerdo de paz.
La ofensiva que ha lanzado Azerbaiyán esta semana se ha producido tras someter a la región a un bloqueo de más de nueve meses. En diciembre de 2022 cortó el corredor de Lachín, la única vía de comunicación entre Armenia y Nagorno-Karabaj.