Protesta contra Guillermo Lasso
Policía de Ecuador reprime a los manifestantes indígenas
En algunas zonas de Quito, los residentes de la capital han decidido sumarse a las protestas e incluso apoyar con bebida y comida a los representantes del movimiento indígena que llegan de otras regiones del país



Efectivos policiales y de la fuerza armada de Ecuador reprimen a los manifestantes indígenas que avanzan hacia Quito, la capital del país, para protestar contra el gobierno de Guillermo Lasso.
El medio local Radio Pichincha informó en Twitter que los ciudadanos consideran que la capital ecuatoriana, durante la tarde de este martes, "parece una zona de guerra".
A través de un video publicado por ese medio, se observa un operativo de seguridad en el que los funcionarios lanzan bombas lacrimógenas a los manifestantes en un sector al norte de Quito, donde hay "gran presencia" de efectivos policiales y militares.
Las protestas del movimiento indígena en Ecuador comenzaron el pasado 13 de junio con el llamado a Paro Nacional, al cumplirse un año del diálogo infructuoso entre el Gobierno de Lasso y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que exige una serie de reclamos políticos, económicos, sociales y laborales, para poner fin al conflicto.
La Conaie ha señalado que Lasso mantiene un discurso "contradictorio" sobre la situación en el país, pues a pesar de informar que está dispuesto a participar en un diálogo para buscar soluciones, mantiene la represión contra los manifestantes y allana las sedes de las organizaciones del movimiento indígena con centenares de efectivos militares y policiales.
Protestas masivas
En redes sociales se han comenzado a viralizar distintos videos que muestran las masivas protestas en la capital ecuatoriana durante la tarde de este martes, en las que ahora también los manifestantes exigen la renuncia de Lasso.
En uno de los videos se observa también a los funcionarios retrocediendo ante la llegada de centenares de descontentos.
En algunas zonas de Quito, los residentes de la capital han decidido sumarse a las protestas e incluso apoyar con bebida y comida a los representantes del movimiento indígena que llegan de otras regiones del país.
En las redes también circulan denuncias sobre la presunta violación de las fuerzas militares y policiales de los espacios de recintos universitarios de la ciudad. Algunos de estos hechos contra la autonomía universitaria se habrían dado en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y en la Universidad Politécnica Salesiana.
"Lasso y sus fuerzas de choque pisoteando y violentando las instituciones culturales y universitarias, así como las sedes de organizaciones sociales. Ecuador en dictadura", señaló uno de los usuarios en Twitter.
Lasso afirma que está dispuesto a dialogar
Mientras los cientos de manifestantes indígenas llegan a Quito y se suman otros exigiendo la renuncia de Lasso, el mandatario ecuatoriano dijo que está dispuesto a a participar en un eventual proceso de diálogo con los representantes de la Conaie y otros actores de "la sociedad civil".
"Cuente con mi predisposición y la de mi gabinete para participar en un proceso de diálogo franco y respetuoso con la Conaie y más organizaciones de la sociedad civil que deseen sumarse al proceso, para juntos buscar soluciones a cada una de las legítimas necesidades de las familias ecuatorianas", dijo Lasso a través de una carta enviada Humberto Salazar, presidente ejecutivo de Fundación Esquel.
Lasso aseguró que su Gobierno "ha acogido gran parte de las sugerencias presentadas" por la Conaie, "con medidas compensatorias anunciadas públicamente", pero reconoció que el proceso para solventar las demandas del país es "dinámico".
Este martes, organizaciones internacionales de Derechos Humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Internacional denunciaron que la fuerte represión policial contra las protestas, desde el pasado 13 de junio, había provocado violaciones a los Derechos Humanos como el uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias de manifestantes, agresiones a periodistas e intimidación a organizaciones de la sociedad civil.