Las víctimas aún culpan a las autoridades de lo sucedido
Polémica en Líbano por escombros de explosión
La arquitecta Sara Jaafar opina que hay interés por acabar con los silos y seguir adelante como si nada



Una polémica transcurre en Líbano con un bando enfrentado a otro por los escombros de la explosión del puerto capitalino el 4 de agosto último.
Se trata de los silos, parte de cuya imponente estructura de concreto resistió la detonación de dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio e impidió que el desastre fuera aún mayor.
Esa voladura causó la muerte de unas 200 personas, hirió a más de seis mil 500 y destruyó las casas de 300 mil.
Familiares de las víctimas estiman que los silos deberían permanecer como una señal de vergüenza y recordatorio de la corrupción y negligencia de los políticos a los que muchos culpan de la tragedia.
Un estudio encargado por el Gobierno vaticina un colapso en cualquier momento y sugiere su demolición inmediata.
Empero, los capitalinos prefieren reservar la memoria de uno de los peores momentos vividos en la ciudad.
En Líbano, prevaleció y prevalece una cultura de impunidad y responsables de violencia, atentados con bombas y asesinatos rara vez sufrieron condenas de la justicia.
La arquitecta Sara Jaafar opina que hay interés por acabar con los silos y seguir adelante como si nada. 'Es un recordatorio de lo que hicieron', dijo ella.
A los seis días de la catástrofe y en medio de la indignación pública, renunció el primer ministro Hassan Diab, quien al referirse al lamentable hecho expresó: 'la corrupción endémica del país es más grande que el Estado'.
Los enormes silos de 48 metros de altura absorbieron gran parte del impacto y protegieron el lado occidental del principal centro urbano libanés.
Hay sospechas de que está en curso una táctica para proteger a los culpables con la demora en conocerse los resultados de la investigación.