Crisis económica
Fernández descarta nueva devaluación en Argentina
Fernández expresó públicamente la intención de sostener el valor de la cotización oficial
El mandatario de Argentina, Alberto Fernández, dijo que su Gobierno no continuará depreciando la moneda nacional con respecto al dólar: "Devaluar es muy fácil, pero devaluar es una máquina de generar pobreza", opinó.
El país sudamericano, que atraviesa una difícil crisis económica, afronta una gran depreciación del peso desde los últimos años, al aumentar la cotización de la divisa estadounidense de forma constante. Actualmente, el valor oficial del dólar se ubica en los 83,50 pesos para la venta, según el Banco Nación, una cifra que permanece estable hace semanas. Sin embargo, el Estado aplica impuestos del 75 % para aquellos ciudadanos que quieran comprar, elevando su precio final hasta los 138 pesos. Asimismo, el dólar que se vende por el mercado informal se ofrece a 189.
Por esa razón, muchos argentinos acuden al sistema paralelo ante las restricciones aplicadas por la administración peronista: solo se pueden adquirir 200 dólares mensuales por persona mediante la vía formal.
En efecto, es habitual que los ciudadanos adquieran dólares para resguardarse ante los elevados índices de inflación. Así, frente a la alta demanda interna, el Banco Central aplica limitaciones para resguardar sus reservas en divisa extranjera, necesarias para reactivar la economía.
Con este escenario, Fernández expresó públicamente la intención de sostener el valor de la cotización oficial: "La verdad es que nosotros queremos que la Argentina crezca, se desarrolle, produzca y exporte. Así queremos conseguir los dólares".
De esta forma, el mandatario hizo alusión a sectores que se verían beneficiados si el dólar aumenta su valor en pesos. Por ejemplo, al rubro agroexportador le convendría vender más soja en el exterior, y el Estado recibiría divisa norteamericana por la política conocida como 'cepo cambiario': los dólares ingresados se quedarían en el Banco Central, y a cambio se les entregaría a los exportadores su equivalente en pesos.