Ejército patrulla en Quito, reanudan enfrentamientos
Tanquetas patrullaban el domingo las calles de la capital de Ecuador, Quito, después de que la policía y los manifestantes chocaran y muchos desafiaran un toque de queda impuesto por el presidente Lenín Moreno en un intento por calmar los disturbios causados por unos recortes a subsidios de...
Tanquetas patrullaban el domingo las calles de la capital de Ecuador, Quito, después de que la policía y los manifestantes chocaran y muchos desafiaran un toque de queda impuesto por el presidente Lenín Moreno en un intento por calmar los disturbios causados por unos recortes a subsidios de combustibles.
Los ecuatorianos publicaban en las redes sociales algunos videos mostrando bloqueos de calles con quema de objetos y enfrentamientos entre multitudes y fuerzas de seguridad en el centro de Quito antes de la primera ronda de conversaciones destinada a terminar con 11 días de disturbios.
La ministra del interior dijo que un grupo de “vándalos” había incendiado nuevamente las oficinas de la contraloría y que unas 500 personas habían desafiado barreras policiales en la ciudad.
Los incidentes fueron los peores en el pequeño país sudamericano en más de una década y el más reciente momento álgido de la oposición al Fondo Monetario Internacional en Latinoamérica.
Moreno ha presentado la disputa como una batalla entre Venezuela y otras fuerzas de izquierda, por un lado, y las ideologías más orientadas a los mercados, por otro. Casi 60 caminos en la ciudad estaban cerrados, dijo el gobierno municipal, sin dar más detalles.
“Bloquear vías está penado por la ley y más aún en toque de queda”, dijo Bernardo Abad, concejal del Distrito Metropolitano de Quito.
Manifestantes indígenas prometieron continuar con las protestas a lo largo del país hasta que Moreno reinstaure los subsidios a los combustibles, una señal de que un posible avance en la disputa anunciado el sábado podría disiparse bajo las medidas de seguridad del gobierno.
La primera ronda de conversaciones entre líderes indígenas y el gobierno estaba prevista para las 3 p.m. (2000 GMT) en Quito, aunque Naciones Unidas en Ecuador dijo que el diálogo se había demorado por “dificultades operativas”. No se precisó quién participaría o dónde se realizarían las negociaciones.
Moreno firmó un acuerdo de 4.200 millones de dólares con el FMI este año, enfureciendo a muchos de sus anteriores partidarios que votaron por él como el sucesor de izquierda de su exaliado, Rafael Correa.
Moreno ha defendido su decisión la semana pasada de recortar los subsidios a los combustibles como una parte clave de su plan para sanear las cuentas del país, y niega que fuera una exigencia del FMI.
Ante un desafío generalizado al estado de excepción por parte de ciudadanos comunes, el ejército dijo que había levantado parcialmente las medidas de emergencia en la ciudad hasta las 8 p.m. del domingo (0100 GMT del lunes), pero resaltó que seguirían vigentes en las partes del norte de Quito, cerca de los puntos de conflicto.
Los ecuatorianos publicaban en las redes sociales algunos videos mostrando bloqueos de calles con quema de objetos y enfrentamientos entre multitudes y fuerzas de seguridad en el centro de Quito antes de la primera ronda de conversaciones destinada a terminar con 11 días de disturbios.
La ministra del interior dijo que un grupo de “vándalos” había incendiado nuevamente las oficinas de la contraloría y que unas 500 personas habían desafiado barreras policiales en la ciudad.
Los incidentes fueron los peores en el pequeño país sudamericano en más de una década y el más reciente momento álgido de la oposición al Fondo Monetario Internacional en Latinoamérica.
Moreno ha presentado la disputa como una batalla entre Venezuela y otras fuerzas de izquierda, por un lado, y las ideologías más orientadas a los mercados, por otro. Casi 60 caminos en la ciudad estaban cerrados, dijo el gobierno municipal, sin dar más detalles.
“Bloquear vías está penado por la ley y más aún en toque de queda”, dijo Bernardo Abad, concejal del Distrito Metropolitano de Quito.
Manifestantes indígenas prometieron continuar con las protestas a lo largo del país hasta que Moreno reinstaure los subsidios a los combustibles, una señal de que un posible avance en la disputa anunciado el sábado podría disiparse bajo las medidas de seguridad del gobierno.
La primera ronda de conversaciones entre líderes indígenas y el gobierno estaba prevista para las 3 p.m. (2000 GMT) en Quito, aunque Naciones Unidas en Ecuador dijo que el diálogo se había demorado por “dificultades operativas”. No se precisó quién participaría o dónde se realizarían las negociaciones.
Moreno firmó un acuerdo de 4.200 millones de dólares con el FMI este año, enfureciendo a muchos de sus anteriores partidarios que votaron por él como el sucesor de izquierda de su exaliado, Rafael Correa.
Moreno ha defendido su decisión la semana pasada de recortar los subsidios a los combustibles como una parte clave de su plan para sanear las cuentas del país, y niega que fuera una exigencia del FMI.
Ante un desafío generalizado al estado de excepción por parte de ciudadanos comunes, el ejército dijo que había levantado parcialmente las medidas de emergencia en la ciudad hasta las 8 p.m. del domingo (0100 GMT del lunes), pero resaltó que seguirían vigentes en las partes del norte de Quito, cerca de los puntos de conflicto.