Todo listo para elecciones presidenciales en México
Alrededor de 89 millones de mexicanos están habilitados para votar en los comicios más grandes de la historia del país. Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) afirmó que los comicios están blindados y exhortó a los partidos políticos y candidatos a...



Alrededor de 89 millones de mexicanos están habilitados para votar en los comicios más grandes de la historia del país.
Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) afirmó que los comicios están blindados y exhortó a los partidos políticos y candidatos a esperar los resultados oficiales para evitar generar incertidumbre y especulaciones.
Córdova pidió a los ciudadanos, a los medios de comunicación y a los actores políticos esperar pacientemente la publicación de los resultados oficiales por la autoridad electoral.
Edmundo Jacobo Molina, secretario ejecutivo del INE, informó que se registraron 111 personas físicas y morales ante el instituto para realizar, publicar y difundir encuestas de salida al término de la jornada electoral.
Indígenas
Muchos indígenas amenazan con impedir la votación en sus comunidades en protesta por un sistema político que aseguran los tiene en el olvido.
Mientras las encuestas proyectan que el país está a punto de ser gobernado por su primer presidente izquierdista antisistema en la historia moderna, Andres Manuel López Obrador, la perspectiva del cambio no ha logrado resonar entre los habitantes de pequeñas comunidades enclavadas en el paisaje boscoso del suroeste del estado de Michoacán.
Residentes locales han destruido la propaganda electoral en la zona y establecido bloqueos para evitar la llegada de las boletas. Autoridades han calificado de “inviable” la votación en 16 localidades cercanas y no es probable que se arriesguen a una confrontación para intentar forzar los comicios.
Entre las zonas en conflicto se encuentra la empobrecida comunidad de Nahuatzen, donde indígenas purépechas cultivan aguacate y se ganan la vida en pequeñas parcelas. El jueves, decenas de hombres bloquearon la entrada a la ciudad con un tronco en medio de la carretera.
“Los políticos no han hecho nada más que enriquecerse ellos mismos, y dejar en el olvido o en la marginación a la comunidad”, comentó Antonio Arriola, quien forma parte de un concejo indígena creado recientemente y que ha solicitado al Gobierno mexicano la autonomía.
Después de que el viernes se corrió la voz de que líderes de los partidos locales podrían intentar entregar las boletas electorales en sus autos personales, los indígenas amenazaron con usar palas mecánicas para cavar una trinchera y fortalecer su bloqueo.
Arriola y otros líderes locales reconocen a regañadientes algo en común con el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien comenzó su carrera en la política hace décadas abogando por las comunidades indígenas.
Pero Arriola dijo que los purépechas han aprendido de la peor manera a no cifrar sus esperanzas en promesas de políticos, incluso en aquellos que parecen tener buenas intenciones.
“Nuestra infraestructura en cuestión de calles, en cuestión de educación, de salud, está con un atraso de más de 40 años”, comentó.
Nahuatzen forma parte de un creciente movimiento entre las comunidades indígenas de México que buscan autonomía y le dan la espalda a las elecciones generales.
La disidencia se encendió hace seis años durante la última elección presidencial, cuando una sola jurisdicción, el municipio de Cherán, adyacente a Nahuatzen, optó por no votar. Este año, el boicot se extendió a seis municipios más.
La agitación también se extiende hacia el sur del país, en varias comunidades indígenas de los estados de Chiapas y Guerrero, donde sus líderes también han amenazado con impedir las elecciones del domingo.
Las crecientes quejas de los indígenas parecen reflejar una inquietud más amplia en el país, donde la corrupción política generalizada, la violencia relacionada con los cárteles de las drogas y la profunda pobreza han alimentado el descontento.
El apoyo a la democracia en México cayó desde poco más del 70 por ciento en 2004 a poco menos de la mitad el año pasado.
Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) afirmó que los comicios están blindados y exhortó a los partidos políticos y candidatos a esperar los resultados oficiales para evitar generar incertidumbre y especulaciones.
Córdova pidió a los ciudadanos, a los medios de comunicación y a los actores políticos esperar pacientemente la publicación de los resultados oficiales por la autoridad electoral.
Edmundo Jacobo Molina, secretario ejecutivo del INE, informó que se registraron 111 personas físicas y morales ante el instituto para realizar, publicar y difundir encuestas de salida al término de la jornada electoral.
Indígenas
Muchos indígenas amenazan con impedir la votación en sus comunidades en protesta por un sistema político que aseguran los tiene en el olvido.
Mientras las encuestas proyectan que el país está a punto de ser gobernado por su primer presidente izquierdista antisistema en la historia moderna, Andres Manuel López Obrador, la perspectiva del cambio no ha logrado resonar entre los habitantes de pequeñas comunidades enclavadas en el paisaje boscoso del suroeste del estado de Michoacán.
Residentes locales han destruido la propaganda electoral en la zona y establecido bloqueos para evitar la llegada de las boletas. Autoridades han calificado de “inviable” la votación en 16 localidades cercanas y no es probable que se arriesguen a una confrontación para intentar forzar los comicios.
Entre las zonas en conflicto se encuentra la empobrecida comunidad de Nahuatzen, donde indígenas purépechas cultivan aguacate y se ganan la vida en pequeñas parcelas. El jueves, decenas de hombres bloquearon la entrada a la ciudad con un tronco en medio de la carretera.
“Los políticos no han hecho nada más que enriquecerse ellos mismos, y dejar en el olvido o en la marginación a la comunidad”, comentó Antonio Arriola, quien forma parte de un concejo indígena creado recientemente y que ha solicitado al Gobierno mexicano la autonomía.
Después de que el viernes se corrió la voz de que líderes de los partidos locales podrían intentar entregar las boletas electorales en sus autos personales, los indígenas amenazaron con usar palas mecánicas para cavar una trinchera y fortalecer su bloqueo.
Arriola y otros líderes locales reconocen a regañadientes algo en común con el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien comenzó su carrera en la política hace décadas abogando por las comunidades indígenas.
Pero Arriola dijo que los purépechas han aprendido de la peor manera a no cifrar sus esperanzas en promesas de políticos, incluso en aquellos que parecen tener buenas intenciones.
“Nuestra infraestructura en cuestión de calles, en cuestión de educación, de salud, está con un atraso de más de 40 años”, comentó.
Nahuatzen forma parte de un creciente movimiento entre las comunidades indígenas de México que buscan autonomía y le dan la espalda a las elecciones generales.
La disidencia se encendió hace seis años durante la última elección presidencial, cuando una sola jurisdicción, el municipio de Cherán, adyacente a Nahuatzen, optó por no votar. Este año, el boicot se extendió a seis municipios más.
La agitación también se extiende hacia el sur del país, en varias comunidades indígenas de los estados de Chiapas y Guerrero, donde sus líderes también han amenazado con impedir las elecciones del domingo.
Las crecientes quejas de los indígenas parecen reflejar una inquietud más amplia en el país, donde la corrupción política generalizada, la violencia relacionada con los cárteles de las drogas y la profunda pobreza han alimentado el descontento.
El apoyo a la democracia en México cayó desde poco más del 70 por ciento en 2004 a poco menos de la mitad el año pasado.