Fuerzas israelíes matan a otros dos palestinos
Miles de residentes de Gaza acudieron el martes a los funerales de muchos de los 60 palestinos fallecidos a manos de efectivos israelíes, en medio de una nueva jornada de protestas en la frontera entre el enclave costero y el Estado judío por la apertura de la embajada estadounidense en...



Miles de residentes de Gaza acudieron el martes a los funerales de muchos de los 60 palestinos fallecidos a manos de efectivos israelíes, en medio de una nueva jornada de protestas en la frontera entre el enclave costero y el Estado judío por la apertura de la embajada estadounidense en Jerusalén.
Las fuerzas israelíes mataron a tiros al menos dos palestinos el martes, pero las protestas fueron menos intensas que en la jornada previa. Los deudos de los fallecidos el lunes marcharon agitando banderas palestinas y pidiendo venganza. “Con almas y sangre los redimimos, mártires”, gritaban.
Cientos marcharon en el funeral de Leila al-Ghandour, de ocho meses, cuyo cuerpo estaba envuelto en una bandera palestina. “Que se quede conmigo, es demasiado pronto para que se vaya”, gritó la madre, presionando el cuerpo de la bebé contra su pecho. La familia dijo que murió al inhalar gas lacrimógeno.
Familias preocupadas llenaban el martes los pasillos y las habitaciones de los hospitales de Gaza, mientras pacientes heridos esperaban tratamiento tras una protesta en la frontera el lunes, el día más mortífero para los palestinos en años.
En el hospital Shifa de la ciudad de Gaza, la mayor de las 13 instalaciones médicas del territorio, los funcionarios ordenaron la semana pasada desplegar tiendas de campaña en el patio del hospital, temiendo un aumento de las protestas por la apertura de la embajada de Estados.
Ayman Al-Sahabani, director del departamento de emergencias de Shifa, que tiene solo 20 camas, dijo que su personal recibió 500 heridos el lunes, casi el 20 por ciento de todos los de Gaza.
En el lado israelí de la frontera, los francotiradores tomaron posiciones para detener cualquier intento de traspaso de la valla si las manifestaciones vuelven a estallar. También se desplegaron tanques.
Los actos de violencia del lunes en la frontera, que se produjeron en momentos en que Estados Unidos abría su nueva embajada en Jerusalén, resultaron en la jornada más letal para los palestinos desde el conflicto del 2014 en Gaza.
El número de muertos subió a 60. Más de 2.200 palestinos también se vieron afectados por los gases y tiroteos, afirmaron médicos palestinos.
Líderes palestinos han dicho que los eventos del lunes constituyeron una masacre, mientras la táctica israelí de usar municiones contra los manifestantes generó condena en todo el mundo.
Turquía expulsó al embajador de Israel y el Estado judío expulsó al cónsul general turco en Jerusalén. El presidente Tayyip Erdogan intercambió palabras duras con el primer ministro Benjamin Netanyahu. Los palestinos llamaron a su representante en Washington, citando la decisión de la embajada.
Seis semanas de protesta
Israel afirma que actúa en defensa propia para resguardar sus fronteras y comunidades. Su principal aliado, Estados Unidos, respaldó esa postura y ambos dijeron que Hamas, el grupo islamista que gobierna el enclave palestino, instiga la violencia.
Una campaña de seis semanas de protestas en la frontera, bautizada “La Gran Marcha del Retorno” ha reanudado los llamados para que los refugiados tengan el derecho de volver a sus antiguas tierras, que ahora se encuentran dentro de Israel.
El Estado judío se niega a conceder el derecho de regresar a los refugiados porque teme perder su mayoría religiosa en el país.
Autoridades de salud palestinas dijeron que 105 habitantes de Gaza han muerto desde el inicio de las protestas y casi 11.000 personas han resultado heridas. Unas 3.500 personas han sido alcanzadas por munición. No se han reportado bajas israelíes.
Más de dos millones de personas viven en la densamente poblada Franja de Gaza y más de dos tercios son refugiados. Israel y Egipto mantienen fuertes restricciones sobre el enclave bajo el argumento de los riesgos de seguridad, lo que profundiza la crisis económica y humanitaria en el área.
Las fuerzas israelíes mataron a tiros al menos dos palestinos el martes, pero las protestas fueron menos intensas que en la jornada previa. Los deudos de los fallecidos el lunes marcharon agitando banderas palestinas y pidiendo venganza. “Con almas y sangre los redimimos, mártires”, gritaban.
Cientos marcharon en el funeral de Leila al-Ghandour, de ocho meses, cuyo cuerpo estaba envuelto en una bandera palestina. “Que se quede conmigo, es demasiado pronto para que se vaya”, gritó la madre, presionando el cuerpo de la bebé contra su pecho. La familia dijo que murió al inhalar gas lacrimógeno.
Familias preocupadas llenaban el martes los pasillos y las habitaciones de los hospitales de Gaza, mientras pacientes heridos esperaban tratamiento tras una protesta en la frontera el lunes, el día más mortífero para los palestinos en años.
En el hospital Shifa de la ciudad de Gaza, la mayor de las 13 instalaciones médicas del territorio, los funcionarios ordenaron la semana pasada desplegar tiendas de campaña en el patio del hospital, temiendo un aumento de las protestas por la apertura de la embajada de Estados.
Ayman Al-Sahabani, director del departamento de emergencias de Shifa, que tiene solo 20 camas, dijo que su personal recibió 500 heridos el lunes, casi el 20 por ciento de todos los de Gaza.
En el lado israelí de la frontera, los francotiradores tomaron posiciones para detener cualquier intento de traspaso de la valla si las manifestaciones vuelven a estallar. También se desplegaron tanques.
Los actos de violencia del lunes en la frontera, que se produjeron en momentos en que Estados Unidos abría su nueva embajada en Jerusalén, resultaron en la jornada más letal para los palestinos desde el conflicto del 2014 en Gaza.
El número de muertos subió a 60. Más de 2.200 palestinos también se vieron afectados por los gases y tiroteos, afirmaron médicos palestinos.
Líderes palestinos han dicho que los eventos del lunes constituyeron una masacre, mientras la táctica israelí de usar municiones contra los manifestantes generó condena en todo el mundo.
Turquía expulsó al embajador de Israel y el Estado judío expulsó al cónsul general turco en Jerusalén. El presidente Tayyip Erdogan intercambió palabras duras con el primer ministro Benjamin Netanyahu. Los palestinos llamaron a su representante en Washington, citando la decisión de la embajada.
Seis semanas de protesta
Israel afirma que actúa en defensa propia para resguardar sus fronteras y comunidades. Su principal aliado, Estados Unidos, respaldó esa postura y ambos dijeron que Hamas, el grupo islamista que gobierna el enclave palestino, instiga la violencia.
Una campaña de seis semanas de protestas en la frontera, bautizada “La Gran Marcha del Retorno” ha reanudado los llamados para que los refugiados tengan el derecho de volver a sus antiguas tierras, que ahora se encuentran dentro de Israel.
El Estado judío se niega a conceder el derecho de regresar a los refugiados porque teme perder su mayoría religiosa en el país.
Autoridades de salud palestinas dijeron que 105 habitantes de Gaza han muerto desde el inicio de las protestas y casi 11.000 personas han resultado heridas. Unas 3.500 personas han sido alcanzadas por munición. No se han reportado bajas israelíes.
Más de dos millones de personas viven en la densamente poblada Franja de Gaza y más de dos tercios son refugiados. Israel y Egipto mantienen fuertes restricciones sobre el enclave bajo el argumento de los riesgos de seguridad, lo que profundiza la crisis económica y humanitaria en el área.