Tarija y el olvido carretero
Los beneficios de invertir en la red vial nacional son evidentes, pero Tarija sigue siendo la gran olvidada
En un país vasto y diverso como Bolivia, la infraestructura vial juega un papel crucial en el desarrollo económico y social. La inversión en la red vial de carreteras no solo mejora la conectividad entre regiones, sino que también impulsa el crecimiento económico, fomenta la inclusión social y mejora la calidad de vida de los ciudadanos. Tarija, sin embargo, sigue estando en el olvido histórico más allá de algunos parches que se van licitando en bucle con incontables incumplimientos.
Una red vial eficiente es fundamental para el crecimiento económico de Bolivia. Las carreteras mejoradas reducen los costos de transporte, facilitan el comercio y aumentan la competitividad. Esto es especialmente importante en un país con una economía basada en la exportación de recursos naturales y productos agrícolas. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la mejora de la red vial primaria puede tener un impacto significativo en la economía nacional al facilitar el movimiento de bienes y servicios dentro del país y hacia los mercados internacionales. Pero en Tarija tanto la conexión al norte como al sur por Bermejo se viene deteriorando a marchas forzadas mientras que la ruta al Chaco quedó como quedó.
Una red vial bien mantenida y modernizada también contribuye a la seguridad de los usuarios.
La inversión en infraestructuras viales también es un motor de inclusión social. Las carreteras conectan comunidades remotas con centros urbanos, permitiendo el acceso a servicios esenciales como salud, educación y empleo. Esto es especialmente crucial en Bolivia, donde muchas comunidades aún enfrentan desafíos significativos debido a su aislamiento geográfico. Mejorar la red vial puede ayudar a reducir las desigualdades y ofrecer a todos los bolivianos, independientemente de su ubicación, la oportunidad de participar plenamente en la vida económica y social del país, pero en Tarija las comunidades siguen padeciendo la distancia, especialmente en el Chaco.
Una red vial bien mantenida y modernizada también contribuye a la seguridad de los usuarios. Las carreteras en mal estado son un factor importante en los accidentes de tráfico, que pueden resultar en pérdidas humanas y económicas significativas. Invertir en la infraestructura vial incluye la implementación de medidas de seguridad como señalización adecuada, iluminación y la construcción de puentes y túneles seguros, lo cual puede reducir significativamente el número de accidentes y salvar vidas, pero en Tarija se siguen contando muertos cada semana, sobre todo en la Ruta 9, sin que nada cambie o se acelere.
Además de los beneficios económicos y sociales, una red vial mejorada puede contribuir al desarrollo sostenible. Las carreteras bien diseñadas pueden reducir el impacto ambiental del transporte, disminuir las emisiones de carbono y preservar los ecosistemas locales. La planificación y construcción de carreteras deben incluir consideraciones ambientales para minimizar la deforestación y la erosión del suelo, asegurando que el desarrollo de la infraestructura sea compatible con la protección del medio ambiente. En Tarija, sin embargo, las inversiones nuevas se dirigen apenas a conectar los pozos petroleros.
La inversión en la red vial de carreteras es una estrategia esencial para el desarrollo integral del país. Los beneficios son múltiples y abarcan desde el crecimiento económico y la inclusión social hasta la seguridad vial y el desarrollo sostenible. Es imperativo que el gobierno y las instituciones financieras internacionales continúen apoyando y financiando proyectos de infraestructura vial. Un compromiso firme en esta área garantizará que Bolivia no sólo mejorará su competitividad económica, sino que también asegurará un futuro más próspero y equitativo para todos sus ciudadanos. Ojalá alguien decida alguna vez cumplir con esta tierra.
