El experimento de Ecuador
La “muerte cruzada” está permitiendo aprobar por decreto medidas sensibles como la reforma tributaria sin que nadie objete nada, pues todos están mirando la elección
La jugada le está saliendo bien al presidente ecuatoriano Guillermo Lasso. El próximo 20 de agosto habrá elecciones anticipadas después de decretar la “muerte cruzada” y las fuerzas políticas se han enzarzado ya en la pugna visceral por el poder mientras Lasso gobierna por decreto una situación de crisis severa. La falta de atención le está permitiendo impulsar reformas que de otra forma hubiera provocado levantamientos populares de difícil gestión.
Guillermo Lasso apenas lleva dos años en el cargo. Fue ungido el 24 de mayo de 2021 en una segunda vuelta donde se impuso al correísmo de forma más o menos holgada. Su victoria esencial ya la había logrado en la primera vuelta al colarse en el balotaje por la mínima: 19,74% del partido de Lasso frente al 19,39% del indigenista Yaku Pérez, quien encarna la némesis del movimiento ciudadano del expresidente Rafael Correa, que entonces llevó de candidato a Andrés Arauz. Todo Ecuador sabía que la segunda vuelta sería un plebiscito correísta y que quien entrara ganaría. Pues ganó Lasso.
Pero Lasso es lo que es, representante de la oligarquía después de ser casi 20 años el presidente ejecutivo del Banco Guayaquil, alternando siempre con incursiones en la política en diferentes cargos. Desde su victoria en 2021 ha quedado claro que, por encima de cualquier ambición, su misión era esencialmente restaurar la agenda liberal en el país a cualquier precio, por encima de cualquier otro interés político. En esas, Lasso funciona de forma distinta a muchos presidentes a los que el poder les ciega y más parece ser un presidente encargado por otros poderes superiores que le marcan la agenda.
Así, la muerte cruzada le ha resultado un regalo. A Lasso le preocupa más completar su agenda que aferrarse al poder – de hecho, no será candidato en agosto -, y hacerlo en el trámite parlamentario, con su extrema minoría, era mucho más complicado que hacerlo por decreto por mal que caiga entre la ciudadanía.
La muerte cruzada se justifica en la Constitución por conmoción social grave, y es evidente que no es el caso. Al menos no hay mayor conmoción que en 2022 cuando la subida de la gasolina provocó más de un mes de movilizaciones de los pueblos indígenas y otros sectores populares o la provocada a raíz de sus intentos de controlar los penales. Sin embargo, con esta determinación, Lasso ha decretado ya su reforma tributaria, envuelta en un título populista sobre la economía familiar, y se prevé que llegue también una reforma laboral de calado y alguna traca final en forma de amnistía fiscal o similar.
Sudamérica es lo que es, y más allá de la gigantesca Brasil, todo suma en esta construcción de la Patria Grande. Todos los experimentos de uno u otro país acaban dejando aprendizajes para todos los demás. Ecuador es lo que es y tiene una historia reciente muy icónica. Sin duda que los resultados del 20 de agosto serán importantes para todos, pero no se puede perder la vista del proceso. Después, cada cual sacará las conclusiones para su propio país.
