¿Qué fue de la importancia logística de Tarija?

Tarija puede convertirse en una plataforma logística que ordene el tráfico de mercancías y de personas en unas latitudes de interior del continente con potencialidad, pero hay que enfocarse

Tarija está ubicada en el sur de Bolivia; es valle, pero muy cerca tanto del altiplano como de la llanura chaqueña y es la capital más cercana al norte argentino. Esto la convierte en una ciudad con una ubicación estratégica que la puede convertir en un punto clave en las comunicaciones de Sudamérica. La ciudad está situada en el cruce de varias rutas comerciales, o cerca, lo que la convierte en un importante centro de tránsito para personas y mercancías que se desplazan por toda la región, pero las autoridades suelen olvidarse de esta condición una vez que inician su gestión.

Una de las rutas más importantes que pasa por Tarija es la carretera Panamericana, que conecta América del Sur desde el sur de Chile hasta Colombia. Esta carretera es una de las vías principales de transporte terrestre en Sudamérica y la ciudad de Tarija es un importante punto de entrada y salida para los viajeros que utilizan esta ruta, aunque las decisiones tomadas respecto a las carreteras no han sido las mejores para apuntalar esta condición. El paso por Tarija no solo conviene a los que recorren el continente de sur a norte o viceversa, sino que es una interesante ruta de este a oeste, ingresando desde el norte argentino o Paraguay para salir hacia el norte chileno a través de Villazón – La Quiaca, pero de nuevo, las lentas decisiones que se toman con las carreteras afecta a la proyección internacional del enclave.

Aún con la caída, Tarija sigue siendo un importante centro de producción de gas natural y petróleo en Bolivia, lo que hace que la ciudad sea un punto clave en la distribución de estos recursos en toda la región y un punto de encuentro para funcionarios y trabajadores antes o después de introducirse en los campos. Otro elemento infrautilizado es el aeropuerto internacional Oriel Lea Plaza, que será el último de capital de departamento en ser reformado.

Tarija es un importante punto de entrada y salida para los viajeros que utilizan esta ruta, aunque las decisiones tomadas respecto a las carreteras no han sido las mejores

Tarija puede convertirse en una plataforma logística que ordene el tráfico de mercancías y de personas en unas latitudes de interior del continente con potencialidad. Cuenta además con otras virtudes para hacer de este enclave un centro logístico ordenador, pero es necesario que se puedan sumar sinergias y esfuerzos, para que las inversiones respondan a un plan ambicioso y compartido y no a momentos de calentura o urgencia política.

Tarija tiene que conseguir que la ruta Entre Ríos – Palos Blancos se mejore sustancialmente para que cumpla los requisitos internacionales; necesita mimar la ruta a Bermejo con buenas inversiones y necesita que se abra la tercera frontera directo a La Quiaca. Desde ahí enfocar las ideas para enlazarse con el tren bioceánico cuyo trazado, sea por el norte o por el sur, es la vía de escape necesaria.

Sin duda, nada nunca será fácil para un departamento como este, pero nadie puede limitarnos el derecho soñar en grande, a planificar pensando en crecer y a creer en que las cosas se pueden hacer de otra manera.


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