La agenda de Arce en Tarija

En Tarija nadie entiende bien el porqué de la actitud del presidente y sus ministros para con un departamento que le ha aportado tanto al país pidiendo tan poco

La agenda del presidente Luis Arce para este mes aniversario de Tarija sigue siendo una incógnita, pero el gobernador Óscar Montes confía en que sea una participación normal y cordial donde se compartan los actos pues, a su criterio, “la relación este año es totalmente diferente”.

Aún a 10 días de los actos centrales, es normal que un gobernador con la experiencia de Óscar Montes tienda la mano al presidente y le pida una participación activa donde Tarija salga ganando, aunque sea en forma de promesas, sin embargo, confiar en que algo pueda cambiar sustancialmente parece prematuro, sobre todo atendiendo a los recientes insultos dedicados por el ministro de Obras Púbicas Edgar Montaño al gobernador de los que este no quiere hacer leña y a los cambios en la delegación del Gobierno en Tarija con un Walter Ferrufino ávido de recuperar el tiempo perdido.

La cuenta con Ende se ha saldado luego de que la Gobernación tramitara un crédito privado de altos intereses para pagar el interconectado con Bermejo

En 2022 Luis Arce participó de la ofrenda floral al Moto Méndez el día 15 pero no se quedó al desfile cívico militar y tampoco el día anterior había participado de la Sesión de Honor, al día siguiente, sin embargo, se montó un acto paralelo en San Lorenzo con participación incluso de altas autoridades militares, donde hizo su propia declaración trufada de promesas aun en etéreo.

Para Montes era su primer 15 de abril como gobernador y hasta allí llegó tras un año concentrado literalmente en hacer cuentas y reducir las deudas, pero al contrario de lo que sucedió en la gestión anterior, no se estrelló especialmente contra el gobierno central. Tampoco fue especialmente duro en sus declaraciones públicas luego de haber tomado posición firme sobre lo sucedido en 2019 – postulación ilegal -, aunque sí se molestó porque Luis Arce convocara el Consejo Autonómico y, finalmente, se fuera a una reunión ordinaria del ALBA n lugar de atender a los gobernadores.

Este año no ha sido diferente: El presidente no ha aceptado una reunión ni compartir fotografía salvo en la inauguración de la FexpoTarija, que le vino muy bien al presidente para mostrar dinamismo en plena tensión con Santa Cruz por la realización del Censo de Población y Vivienda. Además, ha atornillado la presión por los pagos, sobre todo con Ende, cuya cuenta se ha saldado luego de que la Gobernación tramitara un crédito privado de altos intereses para pagar el interconectado con Bermejo. Mientras, en el capítulo de obra pública estatal e inversión, no pasa de algunas obras menores en las provincias y más promesas sobre carreteras, aeropuertos, plantas…

En Tarija nadie entiende bien el porqué de la actitud del presidente y sus ministros para con un departamento que le ha aportado tanto al país pidiendo tan poco; con un departamento al que se le ha incumplido tantas veces y al que se ha dejado desamparado. Aún así, de nuevo, los tarijeños recibirán al presidente, si viene, esperando que traiga algún desarrollo. O algo. O igual nada.


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