La financiación privada y los gobiernos locales

El Gobierno debe ser capaz de desarrollar mecanismos de financiación más ágiles para todos, que apuesten por los recursos humanos bolivianos, que al final es lo más valioso que tenemos en el país

Es verdad que el acceso a la financiación privada por parte de los gobiernos en los países más desarrollados han apuntalado precisamente ese desarrollo y por ende, agrandado la brecha con los países más pobres, que en general han tenido que acceder a financiación de mecanismos multilaterales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, o la Corporación Andina de Fomento o el Banco Interamericano de Desarrollo, que entre palabras conceptuosas respecto al progreso y la evolución de los pueblos, al final, más parecen destinados a conservar el estatus quo donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres, pues las diferencias entre unos y otros en los últimos 50 años solo han hecho que agrandarse.

De entre todos esos mecanismos de financiación privada que los gobiernos fundamentalmente europeos encontraron para impulsar y apalancar su desarrollo se contaban las cajas de ahorro, entidades de ahorro fuertemente identificadas con el territorio que por esa situación lograron captar una gran cantidad de clientes trabajadores que domiciliaron sus recibos de servicios y sus nóminas precisamente por la confianza que generaban. En su tiempo jugaron un rol importante en la educación financiera de los clientes y después, en su digitalización.

Las entidades financieras fuertemente identificadas con el territorio se convirtieron a su vez en los grandes financiadores de los gobiernos de turno en ese mismo territorio, pero a tasas muy preferenciales

Esas entidades financieras fuertemente identificadas con el territorio agarraron los ahorros y se convirtieron a su vez en los grandes financiadores de los gobiernos de turno en ese mismo territorio a tasas muy preferenciales. Era a la vez su política de márketing, su garantía de dinamización territorial que creara trabajos, y su mecanismo cómplice para las correrías especulativas, sobre todo en urbanismo. Es evidente que era un ganar – ganar, pero que en última instancia pagaron los mismos ciudadanos que se beneficiaron de aquel parque industrial, de aquel puente, de aquella universidad o de aquella carretera doble vía. La clave es la productividad de los proyectos y las bajas tasas de interés.

En Bolivia esto no existe ni de lejos a nivel departamental y apenas el Gobierno nacional ha articulado algunas salvedades para buscar financiación a través del Banco Central de Bolivia a tasas razonables; al contrario, la mayoría de los bancos comerciales del país guardan los ahorros de los trabajadores en bancos internacionales a l vez que se financian con recursos del Ahorro Previsional y el propio TGN está autorizado para enviar su liquidez a bancos AAA de los países centrales y hegemónicos, que sí financian el desarrollo local de esos países y no los de países del tercer mundo.

Todo esto a veces suena a chino, pero no parece razonable que la Gobernación de Tarija tenga que endeudarse con tasas por encima del 6 por ciento para pagar una obra vital como la interconexión al sistema eléctrico nacional que ejecutó una empresa estatal como ENDE, y que tendría que tener por misión cuidar los recursos de los bolivianos; o que una inversión primaria como el colegio Castelfort Castellanos del Gobierno Municipal tenga que acelerarse también con recursos privados a intereses elevados en lugar de buscar formas que optimicen recursos, más aún cuando el alcalde ha declarado que los recursos privados solicitados en 2019 no estaban en su sitio cuando ingresó al poder en 2021.

El Gobierno debe ser capaz de desarrollar mecanismos de financiación más ágiles para todos, que apuesten por los recursos humanos bolivianos, que al final es lo más valioso que tenemos en el país, pero siempre cuidando el detalle y el destino de los fondos. Se puede cambiar el rumbo, pero hace falta romper algunas de las normas de la ortodoxia liberal que, tantos años después, siguen tan vigentes en el país.


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