El gas del sur

Tarija plantea tumbar el estudio, pero también está presentando una enmienda a la totalidad de la gestión de los hidrocarburos en los últimos diez años

Nadie esperaba un paro masivo y por eso el resultado de la jornada de movilizaciones cívicas en Tarija ha resultado más que satisfactorio para los convocantes, que han logrado hacerse sentir en la ciudad sin bloqueos que obligaran a nadie y también en fronteras como Bermejo e incluso en la ruta al Chaco. No se habla de éxito sin precedentes, claro, pero teniendo en cuenta que lo de ayer era un primer paso para una pulseada que se prevé larga, es a YPFB a quien le corresponde tomar nota.

El tarijeño promedio está bastante aburrido de que le hablen de hidrocarburos. En Bermejo se descubrió el primer pozo productor del país, y a lo que nos dimos cuenta nos estaban robando la producción rumbo a Argentina. Después la petrolera que se llenaba los bolsillos con Tarija no puso un peso para defender el territorio chaqueño. En los 50-60 las transnacionales desfilaron como Pedro por su casa sacando petróleo a borbotones y dejando pasivos por toda la serranía del Aguaragüe. En los 80-90 se descubrieron pozos que salvaron IABSA y anticiparon un futuro promisorio, pero las transnacionales de Goni se acabaron anotando las reservas a su nombre. Después vino la nacionalización y en San Alberto, al pie de los pozos que abastecían el cinturón industrial de Sao Paolo, cocinaban a leña. Una vez le prometieron una planta petroquímica que atraería industria y crearía puestos de trabajo y apenas funciona una termoeléctrica que quema gas sin dejar regalía y una planta separadora (que era para la petroquímica) que hace GLP para aburrir al país y que tampoco deja un peso extra y algún contrato de trabajo marginal.

Tarija ha seguido siendo esencialmente lo mismo, un territorio por definición rebelde, gustoso del caudillismo local, dedicado a su agro, a su vino, a su maíz, a sus verduras y a prestar servicios en la capital, también al comercio, al contrabando, y ciertas familias, a lucrar con el centralismo. Por eso, ahora que hay muchos más, escuchar promesas sobre las virtudes de este pozo o este campo, o este otro plan, o aquel, es poco más que anecdótico. Pelear por dos o tres millones de dólares cuando han desfilado cientos y se han dilapidado en absurdidades, carece de sentido.

Escuchar promesas sobre las virtudes de este pozo u este campo, u este otro plan, u aquel, es poco más que anecdótico para un tarijeño promedio que ha vivido lo que ha vivido

La mecha ha explotado con un estudio del factor de distribución del disque campo compartido de Margarita y Huacaya actualizado justo en el momento que más le interesaba a Chuquisaca, o tal vez, en el que más perjudicaba a Tarija. Justo en un momento en el que hay regalías congeladas, un hartazgo general por los lamentos de la crisis y un contrato vigente que no se viabiliza por temor a la reacción popular: el de San Telmo en el corazón de Tariquía.

Tarija plantea tumbar el estudio, pero también está presentando una enmienda a la totalidad de la gestión de los hidrocarburos en los últimos diez años; a un modelo que nunca desarrolló las propias capacidades de YPFB para hacer frente a los desafíos del mercado y que siempre se quedó esperando a que alguien hiciera el favor de explorar; a una forma de pensar que ha acabado deduciendo que era mejor entrar a sangre y fuego en las áreas protegidas en lugar de experimentar las nuevas técnicas cada vez más eficientes y ecológicas; a una manera de hacer las cosas que ha dilapidado los recursos de este pueblo en campañas publicitarias, en gasto corriente y en medidas inmediatas y ha olvidado transformar la matriz productiva del país industrializando su propio gas, como todos los demás.

Sin duda el camino es largo, pero algo se mueve en el sur.


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