Elecciones transparentes y sin violencia

En la recta final de una agotadora campaña electoral que empezó hace doce meses, la violencia ha hecho una puntual aparición que ha servido para desatar los rumores y los temores en otros lugares del país. Lo sucedido el sábado en Potosí, donde unos y otros provocaron hasta que se...

En la recta final de una agotadora campaña electoral que empezó hace doce meses, la violencia ha hecho una puntual aparición que ha servido para desatar los rumores y los temores en otros lugares del país.

Lo sucedido el sábado en Potosí, donde unos y otros provocaron hasta que se produjo el choque entre los cívicos que mantenían su paro indefinido y los simpatizantes del MAS, que alistaban su cierre de campaña, debe quedar como un hecho aislado condenable en toda su extensión, pues la violencia no debe volver a ocupar el presente político nunca más.
Más condenable aun es ese conato de trifulca que se vivió el domingo en la plaza Uriondo entre un grupo de exaltados que increpaban al grito de “Bolivia dijo no” a un grupo de orgullosas mujeres humildes
Más condenable aun es ese conato de trifulca que se vivió el domingo en la plaza Uriondo entre un grupo de exaltados que increpaban al grito de “Bolivia dijo no” a un grupo de orgullosas mujeres humildes, y que más allá de las significaciones políticas de cada bando, suponen una actitud intolerable en todo sentido.

Con estos hechos y el potenciador de las redes sociales, el escenario se ha enrarecido en estos últimos días para una campaña que por lo general ha resultado bastante anodina en lo propositivo y demasiado encorsetada en las estrategias de cada uno, dejando escaso margen a la espontaneidad.

Ahora bien, en diferentes foros de diferentes partidos sí se han empezado a utilizar palabras gruesas al respecto de lo que sucederá o no sucederá el 20 de octubre, y particularmente el 21.

El Estado Plurinacional tiene ante sí el mayor reto al que se ha visto enfrentado en su corta vida, y que es precisamente salvaguardar los avances logrados en muchos aspectos económicos, pero también y sobre todo en lo social – cultural. La inclusión y el pluralismo, el respeto entre bolivianos, es algo demasiado importante como para estropearlo entre los apasionamientos de una campaña electoral.

En ese contexto, ambos bandos deben poner de su parte. No es procedente insuflar aires sediciosos fundamentados en el racismo al cobijo de un cabildo ejemplarmente democrático y multitudinario como el de Santa Cruz, ni rumorear con conspiraciones o golpes de Estado, que vienen a acabar de matizar con aires poco místicos aquello del “ni un paso atrás” y de la defensa de las conquistas.

Queda una semana hasta elecciones y apenas dos días de campaña, pues en Bolivia tenemos esta particularidad de cerrar en miércoles para dar un tiempo exageradamente largo para la preparación del día de la votación por parte del Tribunal Electoral y del control de voto por parte de los partidos en lid.

Con las facilidades tecnológicas actuales, es necesario que se multipliquen los controles y procedimientos de transparencia, que permitan que la información fluya y que, en todos los casos, resulta ser la mejor manera de evitar la violencia y la sospecha.

Desde El País ponemos en marcha el Operativo Transparencia Chequea tu voto, una iniciativa que sumará la información de las diferentes mesas electorales a través de los propios ciudadanos, una simpe fotografía y un WhatsApp: 76822999. Súmate.

 

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