El caos vehicular de cada día
El caos vehicular en la ciudad de Tarija incrementa cada vez más y lo que agrava el asunto es que a medida que crece el parque automotor aumentan los accidentes de tránsito. Tarija es el departamento que más crecimiento porcentual del parque automotor tiene, así lo muestran los datos del...
El caos vehicular en la ciudad de Tarija incrementa cada vez más y lo que agrava el asunto es que a medida que crece el parque automotor aumentan los accidentes de tránsito. Tarija es el departamento que más crecimiento porcentual del parque automotor tiene, así lo muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con todo esto somos el cuarto departamento en cantidad de vehículos en todo el país.
En el año 2016 el parque automotor en Tarija era de 95.711, pero para el siguiente año aumentó a 102.203 vehículos. Un crecimiento de 6.8 por ciento, después de Pando con un aumento del 11.7 y Beni con 7,7 por ciento. En Bolivia el crecimiento fue de 5,2 por ciento, pues hasta el 31 de diciembre del año 2017 se tenía el registro de 1.800.354 vehículos.
De ese total, Tarija concentra el 5,7 por ciento, el cuarto departamento con más parque automotor, después de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, que juntos concentran el 78,9 por ciento de todo el país. El Registro Único para la Administración Tributaria (RUAT) muestra en el año 2012 había 43.227 vehículos en Cercado-Tarija, pero en el 2017 sobrepasó los 67.262.
El parque automotor creció en 54 por ciento en esa provincia. Todo esto ha hecho que cualquier peatón esté expuesto al rasponazo o al atropello vehicular, sin importar que cruce la vía por la cebra cuando el semáforo existe. Hoy somos testigos que ya no se respeta ninguna norma de tránsito, parqueos, uso de guiñadores, respeto al paso de cebra, priorización de vehículos en avenida, todo va quedando en el aire.
El caótico tránsito vehicular y la difícil movilidad en nuestra ciudad es resultado de: (1) la falta de adecuada planeación urbana, semaforización y señalización vial; (2) de la ausencia de una autoridad que difunda normas, prevenga y disuada comportamientos que puedan ocasionar accidentes y pérdidas de vidas humanas, sancionando con ejemplar rigor, insobornable aplicación de la ley y prontitud al infractor, y, (3) del desconocimiento de las normas de tránsito, irresponsabilidad, falta de tolerancia e imprudencia de numerosos conductores y peatones.
Con aplicar estrategias para resolver estos puntos avanzaríamos en la solución del problema, aunque no es tan fácil, pues todo va de la mano. Por lo tanto, cabe recordar una vez más que mientras no se mejoren las condiciones de informalidad laboral y altísimo desempleo en la región, continuarán también sumando vehículos del servicio público, sindicalizados y privados, lo que también aumenta el parque automotor y lo desordena.
Hasta ahora no se ha dado una solución concreta a este problema. Los temas estructurales como éste, se ponen de moda, se debaten en la esfera política, se plantean propuestas y finalmente se olvidan hasta que ingresa otro tema que tampoco será resuelto y quedará en el olvido. Ojalá las autoridades pudieran organizarse con cada problema dando soluciones eficaces y no paliativas.
En el año 2016 el parque automotor en Tarija era de 95.711, pero para el siguiente año aumentó a 102.203 vehículos
En el año 2016 el parque automotor en Tarija era de 95.711, pero para el siguiente año aumentó a 102.203 vehículos. Un crecimiento de 6.8 por ciento, después de Pando con un aumento del 11.7 y Beni con 7,7 por ciento. En Bolivia el crecimiento fue de 5,2 por ciento, pues hasta el 31 de diciembre del año 2017 se tenía el registro de 1.800.354 vehículos.
De ese total, Tarija concentra el 5,7 por ciento, el cuarto departamento con más parque automotor, después de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, que juntos concentran el 78,9 por ciento de todo el país. El Registro Único para la Administración Tributaria (RUAT) muestra en el año 2012 había 43.227 vehículos en Cercado-Tarija, pero en el 2017 sobrepasó los 67.262.
El parque automotor creció en 54 por ciento en esa provincia. Todo esto ha hecho que cualquier peatón esté expuesto al rasponazo o al atropello vehicular, sin importar que cruce la vía por la cebra cuando el semáforo existe. Hoy somos testigos que ya no se respeta ninguna norma de tránsito, parqueos, uso de guiñadores, respeto al paso de cebra, priorización de vehículos en avenida, todo va quedando en el aire.
El caótico tránsito vehicular y la difícil movilidad en nuestra ciudad es resultado de: (1) la falta de adecuada planeación urbana, semaforización y señalización vial; (2) de la ausencia de una autoridad que difunda normas, prevenga y disuada comportamientos que puedan ocasionar accidentes y pérdidas de vidas humanas, sancionando con ejemplar rigor, insobornable aplicación de la ley y prontitud al infractor, y, (3) del desconocimiento de las normas de tránsito, irresponsabilidad, falta de tolerancia e imprudencia de numerosos conductores y peatones.
Con aplicar estrategias para resolver estos puntos avanzaríamos en la solución del problema, aunque no es tan fácil, pues todo va de la mano. Por lo tanto, cabe recordar una vez más que mientras no se mejoren las condiciones de informalidad laboral y altísimo desempleo en la región, continuarán también sumando vehículos del servicio público, sindicalizados y privados, lo que también aumenta el parque automotor y lo desordena.
Hasta ahora no se ha dado una solución concreta a este problema. Los temas estructurales como éste, se ponen de moda, se debaten en la esfera política, se plantean propuestas y finalmente se olvidan hasta que ingresa otro tema que tampoco será resuelto y quedará en el olvido. Ojalá las autoridades pudieran organizarse con cada problema dando soluciones eficaces y no paliativas.
En el año 2016 el parque automotor en Tarija era de 95.711, pero para el siguiente año aumentó a 102.203 vehículos