Asaltos a domicilio
Los asaltos a los domicilios en Tarija suman cada vez más, sin embargo poco hay de registro sobre ello. Los casos a menudo quedan irresueltos, la Policía asiste a la casa toma las declaraciones, pasan los días y en la mayoría de los casos no hay novedades. Entretanto, el delito continúa...
Los asaltos a los domicilios en Tarija suman cada vez más, sin embargo poco hay de registro sobre ello. Los casos a menudo quedan irresueltos, la Policía asiste a la casa toma las declaraciones, pasan los días y en la mayoría de los casos no hay novedades.
Entretanto, el delito continúa creciendo en Tarija.
A El País llegaron denuncias en innumerables ocasiones y hasta se pidió notas de prensa al respecto. Tras el seguimiento realizado se constató que la mayoría de los casos quedan irresueltos. ¿Son tan hábiles los delincuentes? Es la duda que queda siempre.
Las características comunes en los casos son el tiempo que emplean los asaltantes, pues el desbarajuste que éstos dejan en las casas da cuenta que el robo no ha sido rápido, otro aspecto en común es que en la mayoría de los casos usan veneno para los perros o pan, además de emplear un vehículo para llevarse las cosas. Todo esto previo estudio de los tiempos en que las personas salen de su hogar y lo dejan solo.
Ante toda esta incertidumbre y el no poder hacer mucho, varios vecinos hablan de nexos entre ladrones y Policía, empero no podemos como medio asegurar esto. Por el momento hacemos eco de esta preocupación y solo alertamos sobre el crecimiento del delito y la urgencia que hay de concentrarse en éste.
Más si pensamos en los afectados, quienes como todos nosotros han equipado sus casas a raíz de su trabajo. Encontrarse con la casa vacía de un momento es un golpe fuerte del que tardarán en recuperarse, más en esta situación de crisis por la que atravesamos.
En este sentido es aún más frustrante llamar a la única institución que vela por nuestra seguridad y no encontrar respuesta. El verde olivo tendrá que revisar los procedimientos, afinar las investigaciones y poner todo el empeño para resolver estos casos.
No es secreto que el crimen en Tarija está creciendo a grandes pasos, que la delincuencia está desbordando y por lo tanto el reto es mayor. Ya en el año 2017 tras el tercer Congreso de Seguridad se reportó que el departamento ocupaba el cuarto lugar con índice criminal a nivel nacional con 6.253 casos, después de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.
En los últimos años el incremento de la inseguridad es notorio, Tarija ya no es la de antes, por lo que requiere mayor eficacia en la lucha contra el delito. Ahora también estamos conscientes que este fenómeno no es muy fácil de erradicar sobre todo cuando es explicado por la acentuación de la crisis en nuestro departamento, pero aun así no debe dejarse de lado, ni mucho menos conformarse con este argumento como justificación.
Entretanto, el delito continúa creciendo en Tarija.
A El País llegaron denuncias en innumerables ocasiones y hasta se pidió notas de prensa al respecto. Tras el seguimiento realizado se constató que la mayoría de los casos quedan irresueltos. ¿Son tan hábiles los delincuentes? Es la duda que queda siempre.
Las características comunes en los casos son el tiempo que emplean los asaltantes, pues el desbarajuste que éstos dejan en las casas da cuenta que el robo no ha sido rápido, otro aspecto en común es que en la mayoría de los casos usan veneno para los perros o pan, además de emplear un vehículo para llevarse las cosas. Todo esto previo estudio de los tiempos en que las personas salen de su hogar y lo dejan solo.
Ante toda esta incertidumbre y el no poder hacer mucho, varios vecinos hablan de nexos entre ladrones y Policía, empero no podemos como medio asegurar esto. Por el momento hacemos eco de esta preocupación y solo alertamos sobre el crecimiento del delito y la urgencia que hay de concentrarse en éste.
Más si pensamos en los afectados, quienes como todos nosotros han equipado sus casas a raíz de su trabajo. Encontrarse con la casa vacía de un momento es un golpe fuerte del que tardarán en recuperarse, más en esta situación de crisis por la que atravesamos.
En este sentido es aún más frustrante llamar a la única institución que vela por nuestra seguridad y no encontrar respuesta. El verde olivo tendrá que revisar los procedimientos, afinar las investigaciones y poner todo el empeño para resolver estos casos.
No es secreto que el crimen en Tarija está creciendo a grandes pasos, que la delincuencia está desbordando y por lo tanto el reto es mayor. Ya en el año 2017 tras el tercer Congreso de Seguridad se reportó que el departamento ocupaba el cuarto lugar con índice criminal a nivel nacional con 6.253 casos, después de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.
En los últimos años el incremento de la inseguridad es notorio, Tarija ya no es la de antes, por lo que requiere mayor eficacia en la lucha contra el delito. Ahora también estamos conscientes que este fenómeno no es muy fácil de erradicar sobre todo cuando es explicado por la acentuación de la crisis en nuestro departamento, pero aun así no debe dejarse de lado, ni mucho menos conformarse con este argumento como justificación.
