Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez
La incertidumbre es tal en el sector de Hidrocarburos por la coyuntura internacional y la vorágine de noticias generadas desde el Ministerio y la estatal petrolera es tan siempre tan incompleta, que el informe que hoy brindará en Yacuiba el Ministerio y todas las altas autoridades del sector...
La incertidumbre es tal en el sector de Hidrocarburos por la coyuntura internacional y la vorágine de noticias generadas desde el Ministerio y la estatal petrolera es tan siempre tan incompleta, que el informe que hoy brindará en Yacuiba el Ministerio y todas las altas autoridades del sector debería durar dos días para resolverlo todo, y aun así.
Este medio, por ejemplo, lleva lustros preguntando por el anexo D de los contratos petroleros, los de los “costos recuperables” que el Estado paga a las petroleras por el trabajo de inversión en exploración en el caso de proyectos exitosos y que se guardan con celo bajo siete llaves. Si se insiste en ello, los personeros miran a los periodistas como si hablaran de cosas del paleolítico, cuando lo cierto es que por esa vía salen cada año jugosos recursos que pagan gastos corrientes y más de un lujo sin que nadie le dé demasiada importancia.
La coyuntura supera con mucho esos otros asuntos estructurales nunca informados como se debiera. A saber: Tariquía, Planta petroquímica, adenda del contrato con Argentina, confiscación del 12% del IDH, contrato con Brasil y Boyuy. Así a simple vista.
El ministro Sánchez una vez dijo que se iban de Tariquía, pero resultó ser falso. En la actualidad Petrobras se ha retirado de San Telmo Norte por presión de los comunarios, que han convocado una cita para el 25 de marzo para que se explique por qué no se hace consulta previa con los habitantes del corazón de la Reserva Natural que el Gobierno insiste en perforar. Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
En Tarija preocupa Tariquía, el 12% del IDH, la suerte de Boyuy, el futuro de la petroquímica o el impacto en las regalías departamentales que tendrá la adenda impuesta por el Gobierno argentino en el contrato de exportación
El año pasado en la misma Yacuiba, Sánchez se comprometió a licitar estudios complementarios que le dieran certeza sobre la viabilidad de la planta petroquímica, esperanza de transformación industrial en el Chaco. Puso fecha: agosto. Hasta la fecha nadie sabe nada de esto, lo que imposibilita entre otras cosas tomar decisiones respecto a la planificación del desarrollo de la ciudad. Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
La adenda firmada con Argentina luego de un tumultuoso fin de año en el que el Gobierno del vecino país puso en marcha todo tipo de técnicas para forzar una negociación a la baja de los volúmenes exigidos en contrato – desde el impago por cinco meses hasta la reducción de nominaciones a mínimos, amenazando las estructuras gasíferas -, cosa que finalmente logró, va a causar desajustes en los ingresos del Estado y el país, particularmente en el presupuesto de Tarija, lo que debería contar con un plan de contingencia por adelantado. Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
Hablando de ingresos departamentales, el Ministerio impulsó el decreto que confisca el 12 por ciento de los recursos del IDH para financiar una competencia exclusiva del nivel central como la exploración petrolera. A peor, no hay informes de resultados ni una previsión de retorno. Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
Boyuy era uno de esos pozos “incentivados” con recursos generales, pero hace tres meses que se estudian los resultados del “pozo más profundo de América” para saber si será útil o no. De momento es secreto, pero algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
El contrato con Brasil acaba en junio y se abre un periodo especial de conciliación. Según Sánchez no se ha entregado todo el gas por lo que se ampliará y ya, aunque en Brasil no plantean lo mismo. Ese contrato se honra desde pozos tarijeños y resultaría "catastrófico" un corte radical de regalías. Algo de esto también puede decir Sánchez.
Hay muchos más temas: la conexión de ductos con Perú, la separadora de líquidos, el qué será de San Alberto, lo que cuándo invertirá en Emtagas, el supuesto ducto rentable al Paraguay.
Lo más importante, sin embargo, es que el informe sea sincero. La competencia en el sector está dura, Vaca Muerta es ya una realidad, Brasil está poniendo la política por encima de cualquier otro interés, la segunda generación de fracking llama a las puertas y el barril tambalea en los 57 dólares. No es tiempo de cuentos sino de certezas.
Este medio, por ejemplo, lleva lustros preguntando por el anexo D de los contratos petroleros, los de los “costos recuperables” que el Estado paga a las petroleras por el trabajo de inversión en exploración en el caso de proyectos exitosos y que se guardan con celo bajo siete llaves. Si se insiste en ello, los personeros miran a los periodistas como si hablaran de cosas del paleolítico, cuando lo cierto es que por esa vía salen cada año jugosos recursos que pagan gastos corrientes y más de un lujo sin que nadie le dé demasiada importancia.
La coyuntura supera con mucho esos otros asuntos estructurales nunca informados como se debiera. A saber: Tariquía, Planta petroquímica, adenda del contrato con Argentina, confiscación del 12% del IDH, contrato con Brasil y Boyuy. Así a simple vista.
El ministro Sánchez una vez dijo que se iban de Tariquía, pero resultó ser falso. En la actualidad Petrobras se ha retirado de San Telmo Norte por presión de los comunarios, que han convocado una cita para el 25 de marzo para que se explique por qué no se hace consulta previa con los habitantes del corazón de la Reserva Natural que el Gobierno insiste en perforar. Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
En Tarija preocupa Tariquía, el 12% del IDH, la suerte de Boyuy, el futuro de la petroquímica o el impacto en las regalías departamentales que tendrá la adenda impuesta por el Gobierno argentino en el contrato de exportación
El año pasado en la misma Yacuiba, Sánchez se comprometió a licitar estudios complementarios que le dieran certeza sobre la viabilidad de la planta petroquímica, esperanza de transformación industrial en el Chaco. Puso fecha: agosto. Hasta la fecha nadie sabe nada de esto, lo que imposibilita entre otras cosas tomar decisiones respecto a la planificación del desarrollo de la ciudad. Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
La adenda firmada con Argentina luego de un tumultuoso fin de año en el que el Gobierno del vecino país puso en marcha todo tipo de técnicas para forzar una negociación a la baja de los volúmenes exigidos en contrato – desde el impago por cinco meses hasta la reducción de nominaciones a mínimos, amenazando las estructuras gasíferas -, cosa que finalmente logró, va a causar desajustes en los ingresos del Estado y el país, particularmente en el presupuesto de Tarija, lo que debería contar con un plan de contingencia por adelantado. Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
Hablando de ingresos departamentales, el Ministerio impulsó el decreto que confisca el 12 por ciento de los recursos del IDH para financiar una competencia exclusiva del nivel central como la exploración petrolera. A peor, no hay informes de resultados ni una previsión de retorno. Algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
Boyuy era uno de esos pozos “incentivados” con recursos generales, pero hace tres meses que se estudian los resultados del “pozo más profundo de América” para saber si será útil o no. De momento es secreto, pero algo de esto puede decir el Ministro Sánchez.
El contrato con Brasil acaba en junio y se abre un periodo especial de conciliación. Según Sánchez no se ha entregado todo el gas por lo que se ampliará y ya, aunque en Brasil no plantean lo mismo. Ese contrato se honra desde pozos tarijeños y resultaría "catastrófico" un corte radical de regalías. Algo de esto también puede decir Sánchez.
Hay muchos más temas: la conexión de ductos con Perú, la separadora de líquidos, el qué será de San Alberto, lo que cuándo invertirá en Emtagas, el supuesto ducto rentable al Paraguay.
Lo más importante, sin embargo, es que el informe sea sincero. La competencia en el sector está dura, Vaca Muerta es ya una realidad, Brasil está poniendo la política por encima de cualquier otro interés, la segunda generación de fracking llama a las puertas y el barril tambalea en los 57 dólares. No es tiempo de cuentos sino de certezas.
