Países repatrían su oro, Bolivia lo mantiene en bancos del “imperio”
Alemania y Turquía son los ejemplos más recientes de repatriación del estratégico metal. Analistas consideran que esta acción se debe a la desconfianza en los países que lo custodian y al riesgo que supone tener las reservas fuera de la jurisdicción soberana. Bolivia no parece...
Alemania y Turquía son los ejemplos más recientes de repatriación del estratégico metal. Analistas consideran que esta acción se debe a la desconfianza en los países que lo custodian y al riesgo que supone tener las reservas fuera de la jurisdicción soberana. Bolivia no parece preocuparse.
Según el Informe de Administración de las Reservas Internacionales 2017, del Banco Central de Bolivia (BCB), al 31 de diciembre de 2017 las Reservas Internacionales Netas (RIN) alcanzaron los 10.260,6 millones de dólares.
El oro significa el 17,6% del total de las RIN, o sea 1.798,3 millones de dólares. Pero este oro no se encuentra físicamente en Bolivia. Según el expresidente del BCB, Marcelo Zabalaga, los lingotes de oro pertenecientes a Bolivia se encuentran depositados físicamente en Inglaterra y Suiza.
Según Zabalaga, quien fue la última autoridad que brindó a El País los datos sobre el paradero del oro boliviano, “tenemos 42 toneladas de oro que han sido depositadas una parte en Inglaterra y otra parte en Suiza”.
El expresidente del BCB explicaba que “una vez que se ha depositado una parte en Londres y otra parte en Basilea (Suiza), el oro ya no se mueve. Los valores representativos de ese oro son invertidos de acuerdo a quien nos da mayor utilidad. Esa es la ventaja del oro, y la desventaja. La ventaja es que una vez que se lo deja, hay valores que van circulando de un país a otro”.
La distribución del oro de los bolivianos sería de un 50% aproximadamente en cada país. A su vez, este oro depositado en Inglaterra y Suiza, es “invertido” (léase prestado) en bancos franceses, estadounidenses y británicos.
Así lo muestra el citado informe del BCB al 31 de diciembre de 2017: “El portafolio (oro) está invertido en su totalidad en el sector bancario. Al finalizar la gestión 2017, la exposición a bancos franceses alcanzó el 47%, a bancos de EEUU se incrementó de 0% a 39% por las atractivas tasas de estos emisores en este año y a bancos del Reino Unido el 14%”.
El rol del oro
Según el analista financiero británico, John Nugée, las reservas de oro constituyen un respaldo formal de la moneda en el sistema monetario internacional como respaldo último del papel moneda interno.
Asimismo, siendo un depósito de valor y un medio de intercambio, tradicionalmente el oro conserva su valor frente a la inflación y siempre ha sido aceptado como medio de cambio entre países, de una manera más perdurable y aceptada que el dólar, la divisa más usada en la actualidad, y que está en retroceso ante el avance del propio oro y de otras divisas como el yuan chino (Renminbis).
Desacoplándose de EEUU
Los especialistas financieros Andrei Kochetkov y Anna Kokoreva, coinciden en que la repatriación del oro de Alemania y Turquía es una medida que busca mayor independencia financiera.
Kochetkov enfatiza la desconfianza hacia EEUU, ya que ese país “a menudo usa en su política la presión financiera”, aprovechando que tiene bajo su jurisdicción los valiosos activos financieros de países que son considerados rivales de la potencia norteamericana.
Mientras tanto, Kokoreva agrega que “los casos de Rusia, Venezuela e Irán han demostrado claramente que EEUU puede imponer sanciones y congelar los activos de cualquier país en su territorio”.
La experta considera que la acumulación de reservas de oro en territorio propio es un paso “correcto”, porque el oro es una moneda universal, mientras que el almacenamiento de reservas en diversas divisas no es tan seguro, debido a la inestabilidad del curso de las monedas.
En síntesis, el oro constituye un tipo de reserva estratégica, superior comparado con otras divisas, y tener los lingotes depositados en bancos o países fuera del alcance de sus dueños es un riesgo innecesario, especialmente para los países que buscan forjar su propio tipo de desarrollo.
Por otra parte, en enero de este año, el Bundesbank (el banco central alemán) concretó la decisión de abrir sus puertas al reminbi (yuan) en sus reservas de divisas y, lo que es más notorio, lo hace a cuenta de la reducción de la parte del dólar estadounidense.
Un miembro del consejo de directores del Bundesbank, Joachim Wuermeling, explicó a la agencia Reuters que “la decisión sobre el yuan es parte de una estrategia a largo plazo y refleja el elevado papel de la divisa china en el sistema financiero mundial”.
Lo cierto es que Alemania lleva ya unos años en lo que podría considerarse como una nueva estrategia de gestión de sus finanzas internacionales, de la que forma parte el desacoplamiento (al menos parcial) de la economía estadounidense.
¿Seguirá el “antiimperialista” Estado Plurinacional de Bolivia este camino? Por ahora la respuesta es no. Todo lo contrario, el rol de financiador del imperio está tan vigente como siempre.
Valor del oro boliviano
aumenta, pero…
Según explica el analista financiero boliviano Adrián De La Fuente, el incremento del valor de la reservas de oro entre diciembre de 2016 y diciembre de 2017 no se debe tanto a los ingresos generados por las inversiones, sino sobre todo “al incremento del precio internacional del metal”.
En efecto, de acuerdo con el informe de Administración de las RIN, del BCB, durante la gestión 2017, el valor del portafolio se incrementó de 1.588 millones de dólares (2016) a 1.798 millones (2017), un incremento de 210 millones de dólares.
El propio informe reconoce que en la gestión 2017, las inversiones de las reservas de oro generaron un ingreso de apenas 7,3 millones de dólares con una tasa de rendimiento de 0,42%, y que la mayor parte del incremento del valor de las reservas de oro se produjo “por la subida en el precio internacional del oro”.
RIN de Bolivia más
dolarizadas que el FMI
El dólar estadounidense ocupa el 41,7% de la canasta oficial de divisas del FMI. Su parte en las reservas mundiales de oro de los bancos centrales asciende al 63,5%. Esto refleja la gran incidencia de la divisa norteamericana en el sistema financiero mundial.
En el caso de Bolivia, el informe del BCB muestra que al 31 de diciembre de 2017, la participación del dólar estadounidense fue de 57,9%. Por esta razón se considera que las reservas internacionales bolivianas están más “dolarizadas” que el FMI.
Por otra parte, mientras países como Alemania están diversificando sus divisas, incrementando por ejemplo los Renminbis chinos a cuenta de reducir sus dólares (entre otras), la estructura de las reservas bolivianas siguen concentradas en las divisas tradicionales.
El dólar en las RIN es seguido por el oro con 17,6% y el Euro con 9,7%. Las demás monedas tuvieron participaciones menores: 6,6% en Renminbis Chinos, 3% en Dólares Australianos, 2,9% en Dólares Canadienses y 2,3% en Derechos Especiales de Giro (DEG).
Continúan los
préstamos al norte
Tal como ha ocurrido ininterrumpidamente desde los tiempos “neoliberales”, Bolivia presta sus RIN a bancos y países desarrollados, a cambio de retornos sumamente bajos.
En 2017, el 36% de las RIN estuvieron en bancos y agencias en Francia, el 14% en entidades supranacionales, el 12% en EEUU, el 10% en China. También se beneficiaron de las reservas bolivianas países como Corea del Sur, Alemania, Japón, Inglaterra, Holanda, Canadá, Australia, Suecia y Suiza.
Los 10.260 millones de dólares de las RIN prestadas a estos países y sus bancos generaron un retorno de apenas 1,17% a lo largo del 2017.
Lamentablemente, la información actualizada sobre qué bancos exactamente son los que se benefician de las RIN no es pública. Sin embargo, en 2016 se conocieron al menos 4 de los prestatarios de las reservas bolivianas: JP Morgan, Bank of America, Standard Chartered Bank, ING Bank.
En 2017, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había identificado un total de 28 bancos a nivel global que estaban en “riesgo sistémico”, es decir, altamente expuestos al elevado riesgo de quiebra de conocidos bancos como el Deutsche Bank (de Alemania) y el Monte dei Paschi (de Italia).
Entre esos 28 bancos identificados por el FMI estaban los 4 bancos prestatarios de las RIN bolivianas, además del Barclays, que fue uno de los principales beneficiarios de la liquidez del Tesoro General del Estado (TGE) en pasados años.
LEA: Los bolivianos estamos locos
El TGE también se
presta al norte
Desde hace más de una década, las sucesivas leyes financiales de cada año –llamadas ley del Presupuesto General del Estado (PGE)-, han dispuesto que la liquidez del tesoro general del Estado corra los mismos destinos que las RIN.
La ley del PGE 2018, al igual que sus predecesoras, a través de su Disposición Final Cuarta, es el mecanismo legal a través del cual se da curso a estos préstamos adicionales al imperio, generando similares niveles de retorno que las RIN.
Y es bajo esta figura que el año 2013 Bolivia prestó a los polémicos bancos JP Morgan y Barclays Capital los montos de 58,6 millones de dólares y 30 millones respectivamente, provenientes del TGE (impuestos e ingresos destinados a la inversión y al gasto que no pudieron ser ejecutados por la administración pública), a tasas de interés que no superaban el 0,2% anual.
En 2014 el entonces Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, nuevamente confirmaba el préstamo de más de 60 millones de dólares del TGN al capitalismo internacional, principalmente al banco JP Morgan (involucrado en varios escándalos financieros y que financió la fabricación de armas).
No ha sido posible acceder a información más actualizada sobre los destinos del TGE en los últimos años, y menos sobre las condiciones a las cuales se prestan estos recursos.
LEA TAMBIÉN: Reservas que matan
La fuga de capital y el fracaso del Banco del Sur
El Banco del Sur, que nunca realmente llegó a despegar, a casi 10 años de su fundación, tenía la misión fundamental de administrar e invertir el ahorro de divisas de los países sudamericanos en infraestructura y desarrollo.
Las reservas de divisas de los países que conforman la tambaleante Unión Suramericana de Naciones, UNASUR, suman más de mil millones de millones de dólares, pero están depositadas en bancos de EEUU, Inglaterra y Europa, fundamentalmente, quienes utilizan esos recursos para financiar sus propios desarrollos.
Hace un par de años, el economista mexicano Ariel Noyola Rodríguez, advertía que “tan sólo en 2015 se fugaron más de 98.000 millones de dólares de inversiones financieras de los países emergentes, según las estimaciones del Instituto de Finanzas Internacionales”.
Una buena parte de estos montos que la región sudamericana ahorró durante los últimos años, en gran medida gracias a los buenos precios de las materias primas, “se fue a invertir en bonos del Tesoro de Estados Unidos, en lugar de canalizarse a actividades productivas mediante un fondo del sur de gran potencia”, lamentó el experto.
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Según el Informe de Administración de las Reservas Internacionales 2017, del Banco Central de Bolivia (BCB), al 31 de diciembre de 2017 las Reservas Internacionales Netas (RIN) alcanzaron los 10.260,6 millones de dólares.
El oro significa el 17,6% del total de las RIN, o sea 1.798,3 millones de dólares. Pero este oro no se encuentra físicamente en Bolivia. Según el expresidente del BCB, Marcelo Zabalaga, los lingotes de oro pertenecientes a Bolivia se encuentran depositados físicamente en Inglaterra y Suiza.
Según Zabalaga, quien fue la última autoridad que brindó a El País los datos sobre el paradero del oro boliviano, “tenemos 42 toneladas de oro que han sido depositadas una parte en Inglaterra y otra parte en Suiza”.
El expresidente del BCB explicaba que “una vez que se ha depositado una parte en Londres y otra parte en Basilea (Suiza), el oro ya no se mueve. Los valores representativos de ese oro son invertidos de acuerdo a quien nos da mayor utilidad. Esa es la ventaja del oro, y la desventaja. La ventaja es que una vez que se lo deja, hay valores que van circulando de un país a otro”.
La distribución del oro de los bolivianos sería de un 50% aproximadamente en cada país. A su vez, este oro depositado en Inglaterra y Suiza, es “invertido” (léase prestado) en bancos franceses, estadounidenses y británicos.
Así lo muestra el citado informe del BCB al 31 de diciembre de 2017: “El portafolio (oro) está invertido en su totalidad en el sector bancario. Al finalizar la gestión 2017, la exposición a bancos franceses alcanzó el 47%, a bancos de EEUU se incrementó de 0% a 39% por las atractivas tasas de estos emisores en este año y a bancos del Reino Unido el 14%”.
El rol del oro
Según el analista financiero británico, John Nugée, las reservas de oro constituyen un respaldo formal de la moneda en el sistema monetario internacional como respaldo último del papel moneda interno.
Asimismo, siendo un depósito de valor y un medio de intercambio, tradicionalmente el oro conserva su valor frente a la inflación y siempre ha sido aceptado como medio de cambio entre países, de una manera más perdurable y aceptada que el dólar, la divisa más usada en la actualidad, y que está en retroceso ante el avance del propio oro y de otras divisas como el yuan chino (Renminbis).
Desacoplándose de EEUU
Los especialistas financieros Andrei Kochetkov y Anna Kokoreva, coinciden en que la repatriación del oro de Alemania y Turquía es una medida que busca mayor independencia financiera.
Kochetkov enfatiza la desconfianza hacia EEUU, ya que ese país “a menudo usa en su política la presión financiera”, aprovechando que tiene bajo su jurisdicción los valiosos activos financieros de países que son considerados rivales de la potencia norteamericana.
Mientras tanto, Kokoreva agrega que “los casos de Rusia, Venezuela e Irán han demostrado claramente que EEUU puede imponer sanciones y congelar los activos de cualquier país en su territorio”.
La experta considera que la acumulación de reservas de oro en territorio propio es un paso “correcto”, porque el oro es una moneda universal, mientras que el almacenamiento de reservas en diversas divisas no es tan seguro, debido a la inestabilidad del curso de las monedas.
En síntesis, el oro constituye un tipo de reserva estratégica, superior comparado con otras divisas, y tener los lingotes depositados en bancos o países fuera del alcance de sus dueños es un riesgo innecesario, especialmente para los países que buscan forjar su propio tipo de desarrollo.
Por otra parte, en enero de este año, el Bundesbank (el banco central alemán) concretó la decisión de abrir sus puertas al reminbi (yuan) en sus reservas de divisas y, lo que es más notorio, lo hace a cuenta de la reducción de la parte del dólar estadounidense.
Un miembro del consejo de directores del Bundesbank, Joachim Wuermeling, explicó a la agencia Reuters que “la decisión sobre el yuan es parte de una estrategia a largo plazo y refleja el elevado papel de la divisa china en el sistema financiero mundial”.
Lo cierto es que Alemania lleva ya unos años en lo que podría considerarse como una nueva estrategia de gestión de sus finanzas internacionales, de la que forma parte el desacoplamiento (al menos parcial) de la economía estadounidense.
¿Seguirá el “antiimperialista” Estado Plurinacional de Bolivia este camino? Por ahora la respuesta es no. Todo lo contrario, el rol de financiador del imperio está tan vigente como siempre.
Valor del oro boliviano
aumenta, pero…
Según explica el analista financiero boliviano Adrián De La Fuente, el incremento del valor de la reservas de oro entre diciembre de 2016 y diciembre de 2017 no se debe tanto a los ingresos generados por las inversiones, sino sobre todo “al incremento del precio internacional del metal”.
En efecto, de acuerdo con el informe de Administración de las RIN, del BCB, durante la gestión 2017, el valor del portafolio se incrementó de 1.588 millones de dólares (2016) a 1.798 millones (2017), un incremento de 210 millones de dólares.
El propio informe reconoce que en la gestión 2017, las inversiones de las reservas de oro generaron un ingreso de apenas 7,3 millones de dólares con una tasa de rendimiento de 0,42%, y que la mayor parte del incremento del valor de las reservas de oro se produjo “por la subida en el precio internacional del oro”.
RIN de Bolivia más
dolarizadas que el FMI
El dólar estadounidense ocupa el 41,7% de la canasta oficial de divisas del FMI. Su parte en las reservas mundiales de oro de los bancos centrales asciende al 63,5%. Esto refleja la gran incidencia de la divisa norteamericana en el sistema financiero mundial.
En el caso de Bolivia, el informe del BCB muestra que al 31 de diciembre de 2017, la participación del dólar estadounidense fue de 57,9%. Por esta razón se considera que las reservas internacionales bolivianas están más “dolarizadas” que el FMI.
Por otra parte, mientras países como Alemania están diversificando sus divisas, incrementando por ejemplo los Renminbis chinos a cuenta de reducir sus dólares (entre otras), la estructura de las reservas bolivianas siguen concentradas en las divisas tradicionales.
El dólar en las RIN es seguido por el oro con 17,6% y el Euro con 9,7%. Las demás monedas tuvieron participaciones menores: 6,6% en Renminbis Chinos, 3% en Dólares Australianos, 2,9% en Dólares Canadienses y 2,3% en Derechos Especiales de Giro (DEG).
Continúan los
préstamos al norte
Tal como ha ocurrido ininterrumpidamente desde los tiempos “neoliberales”, Bolivia presta sus RIN a bancos y países desarrollados, a cambio de retornos sumamente bajos.
En 2017, el 36% de las RIN estuvieron en bancos y agencias en Francia, el 14% en entidades supranacionales, el 12% en EEUU, el 10% en China. También se beneficiaron de las reservas bolivianas países como Corea del Sur, Alemania, Japón, Inglaterra, Holanda, Canadá, Australia, Suecia y Suiza.
Los 10.260 millones de dólares de las RIN prestadas a estos países y sus bancos generaron un retorno de apenas 1,17% a lo largo del 2017.
Lamentablemente, la información actualizada sobre qué bancos exactamente son los que se benefician de las RIN no es pública. Sin embargo, en 2016 se conocieron al menos 4 de los prestatarios de las reservas bolivianas: JP Morgan, Bank of America, Standard Chartered Bank, ING Bank.
En 2017, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había identificado un total de 28 bancos a nivel global que estaban en “riesgo sistémico”, es decir, altamente expuestos al elevado riesgo de quiebra de conocidos bancos como el Deutsche Bank (de Alemania) y el Monte dei Paschi (de Italia).
Entre esos 28 bancos identificados por el FMI estaban los 4 bancos prestatarios de las RIN bolivianas, además del Barclays, que fue uno de los principales beneficiarios de la liquidez del Tesoro General del Estado (TGE) en pasados años.
LEA: Los bolivianos estamos locos
El TGE también se
presta al norte
Desde hace más de una década, las sucesivas leyes financiales de cada año –llamadas ley del Presupuesto General del Estado (PGE)-, han dispuesto que la liquidez del tesoro general del Estado corra los mismos destinos que las RIN.
La ley del PGE 2018, al igual que sus predecesoras, a través de su Disposición Final Cuarta, es el mecanismo legal a través del cual se da curso a estos préstamos adicionales al imperio, generando similares niveles de retorno que las RIN.
Y es bajo esta figura que el año 2013 Bolivia prestó a los polémicos bancos JP Morgan y Barclays Capital los montos de 58,6 millones de dólares y 30 millones respectivamente, provenientes del TGE (impuestos e ingresos destinados a la inversión y al gasto que no pudieron ser ejecutados por la administración pública), a tasas de interés que no superaban el 0,2% anual.
En 2014 el entonces Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, nuevamente confirmaba el préstamo de más de 60 millones de dólares del TGN al capitalismo internacional, principalmente al banco JP Morgan (involucrado en varios escándalos financieros y que financió la fabricación de armas).
No ha sido posible acceder a información más actualizada sobre los destinos del TGE en los últimos años, y menos sobre las condiciones a las cuales se prestan estos recursos.
LEA TAMBIÉN: Reservas que matan
La fuga de capital y el fracaso del Banco del Sur
El Banco del Sur, que nunca realmente llegó a despegar, a casi 10 años de su fundación, tenía la misión fundamental de administrar e invertir el ahorro de divisas de los países sudamericanos en infraestructura y desarrollo.
Las reservas de divisas de los países que conforman la tambaleante Unión Suramericana de Naciones, UNASUR, suman más de mil millones de millones de dólares, pero están depositadas en bancos de EEUU, Inglaterra y Europa, fundamentalmente, quienes utilizan esos recursos para financiar sus propios desarrollos.
Hace un par de años, el economista mexicano Ariel Noyola Rodríguez, advertía que “tan sólo en 2015 se fugaron más de 98.000 millones de dólares de inversiones financieras de los países emergentes, según las estimaciones del Instituto de Finanzas Internacionales”.
Una buena parte de estos montos que la región sudamericana ahorró durante los últimos años, en gran medida gracias a los buenos precios de las materias primas, “se fue a invertir en bonos del Tesoro de Estados Unidos, en lugar de canalizarse a actividades productivas mediante un fondo del sur de gran potencia”, lamentó el experto.
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