Del libro: LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA EN EL DEPARTAMENTO DE TARIJA, DE Luis Paz
LA INSTRUCCIÓN PRIMARIA EN EL DEPARTAMENTO DE TARIJA. (Primera Parte)
CONSIDERACIONES JENERALES.
I,
El cuidado de la educación del hombre es la base de la prosperidad nacional,
La educación del pueblo no se discute ya. Es una necesidad social, un medio indispensable de progreso, una condición de éxito como nación, y el único medio que conduce a la práctica de las instituciones y de la libertad.
La convicción es ya universal; y es por esto que en la época a que hemos alcanzado presenciamos el empeño en que están comprometidos todos los pueblos, civilizados por la más jenerosa de las emulaciones a que llevan su atención y recursos, pretendiendo cada uno sobresalir en la liberalidad de los medios destinados a la educación popular, y en el vigoroso esfuerzo para incorporarla en su lejislación y sus costumbres.
La ilustración del pueblo facilita la vida política de las sociedades, cuya seguridad no reposa ya en sus fuerzas materiales, si no en el desarrollo de sus libertades, en el predominio de la voluntad popular que da legalidad a los gobiernos.
Facilita las evoluciones que resuelven en la paz los problemas políticos y sociales, suprime las revoluciones y da a cada uno la conciencia de su propio derecho.
Es convicción jeneral en los hombres que dirijen la marcha de los pueblos, que la instrucción es el elemento más indispensable de paz y felicidad; por eso decía Lord John Russel en el parlamento inglés: “Estoi convencido que solo en la instrucción del pueblo se encuentra .la verdadera -seguridad para el Estado.”
Económicamente hablando, nada hai que contribuya más a .la riqueza de un pueblo que la ilustración de sus hijos: se dictarán leyes protectoras, se harán los más grandes esfuerzos para obtenerla, pero todo será ineficaz y estéril, si se descuida da instrucción popular, principal orijen de las fuerzas económicas y la más fecunda de todas las medidas financieras, siendo útil .recordar las nobles palabras del presidente de la república Arjentina, Domingo Faustino Sarmiento, al inaugurar el ferrocarril a Tucumán: “Tucumanos, decía, si queréis que no os falte carga para el ferrocarril, multiplicad vuestras escuelas de instrucción primaria.”
Hoi nadie discute sobre las ventajas y la .necesidad de la instrucción popular, y los que se proponen escribir sobre ella temen tocar con lo trivial en una materia que parece agotada.
Pero por más que se haya dicho queda y quedará siempre material fecundo para hablar de la instrucción, presentándola en su estado actual, lastimoso en nuestros pueblos, mostrándola floreciente en naciones felices, tratando ele organizaría o de .adaptar los sistemas más aventajados que se conocen, de remover ¡os obstáculos que se presentan a su desarrollo, y, en fin, de popularizarla y de difundirla cuanto es posible.
Siempre que se hable o se escriba sobre la instrucción popular, será con oportunidad y aun con novedad.
Hace siglos que Aristóteles escribía, que: ‘‘todos aquellos que han sabido meditar en el arte de gobernar al jénero humano, se habían convencido de que la suerte de los imperios depende de la educación de la juventud.”'
Y no hace mucho tiempo que el eminente estadístico francés, Mr. Julio Ferry, al inaugurar un liceo de niños en la ciudad de Remen, principiapa su discurso preguntando; “Cuál es la .primera parte de una buena política?—La educación—¿Y la segunda? La educación. ¿Y la tercera? La educación;” y su voz era cubierta por los aplausos de los que escuchaban su palabra.
Parecía que una verdad olvidada tomaba las formas de una revelación y despertaba el entusiasmo jeneral.
¿Qué tenían de nuevo Las palabras del. estadista, .que conmovían el sentimiento popular?
Recordaban una gran verdad y traían a la memoria que la lucha ha sido larga y dura para simentar el dogma de la educación común, dé la instrucción jeneral que desarrolla el sentimiento individual y dá vigor a la conciencia de un pueblo.
Felizmente no es ya la política del mundo antiguo el único espectáculo digno de nuestra curiosidad y de nuestras especulaciones. Todos los ojos se .vuelven hacia la América, las esperanzas de los filántropos sobre la mejora de la especie humana estriban en los hermosos países de las Américas.
Los Estados Unidos de la América del Norte .forman el pueblo más adelantado del mundo; con una .población de cincuenta y dos millones, invierte la injente suma de. ochenta, y dos millones de dollards de su renta en el mantenimiento de la instrucción popular.
La América del Sud principia también a operar prodijios en este orden, marchando a la vanguardia la ‘República Arjentina, que con una población de tres millones de habitantes., cuenta en sus escuelas siento setenta mil niños, gastando más de tres millones y medio .en el fomento de la educación común.
La República de Bolivia recien se inicia o, más bien, recién ha principiado a pensar en la mejora del principal ramo de la administración. Llama hoi la atención del mundo civilizado por sus fabulosas riquezas, por la paz de que goza, desde hace pocos años, por su política honrada, por su ingreso a la vida de las instituciones,. por su ejemplar respeto al voto popular; pero tiene aún que trabajar mucho, al amparo del orden, por difundir la instrucción común en sus masas y en sus clases desheredadas..
Los lejisladores de 1872 creyeron haber dado el primer paso en la reforma sancionando la ley de "22 de noviembre, con el objeto de protejer decididamente la instrucción primaria, descentralizando sus fondos y entregándolos a la administración municipal.
Quince años han corrido desde la promulgación de la ley de libre enseñanza, y aun son discutibles sus resultados. - Con razón el ministro de instrucción pública, señor Daniel Calvo, decía al Consejo de Estado al pasarle para su revisión el Estatuto de instrucción pública de 15 de enero de 1874: “No hay para que disimularse que el paso que se da hoi día es audáz. Bolivia de improviso y mediante un verdadero salto salva la distancia que separa la enseñanza oficial, indudablemente necesaria en pueblos nacientes, de la enseñanza libre, que .en la amplitud con que se la ha decretado, es tal vez única en su jénero, ¿Será un bien?—¿Será un mal? Harto habría trepidado el gobierno constitucional antes de darle cumplimiento, a haber dependido ello de su espontánea voluntad; pero no debiendo ser si no mero ejecutor de la ley, no ha podido vacilar ante un acto que reviste el carácter de perfectamente obligatorio.”
Por duro que sea decirlo, es un hecho que la ley de 22 de noviembre está mui lejos de realizar la mente del lejislador; sus primeros resultados han traído el aniquilamiento de la instrucción superior y facultativa y la más completa relajación de los hábitos de disciplina; y como mui bien dice el ilustrado cancelario de Cochabamba: “la mala educación, la instrucción desmedrada es la causa primitiva y jeneral de todos los males políticos y sociales; esta educación pobre y raquítica ha engendrado el necio orgullo, la ignorancia presumida, la pereza habitual, que son otros tantos embarazos que se oponen a todo progreso, a toda reforma.”
Es más triste el tener que decir que las municipalidades, con honrosas escepciones, han tomado como interés secundario el fomento de la instrucción popular, siendo casi nula su acción en las provincias.
Las disposiciones fundamentales son bellísimas, pero aún quedan como simples declaraciones:
“La instrucción primaria es gratuita, y obligatoria”, (Artículo 4 de la Constitución) “El Estado no proteje más que la instrucción primaria y la dá gratuita”, (Artículo 2°. de la ley de 22 de noviembre de 1872.) “La administración de los fondos de instrucción primaria correrá a cargo de los concejos municipales de cada departamento” [Artículo 3º. de id.)
Y cuando el gobierno, en uso de sus legítimas atribuciones, se propone reglamentar esos preceptos de la ley sustantiva, con la única y patriótica mira de hacerlos prácticos en el fomento de la educación común, las municipalidades creen atacada su autonomía y suscitan conflictos de competencia de potestades al alto poder nacional.
Cuando el Estado que tiene la obligación legal de protejer y de dar la instrucción gratuita y obligatoria, reglamenta las prescripciones fundamentales de la ley, el Ayuntamiento, la institución local, [se presenta ante el supremo poder jeneral, que ejerce por derecho y por ley la alta dirección de la instrucción pública en todos sus grados, disputándole atribuciones y reclamando una soberanía que .solo es concebible en el desligamiento completo de las relaciones armónicas de los poderes y de las instituciones.
El presidente del congreso, al inaugurar las sesiones del presente año, ha interpretado todo el espíritu de la Carta en estas palabras: “El ejercicio de la soberanía nacional está encomendado a tres poderes independientes, no con la mira de que se aíslen; mucho menos de que se combatan; antes si para que concurran, en una labor común, a un idéntico fin.”
Esto tratando de los tres altos poderes nacionales, únicos soberanos en el ejercicio de sus funciones; pero la municipalidad reclama también soberanía, y no solo quiere aislarse, si no que aun combate al poder nacional cuando este .se propone cumplir con el sagrado encargo de dar al pueblo la educación común obligatoria.
Quedaría así en Bolivia, como ejemplo único, entregada la instrucción pública a la acción deficiente, de las municipalidades, en pugna con el poder tutelar del Estado, cosa que no se ve ni en los Estados federales. La República Arjentina, que ocupa el primer lugar entre las naciones americanas por el ensanche que ha dado a la educación popular, cuenta con un Consejo nacional de educación, dependiente del poder Ejecutivo y director de la instrucción común.
Triste cosa es que en el desenvolvimiento de las instituciones democráticas se levanten obstáculos al fomento de la educación del pueblo.
Nos corresponde a todos llevar nuestros empeños a la labor común, hasta ver organizada la instrucción pública como la primera institución y como la primer fuerza nacional. Nos corresponde promover los medios de estímulo en las municipalidades, en los cuerpos docentes, en las asociaciones de todo jénero, en la juventud y en todas las clases sociales.
No obedece a otro interés ni tiene otro objeto- este trabajo al que nos hemos consagrado algunos días, para dar en breves resúmenes la estadística escolar de instrucción primaria en el departamento de Tarija. Es preciso conocer el estado actual para pensar y procurar las: mejoras del porvenir.
Hemos procurado la mayor exactitud en ¡a formación de los cuadros, habiendo contado con la valiosa colaboración de las juntas municipales de las provincias y con la del R. P. Prefecto de misiones, Fray Sebastian Pífferi.
Por lo menos damos el primer, paso, y aun nos atrevemos a decir el ejemplo a los hombres que se preocupan y trabajan por los adelantos del país, y al H. Concejo Municipal, que entre sus importantes atribuciones- está la de formar anualmente la estadística escolar de su jurisdicción.
ESTADÍSTICA
escolar del Departamento de Tarija.
INSTRUCCIÓN PRIMARIA-
II.
CIUDAD DE TARIJA
CERCADO
PROVINCIA DE CONCEPCIÓN
DISTRITO MUNICIPAL DE CONCEPCIÓN.
DISTRITO MUNICIPAL DE PADCAYA-
PROVINCIA MÉNDEZ
PROVINCIA DE SALINAS
PROVINCIA DEL GRAN CHACO
Misiones,
Resumen jeneral de la estadística escolar de instrucción primaria en el Departamento de Tarija, en el año de 1887.
Preceptores. Niños. Niñas. TOTAL