El Barrio de San Roque
El barrio de San Roque de Tarija es uno de los sectores más emblemáticos y con mayor historia de la ciudad. Este barrio no solo es el epicentro de la venerada Fiesta Grande de Tarija: San Roque, sino también un espacio donde la religiosidad popular y las tradiciones culturales han tejido una identidad única a lo largo del tiempo.
En estas breves líneas exploraremos la historia del barrio San Roque, su desarrollo a través de los años y su profunda contribución a la religión y la cultura de Tarija, destacando cómo este lugar ha sido y sigue siendo un símbolo viviente de la devoción y las costumbres tarijeñas.
Historia del Barrio San Roque
Cuando fundó Tarija don Luis de Fuentes y Vargas, el 4 de julio de 1574, el nombre oficial fue “Villa de San Bernardo de la Frontera”, a instrucción del Virrey Francisco de Toledo, que dispuso que llevaría el nombre de San Bernardo de Claraval, por ser este Santo, “hidalgo abogado que encarna la pureza de las fantasías religiosas y cuya sabiduría iluminaría a la clase superior”. Luis de Fuentes extremadamente católico, instruyó a don Francisco de Cháves, “vasco inteligente, el más agudo pensador del Cabildo y el más ingenioso rimador de la frase”, la elección del “Patrono” “que debía ser el reflejo de sus afectos y alegrías y médico de sus dolencias, y vino San Roque a ser el Santo del Cabildo, a cuyo nombre se elevaban al Señor, las oraciones para que extermine las pestes y los males de los pobladores”. El único santo designado por Luis de Fuentes, fue San Juan Evangelista, el santo de las sementeras.
Es decir que el origen del barrio San Roque se remonta a la época colonial, cuando la pequeña villa comenzaba a expandirse; como lo indica el primer Cronista (historiador) que escribió la historia de Tarija, el franciscano Fray Manuel Mingo de la Concepción en su libro “Historia de las Misiones Franciscanas en Tarija entre Chiriguanos” (1791): […] la planta y formación de este pueblo es buena y llana y se deja reconocerse bien desde una inmediata lomita o cerro llamado de San Roque…
En 1791, el Padre Manuel Mingo de la Concepción nos da la descripción urbanística, que sigue, de la ciudad de Tarija:
“… y las ermitas o capillas pertenecientes a este curato son solamente tres. La una (inmediata a la Villa) está dedicada a San Juan Evangelista, que es el patrón segundo o menos principal del pueblo, a cuya fiesta asiste y debe asistir el cabildo en atención a que en dicha capilla (aunque de unos años a esta parte reedificada o renovada) estuvo la primera pila bautismal cuando se fundó Tarija y también en atención a la tradición que en dicho sitio se apareció el dicho santo apóstol. La otra ermita o capilla (también inmediata) se halla dedicada a San Roque cuya fiesta hacen voluntariamente sus devotos; ambas están en una lomitas o cerros bajos, que están en los extremos del pueblo (…)”
La fundación del barrio está estrechamente vinculada con la construcción de la Iglesia de San Roque, como lo señala el escritor e historiador Federico Ávila Ávila en su libro “Don Luis de Fuentes y la Fundación de Tarija” (1975): […] como la peste asolaba, sobre todo, en los barrios altos de la ciudad, donde vivían gentes pobres, numerosos indios tomatas y cautivos chiriguanos, los españoles terminaron por implorar a Luis de Fuentes erigir un Templo a San Roque, para que los librara de la peste, así como los indios hacían sus danzas sagradas que conjuraban el mal. Lo que nadie pone en duda es que, el áspero y elevado cerrito de San Roque era el lugar que señaló Fuentes para que estén siempre de centinela… Luis de Fuentes, fue el primero, no sólo en dar los terrenos, los materiales de construcción del Templo, sino los ornamentos u otras donaciones que hizo de sus peculios para la edificación de la Iglesia de San Roque que, años más tarde gracias a la generosa donación de otros primeros pobladores, comenzó a construirse en toda la ladera del cerro…
Desde sus inicios, la zona de San Roque ha sido un punto, no solo como un lugar de residencia, sino también como un espacio de intercambio comercial, cultural y religioso. Su crecimiento fue acompañado por la expansión de las tradiciones religiosas, especialmente la devoción a San Roque, que se consolidó como una de las más importantes de la región.
Contribución a la Religión
El barrio San Roque es el corazón de la Fiesta de San Roque, una celebración que se realiza cada año en honor al santo que le da nombre al barrio. Esta fiesta, que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es una de las expresiones más importantes de la religiosidad popular en Tarija.
La Iglesia de San Roque, ubicada en el centro del barrio, es el epicentro de esta celebración, donde miles de fieles se congregan para rendir homenaje al santo. La procesión del Santo acompañado de promesantes, es una de las imágenes más representativas de la festividad. Estas procesiones, que recorre Iglesias, Capillas y hospitales, simboliza la devoción y el respeto por San Roque, quien es invocado como protector de la salud y el bienestar de la comunidad.
Contribución a la Cultura
El barrio San Roque no solo es un centro de devoción religiosa, sino también un crisol de manifestaciones culturales que han dejado una huella indeleble en la identidad tarijeña. La Fiesta de San Roque, es una de las expresiones culturales más significativas del barrio. Sin embargo, la contribución cultural de San Roque va más allá de esta festividad.
Además, el barrio San Roque es el actual gestor de la actual cultura tarijeña, en su folklore y en sus letras.
Conclusión
El barrio San Roque es más que un simple vecindario en Tarija; es un símbolo de la identidad religiosa y cultural de la ciudad. A lo largo de su historia, este barrio ha sido el escenario de importantes manifestaciones de fe y cultura que han contribuido a fortalecer el sentido de comunidad y a preservar las tradiciones tarijeñas. La devoción a San Roque, expresada a través de la famosa fiesta que lleva su nombre, y las diversas actividades culturales que se desarrollan en el barrio, hacen de San Roque un lugar importante para comprender la historia y el presente de Tarija.
La importancia del barrio San Roque radica en su capacidad para mantener vivas las tradiciones religiosas y culturales en un mundo que cambia constantemente. Su contribución a la religión y la cultura de Tarija no solo se refleja en los eventos que allí se realizan, sino también en el legado que ha dejado en las generaciones pasadas y que continúa transmitiéndose a las futuras. Por ello, San Roque sigue siendo y seguirá siendo un pilar fundamental en la historia y la vida cultural de Tarija.
(“Plan de Salvaguardia de la Fiesta Grande de Tarija: San Roque”. Edwin Rivera Miranda)