De la postrimería de la docencia y servicio público al emprendimiento “Del Carajo”



Javier Castellanos Vásquez nace en la ciudad de Tarija un 9 de noviembre de 1956; ingeniero civil de profesión; incursiona como servidor público en la ex Corporación Regional de Desarrollo de Tarija (CODETAR), llegando a desempeñar interinamente su Presidencia; posteriormente forma parte del gobierno Prefectural como Prefecto y Comandante General del Departamento de Tarija.
En el quehacer empresarial, fue fundador copropietario de la empresa “Tecno-gas-ingeniería”. Participa en trabajos de consultorías para Plan Internacional Tarija, para la Dirección de Fortalecimiento Municipal de la Secretaría de Participación Popular y para el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB).
En el ámbito académico, desde el año 1980 a la fecha, es docente de la Universidad Autónoma “Juan Misael Saracho” de Tarija (UAJMS); habiendo sido Jefe de la Carrera de Ingeniería Civil, Jefe fundador de la Carrera de Arquitectura, fundador y Director Ejecutivo del Instituto Interuniversitario Boliviano de Recursos Hídricos (INIBREH), docente de la maestría hidráulica aplicada y finalmente Vicerrector.
Dentro de su producción intelectual se puede mencionar: “Texto para la asignatura Construcción y Dirección de Obras-1997”; Texto para el módulo de aprestamiento del Programa Especial de Titulación UAJMS, Sub-módulo Obras Sanitarias-1999; “Texto para el módulo Metodología de la Investigación y Trabajo Dirigido del Programa Especial de Titulación UAJMS-2000 y, “La Globalización de la Cojudencia”-2005.
En su postrimería como docente de la Carrera de Ingeniería Civil (UAJMS), Javier Castellanos Vásquez junto a su esposa e hijos, a partir del año 2023, emprenderán la producción artesanal del “Singani del Carajo” para compartir esta bebida espirituosa mas allá de su entorno familiar.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DEL SINGANI “DEL CARAJO”
Allá por los años 1930, las familias Ávila Claure y Castellanos Vásquez consolidaron su amistad viviendo en sus domicilios colindantes en el barrio Las Panosas, calle 15 de Abril de la ciudad de Tarija.
Luego, en la década de los años 1950, se entrelazan ambas familias con el matrimonio Ávila Castellanos llegando a estrecharse cada vez más sus vínculos de amistad, confraternidad y familiaridad.
A partir de los años 1970, las primeras generaciones de ambas familias incursionaron en la elaboración de vinos y singanis artesanales para el consumo familiar en sus encuentros de convivencia.
Durante la década de los años 1980, las familias Ávila Castellanos y Castellanos Vásquez institucionalizaron el “Club del Chuflay”, reunión familiar que se efectuaba los domingos de 10,30 a 12,00 horas, con el fundamental propósito de mantener el relacionamiento familiar y seguir compartiendo momentos de tertulia y disfrute. En esta década el club del Chuflay se amplió a las amistades más cercanas de ambas familias.
Año a año se fue perfeccionando la elaboración del singani artesanal, producción propia para el consumo y disfrute del club del chuflay; siendo su primera innovación el desgranado de la uva, la eliminación total de los tallos para el pisado y fermento alcohólico; luego entre otros aspectos, la separación de cabeza y cola quedándose con el corazón del destilado; y siempre, las pruebas organolépticas, tanto por los elaboradores cómo por los miembros del club del chuflay.
A partir de los años 2000, Javier Castellanos Vásquez, como enlace directo de las familias Ávila Castellanos y Castellanos Vásquez, junto a su esposa e hijos asumiendo el legado dan continuidad a esta tradición familiar de elaboración artesanal del singani para autoconsumo.
Es importante remarcar que en una cata del singani en el club del chuflay, uno de los participantes, ante la pregunta de cómo está nuestro producto, respondió con la exclamación “Del Carajo” (oración exclamativa empleada en varias regiones de nuestro territorio nacional para expresar o magnificar algo que nos gusta demasiado).
Considerando además, que el Carajo es el receptáculo mirador que se encuentra en lo más alto del mástil mayor de los barcos y, que el encargado en divisar tierra o barcos enemigos cuando se encuentra en el Carajo, se marea sin malestar, resaca o chaqui y tiene el privilegio de divisar tierra y proteger el barco; es por estas razones que el singani quedó bautizado como: “Singani del Carajo”, corazón de uva y espíritu de moscatel.
Después de más de 15 años de retroalimentación y pulimiento en la elaboración de este singani, la familia Castellanos del Carpio, a partir del año 2023, emprenderá la producción artesanal del “Singani del Carajo” para compartir esta bebida espirituosa más allá de su entorno familiar.
Tarija, julio de 2022