Octavio Campero Echazú. Tarija, 1900 - Tarija, 1970 El señor de la Égloga (Primera Parte)
Octavio Campero Echazu (Tarija, 1900 - Cochabamba, 1970)



Octavio Campero Echazu (Tarija, 1900 - Cochabamba, 1970), Hijo Ilustre de Tarija, consagrado y laureado poeta internacional (1967), abogado, Primer Premio Nacional de Poesía (1961) y mentor de la juventud, desde tierna edad, sobresalió nítidamente por su gran talento artístico y definida vocación literaria y cultural.
Octavio Campero Echazu, a quién lo bautizo como el Señor de la Égloga, desarrolló un estilo poético impregnado de gran amor a su tierra Tarija, el mismo que tuvo enorme resonancia en la lírica castellana.
Sus intervenciones poéticas y culturales en los cenáculos y ateneos de las ciudades de Sucre y Cochabamba fueron ciertamente magistrales. Su amplia versación en la música y su amor por ella, sus conocimientos del idioma, su especial sensibilidad para aprehender los aspectos esenciales y profundos de la cultura y de la existencia social, contribuyeron para que se desechara, primero, la superficialidad romántica, el pintoresquísimo folclórico y la oratoria del tremedismo socializante, para expresar, luego, el núcleo existencial de su ámbito social e histórico y geográfico.
Su poesía, por eso, es una ejemplar búsqueda rigurosa de la valorización estilística de toda vivencia hondamente sentida (Edgar Ávila Echazu).
Se desempeñó por muchos años como Profesor y Director del Colegio Nacional San Luís de Tarija y como Catedrático Universitario.
Fue de su iniciativa junto a Heriberto Trigo Paz la creación del Fondo económico Pro Cultura de Tarija con el fin de organizar la biblioteca tarijeña.
Tarijeño, intelectual, exquisito porta-lira y educador, desde muy joven se destacó por su talento artístico y gran vocación literaria con intervenciones magistrales en los cenáculos y ateneos de Sucre y Cochabamba donde se consagro como poeta
SU TRASCENDENTAL OBRA POÉTICA
La trascendental obra poética del cultísimo abogado Octavio Campero Echazú (Tarija 1900 - Cochabamba, 1970) está contenida en los siguientes libros:
Arias Sentimentales (1918). La Paz.
Octavio Campero Echazú, de influencia modernista rubendariana y de los descendientes franceses publicó cuando era estudiante de secundaria su primer libro “Arias Sentimentales” que llamó la atención por su técnica y motivos (Víctor Varas Reyes, Tarija, 1904 - Tarija, 1998, en su trabajo “Hombres de Tarija”, 1938).
Los primeros tanteos de la labor poética de Octavio Campero Echazú (Tarija 1900 - Cochabamba, 1970), datan del año 1918, (Arias Sentimentales) y es un registro de los devaneos del adolescente cautivo en el clima de exaltación del Romanticismo melenudo y dulzón de la época. Después la voz del poeta se pierde. Ese silencio corresponde a los años de formación, madurez y encuentro con su Sol y su Tierra. Raíz y sabia de su obra posterior (Mario Gonzáles Rodríguez, 1958).
Amancayas (1942). Sucre.
Octavio Campero Echazú. Amancayas es la expresión del romancero chapaco que destila zumo jovial del folclore tarijeño. Sin perder los perfiles propios, se consubstancia de la onda lorquiana. Ha sabido infundir un cariz matiz, típicamente folclórico, a sus motivos regionales en lo que refleja algo del alma española,
Voces (1950).
Primera Edición: Editorial Universitaria Tarija.
Contiene los poemas
Voces,
Navidad
En el alba de Reyes
Misa campestre
Primavera
Rueda
Moza de Entre Ríos
Lluro roto
¡Vos me darís otro!
Por los caminos de sol
La copla chapaca
El coplero anónimo
Por los bueyes
Sequía
EVOCACIONES
Don Tomás
Arbol
Madre
Perfume
Lluvia
El retorno
MENSAJES
A Estrella genta
A Juan Capriles
Guitarra del Oriente
Mientras cae la lluvia
Carta a tres amigos
Poemas (1958). Biblioteca Paceña. Cuadernos Quincenales de Poesía Nº 7, febrero de 1958. La Paz - Bolivia. Publicación auspiciada por el señor Jorge Ríos Gamarra, Alcalde de La Paz y Presidente del Concejo Municipal de Cultura.
Voces (1960). Poesías. Segunda Edición: Talleres Gráficos de la Universidad Autónoma “Juan Misael Saracho”. Biblioteca Literaria. Tarija, 1960, 112 páginas.
Su último libro se llama Voces. Estos versos transparentan su fino sensorialismo
Obras que han tenido bien lograda resonancia en el mundo de habla hispana (Víctor Varas Reyes, en Tarija, 1963).
Al Borde de la Sombra (1961) (1968)
Poemas (1963). Empresa Editora Universo, La Paz. Incluye los poemas
De camino
Con un temblor de aguacero
-perenne són de mi patio-,
me despidieron al viento
los pañuelos de los álamos.
(Ya el alba azul se iba en sangre
Picoteda por los gallos.)
Y me fui por el camino
de tus pagos,
desgrane que te desgrane
una mazorca de cánticos…
Mediodia. Por la cuesta
iba a gatas mi caballo,
bajo el resuello del fuego
del verano.
Con los brazos polvorientos
tendidos al cielo raso,
en rogativa de nubes
se retorcían los cardos.
¡Ni la sombra de una nube!
¡Ni la del ala de un pájaro!
¡Ni el rumor de un hilo de agua
en las quiebras del barranco!
Quieto el sol. Dormía el viento
En un profundo letargo,
como un chapaco tendido
a la sombra de los tackos…
Y mordiendo sol y polvo
yo soñaba con tu rancho;
y con el agua de lluvia
de tu cántaro,
bebida a sorbos febriles
en el vaso
oloroso a hierbabuena
de tus manos.
¡Y velay que te veía
con los pies desnudos –gajos
de margaritas silvestres
en el vado-
cruzar la acequia dormida
bajo el temblor de los álamos!
Y correr por los viñedos
entre alfalfares morados,
propicios para la cita
de los amores del campo
¡Que deliciosos racimos
de tentación bajo el sayo!
¡Y qué vino el de las coplas,
en el lugar de tus labios!...
Después, cayo la tormenta
De tu cabello en mis manos…
Y en la noche campesina
De tus ojos asomaron
estrellas humedecidas
como lirios de verano…
Pero el camino era rudo
y el caminar sin descanso
Con el poncho del sol iba
cuesta arriba y cuesta abajo.
Camine todo aquel día,
camine diez años largos;
y aún me encuentro en el camino,
caminando, caminando…
Porque van diez años…
Porque van diez años
que deje mi tierra
ya nadie me quiere
conocer siquiera…
Es cierto, he cambiado:
mi madre esta muerta,
la casa vendida, y el molle –coplero
de notas de pájaros- convertido en leña.
Porque van diez años
que deje mi tierra,
las gentes me miran
con ojos de ausencia.
Ayer una moza del campo – ánfora de greda
colmada de soles y lluvias:
¡olor de la tierra!,
amancaya rosa, que invertida es una
lírica pollera-,
no quiso conmigo
bailar a la rueda,
porque van diez años
que deje mi tierra.
¡Pensar que yo pude colgarle zarcillos
de dulces tonadas de Cella:
enflorar con rosas y risas
la flor de su oreja:
trenzarme a sus largos cabellos
color de tormenta,
y aventar el trigo de sus sensaciones
en doradas eras!...
Pero aquella moza,
fragante y huidiza como agua de acequia,
se me fue con otro, con otro…
-¡malhaya mi sol de querencia!,
porque van diez años
que deje mi tierra.
Anillo chapaco
Con la plata de mis pagos,
hazme platero, un anillo
que me encadene a mi moza
fragante a sol y membrillo.
Sonaja de noche buena
Canasmoreña morena,
Canasmoreña moruna:
¡Hila el vellón de tu pena
en la rueca de la luna
Martirios del trigo chapaco
Siembra
¡Nacido de tantas muertes,
Va a morir por nuevas vidas!
Hermano buey: cava el surco,
y que el Señor lo bendiga.
Siega
Media luna de diciembre:
hoz de plata en la colina.
Tiembla de pavor la carne
madura de las espigas.
Trilla
Centauro pasa de fuga
por las eras campesinas;
y van sus cascos de estrellas
descabezando gavillas.
Avienta
Las cuatro bocas del viento
resoplan sobre la trilla.
(¡Así resuella la muerte!...)
Y el trigo se escalofría.
Troje
Y luego, es su calobozo
profundo como una cripta,
sufre al añorar el verde
columpio de las espigas.
Molienda
Al son del agua del cerro,
la luna redonda gira,
como rueda de molino…
Y la simiente agoniza.
Amasijo
Manos brutales profanan
la carne en flor de la harina,
mientras el sol, como un horno,
abre su boca amarilla.
Pan
Viene a inmolarse en el ara
de tu mesa campesina,
para renovar en tu sangre
la canción de cada día.
Hostia
¡Trigo del Sagrario, cuerpo
de Dios de la Eucaristia¡:
¡Tu aseguras, tras la muerte,
el milagro de la vida!
Para ideario7.com
LA ACADEMIA DEL FOLCLORE DE TARIJA Y
LA OBRA POETICA DE OCTAVIO CAMPERO ECHAZU
Tarija, 14 de abril de 2013
Bajo el churqui grande
¡ Vamos a la casa¡
¿ no vis qu ya es tarde?
¡Malhaya el marido
que me dió mi magre¡
La creciente
¡ Agora ya nada
Me queda en la vida¡…
De balde en inviernme pasé los diyas
Abriendo en la tierra
Surcos de fatiga.
Canto del hombre-árbol
Amada, no me digas
Que me vaya del pueblo.
Me quedaré en el último
Recodo del sendero
Por donde se marcharon
Los que jámas volvieron…
En el alba de reyes
Con las manos juntas, digamos ahora
Las mejors preces
por la tierra tatuada de surcos
y henchida de gérmenes;
por la fresca sonrisa del agua
sobre el campo verde;
por el sol que pinta las uvas de enero
y grana las mieses;
por el pan nativo
con lunares de anises silvestres;
por todos los dones,
por todos los bienes:
la paz de estos valles
y la vida que Dios nos concede.
El coplero anónimo
¡Ese si que fue un coplero
concebido por el valle:
verbo de la Hispania en la rústica
tonada de nuestra sangre!
Sequía
¡San Juan, el río de tu nombre
Ya sólo es un charca¡
Se lo ha bebido el sol de este verano
En la copa de arena de las playas.
Arbol
Aquí un árbol de América
con sus piadosos brazos
extendidos en súplica a los cielos,
nos dió su sombra de antaño.
Madre
Se han dormido tus ojos para siempre.
Para siempre, cansados de buscarme
-Tus ojos en que ardía la suprema
Nostalgia de los mundos siderales.
¡Despiértalos, Señor, en las estrellas
que me miran piadosas por la tarde ¡
El retorno
“Esos dos que van juntos”
camino del recuerdo,
cogidos de la mano
como dos niños viejos,
son hermano y hermana
que se quedaron huerfanos…
Mientras cae la lluvia
Tú coses, y la sombra de tus dedos
pasa como una fuga
de pájaros nocturnos
sobre ropas de luna.
Carta a tres amigos
Me escribisteis: Iremos a las vegas
morenas y sensuales de ese Río
San Juan del Oro, cuando al talle ciñan
un ondulante pollerin detrigo
O cuando rasguen su pollera a un viento
de ichunas y cuchillos,
Para entrega, desnudas y medrosas,
su morenes al río…”
AL BORDE DE LA SOMBRA (1961), (1968)
AROMA DE OTRO TIEMPO (1971). (1972).
Edición Póstuma.
OBRAS COMPLETAS, Tarija (1991)
Nostalgia de los mundos siderales.-
Cantares de Nostalgia, Tarija (2000).
Editorial Luis de Fuentes, Tarija.
Incluye en su primera parte una selección de poemas inéditos, conservados con entrañable amor y recuerdo por su culta esposa, la educadora doña Delia Zabalaga.
Retrato.
El Amor que Pasa
Celosa
Miriam
Otoño
Canto a la ciudad de los cuatro nombres
Adoración.
En segunda parte poemas consagrados.
Algo de su prosa.
Vida y obra de Gustavo Adolfo Bécquer
El Amor
El dolor
La muerte
La obra
Guido Villagomez: El Amigo, El Poeta, El Maestro
El poeta,
El maestro
Jaime Mendoza: El Hombre.
Discursos pronunciados por Octavio Campero Echazú.
Víctor Varas Reyes (Tarija, 1904 - Tarija, 1998), en su trabajo “Hombres de Tarija” (1938). Tiene también publicado otro libro titulado “El Amor Libre”. Hoy con evolución progresiva, tiene muchas composiciones inéditas que pueden formar varios volúmenes. Entre estas un poema cosmogónico.
Interprete lírico del terruño
A Octavio Campero Echazu, corresponden estos versos en que se reflejan los encantos de la tierra tarijeña. Este poeta obtuvo el primer premio en los Juegos Florales de Sucre, en 1939, con su magnífico Canto a la ciudad de los cuatro nombres, y acaba de publicar el libro Amancayas. En las estrofas que vienen en seguida es notoria la reminiscencia del poeta murciano Vicente Medina. Porque Van Diez Años