Inspección: Aguas servidas siguen contaminando al Guadalquivir
Una reciente inspección interinstitucional a las lagunas de oxidación del barrio San Luis, en Tarija, ha confirmado una vez más la contaminación que el río Guadalquivir sufre por las aguas servidas que son vertidas sin el tratamiento adecuado. En esta visita participó la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt), la Gobernación, pero se notó la ausencia del Gobierno Municipal de Tarija, lo que ha generado críticas.
El asambleísta departamental Juan Condori, uno de los impulsores de la inspección, denunció que la situación de las lagunas de oxidación es crítica, ya que estas han sobrepasado su ciclo de vida útil y están vertiendo aguas con una alta carga contaminante directamente al río Guadalquivir.
Uno de los aspectos más preocupantes fue la paralización del proyecto de mitigación de olores, el cual contaba con una inversión de 33 millones de bolivianos. Según Condori, esta obra, que debía reducir los olores y mejorar el tratamiento de las aguas residuales, ha quedado a medio construir, y hasta la fecha, no avanza su conclusión.
Además, hizo un llamado a Cosaalt, responsable del servicio de agua y alcantarillado en la ciudad, para que tome medidas urgentes. Refirió que esta institución cobra por estos servicios, pero no está haciendo nada para solucionar el colapso de las lagunas de oxidación.
En contraste, Condori resaltó el funcionamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de San Blas, que aunque opera al 50% de su capacidad, ha mostrado resultados positivos. Esta planta trata las aguas residuales de los distritos 12 y 13 de Tarija, logrando reducir considerablemente la carga contaminante y produciendo abono a partir de los residuos.