Expectativa en las jugueterías por el inicio de las compras navideñas
De acuerdo a datos presentados por el IBCE, los registros de enero a septiembre de 2023 revelan un incremento de 7% en la importación de juguetes en Bolivia
El espíritu navideño ya se vive en la ciudad de Tarija y las jugueterías están reordenando sus puestos por la llegada de una amplia gama de juguetes, que buscan impresionar a niños y niñas en estas festividades.
El País hizo un recorrido por algunas jugueterías del centro, donde se observan juguetes coloridos y diversos con propuestas variadas y cautivadoras. Si bien muchos de estos juguetes son saldos de gestiones pasadas, también resaltan algunos novedosos y otros clásicos que no pasan de moda, pero que de alguna forma fueron mejorando con el tiempo.
A pesar de los desafíos económicos que enfrentan muchas familias en Tarija, las jugueterías se esfuerzan por abastecerse y ofrecer los mejores regalos navideños. Aunque las comparaciones con años previos a la pandemia son inevitables, las vendedoras aseguran que las importaciones y la demanda de juguetes están repuntando.
IBCE Los juguetes más importados en Bolivia incluyen triciclos, patinetes, coches y juguetes similares con ruedas, seguidos por muñecas
Entre las últimas novedades se mencionan los dinosaurios de Jurassic World de Mattel, estos juguetes vienen con códigos para escanear, que permiten a los pequeños crear una colección virtual y aprender más sobre estos fascinantes animales prehistóricos.
También están las pistolas que disparan agua e hidrogel, los microscopios y las hadas voladoras que son controladas a través de sensores por movimientos de la palma de la mano. Los juegos imantados se suman a la lista, para estimular la creatividad de los más pequeños.
Graciela, propietaria de una tienda, detalló la diversidad de productos disponibles para esta navidad, como los futbolines, legos, patines, monopatines, pistolas Nerf y tanques de balines que combinan artículos tradicionales con versiones más modernas. Algunos productos son importados, mientras que otros provienen del interior del departamento de Tarija.
Paulino, vendedor en una tienda céntrica, reflexiona sobre la situación actual de ventas. Reconoce que las prioridades han cambiado para algunas familias, priorizando las necesidades básicas sobre los juguetes. No obstante, celebra el espíritu generoso de aquellos que, aunque sea con un pequeño obsequio, buscan llevar sonrisas a los niños en casa.
Los clásicos de siempre mantienen su atractivo en estas fiestas. Las pistas de carreras, los muñecos de acción y las tradicionales muñecas barbies siguen siendo altamente demandados. Mario, otro comerciante, destaca la evolución de estos últimos, ahora con materiales más suaves, flexibles y resistentes, equipados con luces, sensores o movimientos.
Según estadísticas del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), los juguetes más importados en Bolivia incluyen triciclos, patinetes, coches de pedal y juguetes similares con ruedas, seguidos por muñecas, muñecos y juguetes representativos de animales o seres humanos.
Importación crece un 7%
De acuerdo a datos presentados por el IBCE, los registros de enero a septiembre de 2023 revelan un incremento en la importación de juguetes en Bolivia. Se han importado un total de 10.780 toneladas de juguetes, valuados en 24.549 millones de dólares, mostrando un aumento del 7% en comparación con el mismo período del año anterior.
Estos datos contrastan con el panorama de años anteriores. En 2017, el país recibió 22.355 toneladas de juguetes con un valor de 46.513 millones de dólares. Sin embargo, a partir de 2018, se observó un declive en las importaciones, alcanzando su punto más bajo en 2020, con la llegada de 10.345 toneladas valuadas en 24.813 millones de dólares.
Posterior a esta marcada disminución en 2020, se ha registrado un incremento progresivo en los años sucesivos. En 2021, las importaciones ascendieron a 13.149 toneladas y en 2022 a 15.841 toneladas.
Este repunte en la importación de juguetes durante el presente año refleja un aumento en la demanda y posiblemente una recuperación económica en el sector juguetero boliviano.