Chaco: Aguayrenda se reencuentra con su historia
La comunidad guaraní de Aguayrenda fue fundada por el padre franciscano José Gianelli el 17 de julio de 1851, recientemente festejó su aniversario 172
La tenacidad pudo más que el olvido. En 2022, los dirigentes de la comunidad guaraní de Aguayrenda en la provincia Gran Chaco se pusieron en campaña para rescatar su historia, para reencontrarse con sus raíces y reapropiarse de su pasado. Se apersonaron en el Centro Eclesial de Documentación en Tarija, que cobija los archivos franciscanos; se pusieron en contacto con la Dra. Isabelle Combès, especialista de la historia indígena del Chaco boliviano: el resultado fue, tras varios meses de trabajo compartido con los comunarios, la publicación del libro Aguayrenda. Apuntes para su historia.
Esta investigación establece de manera fidedigna la fecha de la fundación del Aguayrenda actual: nació un 17 de julio de 1851, cuando el Padre franciscano José Gianelli fundó la misión de San Roque de Aguayrenda, reuniendo a gente de varias comunidades aledañas como Cuarisuti y Timboiti (hoy Timboi). 172 años después, el 17 de julio de 2023, Aguayrenda pudo festejar por primera vez su aniversario. Un festejo inolvidable, que marca el inicio de una nueva etapa y el reencuentro con su historia.
La historia de la comunidad
La historia de Aguayrenda es muy antigua, pero poco conocida para los tiempos más remotos. Antes que nazca Bolivia, los documentos hablan de las comunidades de “los llanos de Caiza” en general, y recién aparece una primera mención de Aguayrenda en el año 1778. En esta época, los indígenas de toda la región luchan contra la colonización y todos viven en comunidades independientes.
El gran cambio ocurre en 1843, cuando el prefecto de Tarija, Manuel Rodríguez Magariños, explora el Pilcomayo y funda la colonia militar de Caiza: a partir de este momento, los criollos invaden las tierras indígenas, quieren utilizar a la gente como peones, etc. De esta manera, poco después, los habitantes de Aguairenda, Cuarisuti y Timboiti piden al capellán franciscano de Caiza, José Gianelli, que funde una misión en su comunidad. La gente quiere ante todo protegerse de los atropellos de los colonos criollos; para los franciscanos, es un gran logro, pues se trata de la primera misión fundada más allá del Aguaragüe, acercándose a los llanos chaqueños y a los indígenas todavía indómitos.
Es así que, el 17 de julio de 1851, hace 172 años, el P. Gianelli funda la misión de San Roque en Aguayrenda, con la reunión de la gente de varias comunidades aledañas. El pueblo se organiza, con las casas de la gente alrededor de dos plazas (una para los neófitos bautizados, otra para los “infieles”), trabajos agrícolas y de ganadería, escuelas para niños y niñas. Pero siempre enfrenta problemas de tierras con los criollos de Caiza y la gente debe trabajar además en los proyectos gubernamentales como apertura de caminos, expediciones al Chaco, construcción de fortines, etc. Aguayrenda es además la punta del camino que llega desde Tarija por Caraparí.
A finales del siglo, la presencia masiva de colonos criollos y la multiplicación de las migraciones al Norte argentino para trabajar en los ingenios azucareros debilitan las misiones. Hay más fugas, más desobediencia, más desinterés. Además, los liberales llegan al poder, con una política hostil a los misioneros: en 1905, se crea la Delegación del Gran Chaco y las misiones de San Francisco y San Antonio en el Pilcomayo son suprimidas, para dar nacimiento a Villamontes. Un cuartel militar se instala en Aguayrenda, creando problemas como abusos a las mujeres, alcohol, etc. Es el principio del fin y, en 1911, Aguayrenda a su vez desaparece como misión. Otra etapa comienza, llena de problemas: los indígenas no reciben las tierras prometidas, y más bien llegan más criollos a adueñarse de ellas, desde los pueblos vecinos como El Palmar e incluso extranjeros, como el coronel Murray. La Guerra del Chaco trunca todos estos procesos, y empieza una nueva historia, reconstruyendo la comunidad.
La historia de Aguayrenda a partir de la Guerra del Chaco queda por hacerse. En este libro, se documenta su nacimiento como misión y su evolución hasta la Guerra del Chaco. Aguayrenda nació a raíz de la presencia criolla en Caiza, y cambió y desapareció como misión por el mismo motivo: la proximidad de los centros criollos. Pese a todo, la comunidad ha sabido reconstruirse y preservar su identidad.