IA: Inteligencia Ancestral
Diálogos con el Futuro y con seis líderes indígenas que marcaron la cancha para que, desde Tarija y Bolivia, nos apropiemos de la tecnología para seguir siendo humanos.
El evento del mes, Diálogos con el Futuro, comenzó con el panel “Saberes ancestrales e indígenas en el mundo de la inteligencia artificial”, donde el sociólogo y escritor guaraní, Elías Caurey, preguntó a Enrique Camargo, Marcia Mandepora, Andrés Segundo, Eva Cadencia, Pablo Rivero y Mariela Melgar, representantes de los pueblos ancestrales guaraní y weenhayek, sobre la integración de la tecnología y la Inteligencia Artificial (IA) en sus territorios, pues su acceso no es el mismo que el de los habitantes de las ciudades. Tomando en cuenta que la tecnología ya está presente, en sus respuestas asumen la IA como algo vivo, que tiene alma y con lo cual es posible entrar en relación horizontal.
Territorio y reivindicación
Camargo indicó que “la tecnología debe servir para orientar nuestra reivindicación histórica y restituir territorios”. Recordó el significado de Itika Guasu como “el lugar sagrado donde el agua hace su trayectoria”, y denunció que “los que trafican con nuestro territorio ganan millones. Debe ser un sueño común velar por el futuro de las próximas generaciones”.
Rivero añadió la necesidad de tener información precisa sobre el territorio y la contaminación de los ríos. “¿De qué sirve la información si no ayuda a detener la violencia en el país?”, cuestionó, y reivindicó la importancia histórica de los pueblos ancestrales: “Cuando nuestros niños miran, sale el mundo de la mitología griega. ¿Quién conoce mi mitología? Nuestros antepasados también participaron en la Guerra del Chaco, pero la historia no conoce a nuestros héroes”.
Apropiación y alfabetización digital
Al respecto, Mandepora indicó que “hay que comprender qué es lo que se difunde”, y consolidar un proceso de apropiación y control sobre la tecnología sin perder de vista el mundo indígena. “No vamos a caminar al margen, pero no nos pueden quitar el camino. Hay una gran debilidad en los espacios de educación. En la pandemia, las clases eran desde la casa, y nuestros niños perdieron mucho”.
“Hay mucho por hacer”, acotó Caurey, indicando la necesidad de generar contenido propio, “más allá de las visiones ajenas a nuestra realidad. Hay que conocernos, pues no nos conocemos”. Ya que los saberes ancestrales pueden estar en peligro, el trabajo de registro escrito y audiovisual sin duda transformará la perspectiva y cosmovisión de culturas primordialmente orales.
La mujer, el idioma y el conocimiento
Cadencia señaló que el idioma guaraní “no aparece por ningún lado” en las nuevas tecnologías de IA. Por lo tanto, “se pierden costumbres, vivencias, principios. Las nuevas generaciones aprenden otras cosas que van en contra de lo nuestro. Hay gran preocupación (en las comunidades)”.
Mandepora sumó que la escucha del lenguaje de la naturaleza es un gran aporte de las culturas ancestrales y, sobre todo, de la mujer indígena, para quien es vital superar la brecha educativa y tecnológica. Melgar, que aprendió todo de su abuela por tradición oral, propuso utilizar la IA “para rescatar el conocimiento de las abuelas que se van, y fortalecer la identidad de las nuevas generaciones. No es sólo para hacer dinero, también para proteger la relación intergeneracional”.