Jueves Santo y el significado del recorrido de las iglesias
Este Jueves Santo, cientos de creyentes recorrerán las iglesias en Tarija y Bolivia, además se preparan para el Domingo de Gloria. Aunque hay diversas interpretaciones sobre el sentido de la visita de templos, la tradición más habla del recorrido de siete templos, para rememorar las estaciones de Jesús una noche antes de su crucifixión.
La tradición nació en Roma y se ha ido adoptando en el mundo entero. Su iniciador fue San Felipe Neri. Es una costumbre muy arraigada en la que los fieles visitan siete Iglesias o Templos donde se encuentra el “Sagrario”, el Santísimo Sacramento expuesto y resguardado para la comunión del Viernes Santo.
En Bolivia en general, y en Tarija en particular, se sigue la misma tradición; sin embargo, no existe un acuerdo en cuanto al número de iglesias que se debe recorrer ya que algunas personas consideran que deben ser 12 iglesias, porque doce eran los apóstoles y otras visitan siete iglesias tomando en cuenta las estaciones del Vía Crucis.
Ciro Donaire, secretario de la Diócesis de Tarija, en una entrevista anterior con El País explicó que la gente hace el recorrido siguiendo la tradición, pero cada quien, con su propia manera de expresar su devoción.
“Algunas personas recorren rezando el rosario, otras no, algunas hacen el recorrido a solas y otras en grupos, jóvenes que se organizan en grupos para hacer el recorrido como la Legión de María”, dijo.
Hoy en día, como suele suceder con las tradiciones, se realiza muchas veces de manera superficial, sin interiorizar los valores del significado del Jueves Santo por lo que se convierte en un ir y venir de gente.
La visita de las “siete Iglesias”, tiene un desarrollo semejante al Vía Crucis, ya que se recorren siete estaciones en las que se lee la Biblia, y se reza y medita sobre la Pasión del Señor. Para la Iglesia Católica, el Jueves Santo se inicia el Triduo Pascual y la Iglesia invita a celebrar la institución del más grande de los Sacramentos, la Eucaristía, participando en la Misa vespertina o misa crismal y después, se procede al lavado de pies, emulando la acción de Jesucristo con sus apóstoles.
Luego, si la gente tiene la devoción y voluntad, se les invita a honrar a Jesús en los monumentos (Sagrarios) que se colocan en los templos. El recorrido no sigue una ruta predefinida, sino que se lo empieza en su propia jurisdicción, es decir, donde vive la persona.
“Si una persona vive en Fátima por ejemplo, visita primero la iglesia de su barrio y posteriormente se dirige a la iglesia de San Juan de Dios, a la iglesia Santa Teresa de Jornet, luego a San Roque, a la Loma de San Juan, a la Catedral, a la capilla de Santa Rosa y luego a San Francisco”. La finalidad del recorrido es agradecer a Jesucristo el don de la Eucaristía y del Sacerdocio que instituyó aquella noche santa, además de acompañarle en la soledad y sufrimientos en el Huerto de Getsemaní, así como en el Calvario y en el silencio del sepulcro.