Crónica política de la jornada
De la soledad de Evo al examen opositor en la Protesta Nacional
El oficialismo prevé relanzar su agenda para enterrar las protestas por la detención de Camacho, mientras, el Comité Pro Santa Cruz da una especie de “última oportunidad” a los opositores
Como la cosa últimamente va de golpes, la actualidad informativa boliviana de ayer se quedó encorsetada entre los que se reparten en Perú y los que se intentan en Brasil. Cualquier paralelismo sirve. El oficialismo de Luis Arce se concentró en fortalecer al presidente, en descalificar el “comiteísmo” y todo lo que rodea y en tratar de boicotear la convocatoria cívica para hoy. El oficialismo de Evo Morales se dedicó a promocionar que el expresidente ha sido vetado en Perú por la nueva presidenta Dina Boluarte, que se ha desconectado totalmente del conflicto en el sur de ese país, y el oficialismo de Luis Fernando Camacho guardó un moderado silencio con un mensaje nítido: los que se pone a prueba hoy son los llamados opositores de otros departamentos y no ellos, que ya tienen bastante con lo suyo. Por partes.
Para el círculo del Presidente, la maniobra en Santa Cruz ha matado dos pájaros de un tiro: Evo Morales está fuera de combate, sin argumentos, y solo queda posicionar una nueva agenda (#UnidosHaciaelBicentenario es el hasthtag) que arranque precisamente el 22 de enero con una gran movilización de agentes sociales que haga olvidar también la detención del gobernador Luis Fernando Camacho. La simpleza del razonamiento asusta.
En el evismo no están de acuerdo, pero siguen sin querer ni oír hablar de un Congreso abierto para la elegir la Dirección del MAS. Ayer precisamente lamentaban que no se invitó al MAS-IPSP como organización a la foto de las escaleras de la Casa Grande del Pueblo del pasado viernes, esa que rebosaba gente.
De Brasil y de golpes hablaron tanto los arcistas como los evistas. Pocos se resistieron a equiparar al bolsonarismo con el camachismo y lo sucedido en la explanada de las instituciones de Brasilia con el famoso ingreso de la Biblia al Palacio Quemado junto a su carta de Camacho. Lo cierto es que los nuevos rasgos de la derecha continental se parecen más al trumpismo que a los ortodoxos del libre mercado, y por ahí se mueve Camacho mejor que el resto de opositores. La cautela, sin embargo, se guarda en estos casos: nunca se sabe en qué lado de la balanza acabará cada uno.
Protesta Nacional
Para hoy hay marchas convocadas en las ocho capitales de los ocho departamentos de Bolivia y también en ciudades intermedias como Yacuiba. Cada Comité Cívico o coordinadora ha colocado su lema, pero en general se marcha “por la libertad” y “por la justicia”. Cada uno con lo suyo y todos (los políticos) con sus típicas neuras: ¿Cómo apoyar a Luis Fernando Camacho sin convertirlo en mártir y figura central de la oposición boliviana?
El Comité Pro Santa Cruz tiene muy claro que se ha convertido de nuevo en el gran núcleo irradiador de la oposición, pero no tiene ningún interés en salvar a nadie. Las preguntas del cabildo del 13 de noviembre lanzando ultimátum al resto de departamentos fueron tan innecesarias como claras y este martes todos sienten que rinden examen.
Ni Carlos Mesa, que puede ser el siguiente, ni Samuel Doria Medina, que siempre estuvo en el ojo de la tormenta, pero nunca “adentro”, se han prodigado demasiado estos días con el asunto cruceño y más bien, sobre todo el empresario, mantiene abiertos otras líneas de debate sobre la economía nacional, por ejemplo. Las elecciones judiciales y el inminente Pacto Fiscal están en la agenda grande y en eso, Santa Cruz va a tener verso propio porque los números le alcanzan.
Hablar de economía
De lo que menos hablan los políticos es de lo que se habla en los mercados, y eso al final se paga. El Gobierno se ha enrocado en que no habrá ningún impacto por la medida cruceña de cerrar perimetralmente su departamento para evitar que “nada entre y nada salga”, un cerco a la inversa que ya se manifiesta en el precio de la carne en occidente y en los pedidos de liberar la importación desde Argentina en Tarija.
Si algo no quiere el gobierno en este momento del ciclo son problemas sociales por el precio del pan, pero si el plan flojea, será inevitable.